El trabajo 'decente'
Subraya la autora que las econom¨ªas m¨¢s competitivas son las que cuentan con los mejores niveles de salud y seguridad laborales, y viceversa.
Hoy se celebra el D¨ªa Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Aproximadamente, 2,2 millones de personas mueren cada a?o a ra¨ªz de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo y otros 160 millones de trabajadores sufren enfermedades causadas por el trabajo, lo que equivale a un coste estimado por la OIT del 4% del producto interior bruto.
Como reitera constantemente la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, la mayor¨ªa de los accidentes son prevenibles. Sin embargo, suponen una sangr¨ªa que en nuestro pa¨ªs se cobra al a?o unas mil muertes, a lo que hay que sumar los fallecimientos por enfermedades profesionales, que se estiman en cuatro veces superiores a las cifras de accidentes mortales. Entre ellas destacan las causadas por c¨¢nceres, que representan un tercio de los fallecimientos causados por el trabajo.
Para conseguir este objetivo es necesario que el Gobierno, los trabajadores y los empleadores se lo crean
Una lista de afecciones profesionales sin los trastornos mentales y de comportamiento no est¨¢ completa
En la reuni¨®n de expertos sobre la actualizaci¨®n de la lista de enfermedades profesionales que se desarroll¨® en Ginebra en diciembre de 2005, la directora Ejecutiva del Sector de Di¨¢logo Social de la OIT puso de relieve el papel que desempe?aba dicho organismo en la promoci¨®n del trabajo "decente", concebido como un trabajo productivo en el que se protegen los derechos, se generan ingresos adecuados y se ofrece protecci¨®n social. Sin embargo, en la mayor¨ªa de las ocupaciones segu¨ªan existiendo riesgos relacionados con la actividad laboral. Por lo tanto, destac¨® que no s¨®lo persisten los riesgos tradicionales sino que han surgido nuevos riesgos, como los causados por modernos productos qu¨ªmicos, los riesgos osteomusculares debidos a la r¨¢pida generalizaci¨®n del uso de los ordenadores, la violencia y el acoso.
Por todo ello, se hace necesario examinar peri¨®dicamente la lista de enfermedades profesionales y a?adir aquellas que vayan surgiendo. En Espa?a, el listado de enfermedades profesionales databa de 1978, por lo que era necesaria una actualizaci¨®n, que se ha hecho realidad en enero de 2007, con la trasposici¨®n de la Lista Europea de enfermedades profesionales del a?o 2003. Con la actualizaci¨®n se ampl¨ªan las enfermedades aceptadas como ocupacionales y se reconocen las deficiencias en la protecci¨®n de los trabajadores no solamente por la falta de renovaci¨®n de este listado, sino por un problema mucho mayor, en mi opini¨®n, que consiste en la deficiencia de notificaci¨®n.
Aunque acaba de aprobarse, es una relaci¨®n insuficiente, pues, como dijo el representante de la OMS (Ginebra 2005), una lista de enfermedades profesionales que no contemple un punto sobre trastornos mentales y de comportamiento no puede considerarse una lista completa. Por ello, la nueva actualizaci¨®n de la lista que actualmente se est¨¢ debatiendo a nivel internacional ya introduce ciertos trastornos mentales y del comportamiento, como el trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico debido a un suceso o situaci¨®n estresante. Aqu¨ª entrar¨ªan claramente los trastornos causados por actos de violencia o situaciones muy traumatizantes a los que podr¨ªan verse expuestos, entre otros, funcionarios policiales, bomberos, conductores de trenes o miembros de los servicios de urgencia.
Hace aproximadamente un mes, uno de los programas estrella de la prestigiosa cadena de televisi¨®n francesa TF1 analizaba una nueva epidemia que est¨¢ escandalizando a la sociedad francesa: los suicidios en el trabajo. Seg¨²n un estudio del Consejo Econ¨®mico y Social franc¨¦s, cada d¨ªa una persona se suicida en Francia a causa del trabajo. En el Tecnocentro de Renault, donde trabajan fundamentalmente t¨¦cnicos e ingenieros, tres trabajadores se quitaron la vida en los ¨²ltimos seis meses.
En febrero pasado se suicid¨® un t¨¦cnico, dejando una carta donde hac¨ªa responsable a sus condiciones de trabajo; en octubre, un ingeniero de 39 a?os se tir¨® de un quinto piso del edificio principal y hace dos meses otro t¨¦cnico se quit¨® la vida. Tras este tercer suicidio, la empresa Renault ha decidido contratar m¨¢s personal para disminuir la presi¨®n y reorganizar los servicios.
En la central nuclear que tiene en Chinon la empresa EDF (?lectricit¨¦ de France), tres empleados se han suicidado igualmente en los ¨²ltimos seis meses y hace dos a?os lo hizo otro t¨¦cnico superior, con 26 a?os de antig¨¹edad. Sus compa?eros le recuerdan como alguien alegre pero muy responsable. La Seguridad Social francesa ha aceptado que la depresi¨®n que sufr¨ªa estaba claramente relacionada con la sobrecarga laboral y con la alta responsabilidad que sent¨ªa. Como dec¨ªa el informe del doctor Huez, conocido m¨¦dico del trabajo de la central nuclear, su depresi¨®n estaba totalmente relacionada con "intentar realizar lo imposible" en su trabajo. Naturalmente EDF ha anunciado un recurso, al no haberse producido el suicidio en el trabajo, pero, ante el clima de alarma, han puesto en marcha un Observatorio Nacional de Vigilancia y un n¨²mero de tel¨¦fono verde para los asalariados que lo necesiten.
Volviendo de nuevo a nuestro pa¨ªs, es necesario recordar en este d¨ªa que estamos a la cabeza de la siniestralidad en la Uni¨®n Europea (aproximadamente, uno de cada cinco muertos se produce en Espa?a) y a la cola en productividad. El informe que ha elaborado la OIT para este d¨ªa Lugares de trabajo seguros y sanos. Hacer realidad el trabajo decente dice textualmente que, al efectuar una comparaci¨®n de la competitividad nacional y de los niveles de seguridad y salud, se constata claramente que unas mejores condiciones de seguridad y salud en el ¨¢mbito laboral dan lugar a una mayor productividad nacional. Revela tambi¨¦n que las econom¨ªas m¨¢s competitivas son las que cuentan con los mejores niveles de seguridad y salud, y viceversa.
Pero para conseguir esto es preciso que tanto el Gobierno como los trabajadores y los empleadores se lo crean, y pongan en pr¨¢ctica los medios necesarios para que las leyes y normas no se queden en papel mojado.
Mar¨ªa Reyes N¨²?ez es m¨¦dico especialista en Medicina del Trabajo.
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