La hora de la Verd¨²
Milagro. Cuando se pide entrevista con una docena de directores y actores de cine, y los requeridos devuelven enseguida y en persona la llamada, es que algo pasa. O el mundo se ha vuelto loco, o les interesa extraordinariamente el asunto. Sucedi¨® hace dos semanas. El tema: Maribel Verd¨². La respuesta: s¨ª. ?Hablar de Maribel? Claro, con gusto, se lo merece.
Una muestra, por orden alfab¨¦tico. Vicente Aranda: "Una veterana con un prodigioso dominio de s¨ª misma". Jos¨¦ Coronado: "Un camale¨®n, dulce, salvaje. Te la crees de criada y de marquesa". Guillermo del Toro: "Te ofrece esa rar¨ªsima combinaci¨®n de la actriz t¨¦cnicamente perfecta y la emoci¨®n a flor de piel". Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro: "Un prodigio de naturalidad". Gracia Querejeta: "Entusiasta, trabajadora, talentazo. Un regalo". David Trueba: "Una Gracita Morales con cuerpo de supermujer". Fernando Trueba: "Una actriz nata. Era, es y ser¨¢ muy buena". Antonio Resines: "Da sopas con honda. Nos lleva 15 a?os de ventaja a todos". Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n: "Una corredora de fondo. Su cara cuenta cada vez m¨¢s cosas". Jorge Sanz: "Desbordante de energ¨ªa. Madura, serena, ca?¨®n".
"Pas¨¦ a?os haciendo el amor en el cine siendo virgen. Le dec¨ªa a Ricardo Franco: '?C¨®mo me muevo, qu¨¦ cara pongo?"
"Ya he sido la m¨¢s 'sexy'. Es el turno de otra. He vivido, me han pasado cosas, y eso se ve"
"No soy de c¨ªrculos, no me postulo. A¨²n me sorprende que me llame un director. ?Por qu¨¦ yo?"
Todos adoran a la Verd¨². No siempre fue as¨ª. Vicente Aranda no la quer¨ªa ni ver. Odia las recomendaciones. Pero sus colaboradores Jaime Fern¨¢ndez Cid y Fernando Bauluz insist¨ªan. La chavala que han visto en la cafeter¨ªa es perfecta para la adolescente del El crimen del capit¨¢n S¨¢nchez, la cinta que preparan para TVE. El director cede. Que venga la ni?a. Se va a enterar. "Ten¨ªa 13 a?os, pero era una mujer. Ven¨ªa con su madre, y pens¨¦: ¨¦sta no dura un asalto. Le hice una prueba dur¨ªsima. Era tan buena que me rend¨ª". As¨ª fue c¨®mo un d¨ªa de 1984 la nieta del coronel Roll¨¢n se gan¨® a pulso el derecho a ser la hija del capit¨¢n S¨¢nchez. La primera otra vida de su vida.
"?Pod¨¦is bajar el aire, por favor? Hace un fr¨ªo que pela". Esta tarde, 23 a?os despu¨¦s, Maribel Verd¨² Roll¨¢n tirita en medio de la g¨¦lida blancura de este hotel de Madrid. "Es que soy muy friolera. Es lo malo de esta profesi¨®n. Los madrugones y el pasmo que pasas en los rodajes. F¨ªjate, con el cambio de tiempo me ha salido una calentura, ahora que tengo que hacerme fotos de promoci¨®n. La ley de Murphy, ya sabes. Pero no me quejo, ?eh? Vivo de esto, me apasiona mi trabajo y estamos muy bien pagados, no es como cavar en la M-30".
Verd¨² acaba de llegar de M¨¦xico DF, donde ha recogido el Premio Ariel por su interpretaci¨®n de una criada antifascista en El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro. El primer galard¨®n de entidad que cosecha esta actriz de 36 a?os que parece llevar siglos en pantalla. A la edad en que otros despuntan, ella acredita casi cinco quinquenios de oficio. La ni?a prodigio de El a?o de las luces o 27 horas (1986) creci¨® a ojos vista del respetable para convertirse en una actriz y una mujer de bandera capaz, al mismo tiempo, de parar el tr¨¢fico como modelo de ropa interior y de protagonizar algunas de las pel¨ªculas (Amantes, Belle ¨¦poque, La buena estrella) m¨¢s inolvidables de los noventa.
Fue con el nuevo milenio, a los 30 cumplidos, en plena resaca del bombazo de Y tu mam¨¢ tambi¨¦n, de Alfonso Cuar¨®n, cuando Verd¨² hizo mutis por el foro. Despu¨¦s de deslumbrar al mundo como la mujer definitivamente estilizada y adulta que inicia al sexo a unos adolescentes Gael Garc¨ªa Bernal y Diego Luna, Maribel se queda fuera de plano. De repente, despu¨¦s de veinte a?os en cartel, su nombre desaparece de los cr¨¦ditos. ?D¨®nde estaba la Verd¨²?
Hoy vuelve por donde sol¨ªa. Presenta pel¨ªcula, El ni?o de barro, del debutante Jorge Algora. La cr¨ªtica mundial se rinde a su trabajo ?Time afe¨® a Hollywood por no nominarla al Oscar en El laberinto del fauno, cuyo director celebra "el milagro" de conocerla?. Llueven ofertas. Con cuatro pel¨ªculas por estrenar, entre las que est¨¢n lo nuevo de Gonzalo Su¨¢rez y Gracia Querejeta, ¨¦ste puede ser el primer a?o de su segunda edad de oro. Y a¨²n le quedan tres y medio para la crisis de los 40.
Maribel est¨¢ delgada. Los ojos, los p¨®mulos y la boca son los imanes de un rostro anguloso, limpio, sin m¨¢s m¨¢cula que la calentura mexicana sobre el labio inferior. La camisa blanca bajo el pichi marengo y los vaqueros pitillo revelan un cuerpo menudo compensado con una rotunda delantera. Le sorprende la pregunta:
-Hay quien dice que ha tenido usted problemas de anorexia.
-?Qu¨¦ me cuentas? Si algo no ser¨ªa jam¨¢s es anor¨¦xica, porque lo que m¨¢s me gusta es comer. Rodando, si no como bien, me pongo de mala leche. Si hubiera tenido anorexia, lo hubiera contado para ayudar. No. Es m¨¢s f¨¢cil. De ni?a era un palo, como mis hermanas, pero con m¨¢s tetas. De los 18 a los 25 me puse redonda, ser¨ªa la edad. Era tremendo, s¨ª. De pasar por una obra y ?uuoooo!, o¨ªr de todo. Pero luego me qued¨¦ como estaba. Llevo a?os as¨ª. Con la edad te afilas, te estilizas, afortunadamente.
-Sus ¨²ltimos papeles, como Mercedes en El laberinto del fauno, explotan ese aspecto. Son mujeres sufrientes, consumidas.
-Hace tiempo de eso. Acu¨¦rdate de La buena estrella. Pero s¨ª, ahora hago de sufridora, salgo a pelo y no me importa. Ya no tengo esa presi¨®n de estar ca?¨®n, de tener que ir con el escote Bellucci. Ya sabe toda Espa?a c¨®mo son mis tetas y mi culo. Ya he sido la m¨¢s sexy. ?Qu¨¦ voy a hacer, seguir jugando a eso? No. Es el turno de otra.
-Algunos la han comparado incluso con Lola Gaos o la Terele P¨¢vez de Los santos inocentes.
-Ya, hija, lo le¨ª y me emocion¨® tanto. Porque eso no es s¨®lo un f¨ªsico, hay algo m¨¢s. Tengo 36 a?os, he vivido, me han pasado cosas, he tenido experiencias m¨ªas y de mi gente, y todo eso se te queda dentro y sale. Hay un poso, una madurez, y la c¨¢mara lo ve porque son vivencias tuyas.
-Pero usted empez¨® en esto con 13 a?os.
-Yo me he tirado a?os haciendo en el cine cosas que no hab¨ªa hecho en la vida. Haciendo el amor siendo virgen, por ejemplo. ?Y c¨®mo lo hac¨ªa? Pues preguntando. A Ricardo Franco, mi director en El sue?o de T¨¢nger. Entonces yo ten¨ªa 14 a?os, y le dec¨ªa: "Ricardito, a ver, ponme encima de ti y mu¨¦veme. ?Qu¨¦ hago, qu¨¦ cara pongo?". O a mis amigas. Me buscaba la vida, chica.
Madrid, 1984. Segundo a?o del primer Gobierno socialista. Mar¨ªa Isabel Verd¨² Roll¨¢n es la estrella de las pupilas del Santo ?ngel de la Guarda, un colegio de monjas del barrio de Arg¨¹elles, en Madrid. Pizpireta, algo dentona ?"Bugs Bunny, me llamaban"?, pero insultantemente fotog¨¦nica, sale alguna vez en la tele y las revistas. Es la ni?a de la lana Ping¨¹in Esmeralda, la escolar de McDonald's, la pollita de El Corte Ingl¨¦s. "Mi t¨ªa vio un anuncio y empec¨¦ a ir a castings con mi madre. Me pagaban 35.000 pesetas a 90 d¨ªas. Era mi dinero. Lo met¨ªa dentro de A sangre fr¨ªa. Siempre me recuerdo con un libro a cuestas".
La modelo vive con sus abuelos ?el coronel de Artiller¨ªa Anastasio Roll¨¢n y su esposa, Isabel? y sus 15 t¨ªos y t¨ªas en un enorme piso militar. "Estaba all¨ª porque mi madre quer¨ªa que fuera a su colegio. Era una esquizofrenia maravillosa. Mis t¨ªos me llevaban a las manifestaciones de izquierdas, y mi abuela, a misa. Yo era feliz en un sitio y en otro". Bel se sabe al dedillo las rutas del metro y los autobuses de Madrid. El viernes coge el autocar ?"mi camioneta, mi Blasa"? y enfila a San Jos¨¦ de Valderas, el barrio donde residen sus padres y sus hermanas, las gemelas Marina y Carlota, cinco a?os menores. "Un abismo entonces. Ahora somos una, pero cuando nacieron me puse celos¨ªsima. Intent¨¦ asfixiarlas".
En Arg¨¹elles, Bel no ten¨ªa competencia. "Llegaba del cole con mi amiga Nuria. Hac¨ªamos los deberes, merend¨¢bamos un s¨¢ndwich de mortadela y salsa rosa y un colacao con galletas, y jug¨¢bamos a Los ¨¢ngeles de Charlie. Yo era Kelly, la morena que hac¨ªa Jaclyn Smith, y Nuria era Sabrina, la pelirroja. Pas¨¢bamos la tarde haciendo posturitas y matando a mis t¨ªos por toda la casa. No s¨¦ si jugaba a agente secreto o a ser detective sin arriesgar el pellejo. Lo de actriz, ni sab¨ªa lo que era".
-A lo mejor quer¨ªa vivir otras vidas.
-Absolutamente.
Maribel vive lo que cuenta. Hace voces, pone caras, se levanta y clava el escorzo de pistolera ca?¨®n para desplomarse luego muerta de risa en el sof¨¢. Puedes verla a los 12 a?os con "la falda a cuadros, el cisne blanco, el pico azul y los leotardos hasta los sobacos" del uniforme. La oyes poner patas arriba el despacho del coronel. Casi hueles la mortadela del bocadillo que se zampaba viendo a Pippi Langstrum ?"mi ¨ªdolo"? en la tele del sal¨®n. Una de esas tardes, paseando "ciega de gominolas" con Nuria, entra en el bar de los estudios Cinearte. "Ped¨ª una manzanilla, para la tripa". Fernando Bauluz y Jaime Fern¨¢ndez, en la barra, se fijan en la colegiala descompuesta. El resto est¨¢ en las filmotecas.
Maribel ampl¨ªa horizontes. Se busca un representante: "Me dijeron que era lo que ten¨ªa que hacer para trabajar en esto, nadie me sugiri¨® que hiciera arte dram¨¢tico. Dej¨¦ los estudios con 16 a?os. Mi escuela ha sido el trabajo y la vida". Combina los castings de publicidad con los de cine: "Siempre nos encontr¨¢bamos Aitana [S¨¢nchez-Gij¨®n], Emma [Su¨¢rez] y yo". La ni?a ?es la peque?a de las tres? arrasa.
S¨¢nchez-Gij¨®n a¨²n recuerda la prueba de reparto de Segunda ense?anza, la serie televisiva de Pedro Mas¨® en los ochenta. "Yo ten¨ªa 16 a?os, y Maribel, 14. ?ramos cientos. Era un mico, pero qu¨¦ dominio, qu¨¦ poder ante la c¨¢mara. Cuando acab¨®, Pedro nos dijo: 'Esto es una actriz'. Lo era y lo es. Una mujer bell¨ªsima y una actriz maravillosa. Ha trabajado con los mejores, a¨²n es muy joven, ha hecho una variedad infinita de personajes, y lo que est¨¢ por llegar. Todav¨ªa tiene un potencial enorme".
Corre la voz en el gremio. Hay una chavala nueva que es la bomba. El v¨ªdeo de Maribel circula por las productoras. Fernando Trueba busca chica para El a?o de las luces. Es verla y quererla. "Ten¨ªa 15 a?os, pero la ve¨ªas en plano y sent¨ªas que hab¨ªa nacido para esto", dice hoy. "Ten¨ªa una belleza incre¨ªble, pero, sobre todo, mucha verdad, sinceridad en lo que hac¨ªa. Me alegro de haber registrado aquel momento de Maribel. Fue una suerte para la pel¨ªcula, no me la puedo imaginar sin ella".
Jorge Sanz fue el primer amor de Maribel en pantalla. Antes hab¨ªa rodado El sue?o de T¨¢nger, de Ricardo Franco, donde hizo su primer desnudo, pero tard¨® seis a?os en estrenarse. As¨ª que para don Anastasio y do?a Isabel, ¨¦sos fueron los primeros besos de su nieta, aunque fueran "de mentira". Bel adoraba a su abuela. Que la ni?a hiciera pel¨ªculas no fue plato de gusto. "Despu¨¦s de los anuncios, el cine fue el acabose". Luego, con el ¨¦xito, se les pas¨® el sofoco. Pero do?a Isabel se llev¨® a la tumba en 1991 la duda de si Bel y Jorge se besaban o no "a trav¨¦s de un cristal especial, finito, invisible; de verdad, abuela".
El implicado delata a la embustera. "De cristal, nada", r¨ªe Sanz. "Yo ten¨ªa 16 a?os; ella, 15. Era una ni?ita, tierna, una bendita. Nos hicimos grand¨ªsimos amigos, hemos crecido juntos. Luego hicimos muchas pelis: Belle ¨¦poque, Amantes. Hemos jugado, hemos hablado, nos ha pasado de todo. Trueba dice que somos como hermanos incestuosos, y no ser¨¦ yo quien lo niegue".
La que s¨ª ve¨ªa en directo los besos era la hija del coronel. Isabel Roll¨¢n acompa?¨® a su primog¨¦nita a plat¨®s y escenarios hasta que cumpli¨® 18 a?os. "Era lo menos madre de artista que te imagines. Mi madre es muy liberal", dice Verd¨². "Me cuidaba, pero tambi¨¦n hac¨ªa su vida. Cuando dej¨® de venir la ech¨¦ mucho de menos". Para entonces hab¨ªa rodado 12 pel¨ªculas. Un curr¨ªculo a¨²n m¨¢s demoledor si se observa la n¨®mina de directores: Franco, Aranda, Trueba, Armend¨¢riz, De la Iglesia, Mart¨ªnez L¨¢zaro. Todo, siendo menor de edad. Ya lo dijo Aranda. Una cr¨ªa en el carn¨¦. Una real mujer en pantalla. Y en persona.
Maribel no niega haber sufrido acoso sexual por parte de cierto compa?ero de reparto al inicio de su carrera. "Fue algo horrible, pero aislado. He tenido que dar muchos cortes en mi vida, pero la cosa nunca pas¨® a mayores". Libre de sospecha, Sanz se autoinculpa: "Era una jamona y lo sigue siendo; ahora, pata negra. Le entraban muchos, pero los tiene muy bien puestos. D¨ªmelo a m¨ª, que la he acosado toda la vida".
En el hotel, Verd¨² ha entrado en calor. Habla como si te conociera de toda la vida.
-Usted entra muy joven en un mundo de adultos. ?Tiene la sensaci¨®n de haberse perdido su adolescencia?
-?Pero qu¨¦ va! Yo he jugado al pa?uelo, al rescate, he ido d¨ªas enteros a la piscina con mis amigos. Conserv¨¦ a los de siempre y encima conoc¨ª a mucha gente extraordinaria. Me lo he pasado bomba antes, durante y despu¨¦s de las pel¨ªculas.
-?Se sent¨ªa desplazada entre gente que le doblaba la edad? ?Se aburr¨ªa?
-Jam¨¢s. No sent¨ªa que me trataran con paternalismo. No iba de ni?a buscando protecci¨®n. Siempre he sido muy inquieta y he querido aprender de todo. Buscaba amigos, colegas, que me trataran de t¨² a t¨². Y creo que m¨¢s o menos lo consegu¨ªa.
-?De qu¨¦ hablaban?
-De todo. Mucho, de libros. Les ped¨ªa consejo. No sabes la de t¨ªtulos que me ha descubierto Trueba. O Eloy de la Iglesia. O la Sard¨¢ [dramatiza]: le dec¨ªa: "Rosa, no puedo con Asimov, no me gusta la ciencia-ficci¨®n", y me contestaba: "Pues c¨®gete Rojo y negro, de Stendhal". Y lo le¨ªa todo. Eso s¨ª lo puedo decir. No soy una mujer culta ni preparada, pero s¨ª una t¨ªa le¨ªda. Y luego est¨¢ Ricardo Franco, mi gran amigo en la profesi¨®n. Cuando me pasa algo bonito, me acuerdo de ¨¦l, se morir¨ªa de la emoci¨®n.
La que casi fenece fue ella, el 20 de marzo, en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de M¨¦xico. Al o¨ªr su nombre como ganadora del Ariel, la Verd¨² se deshace en llanto. "Estoy tan acostumbrada a poner cara de divina para que gane otra, que me qued¨¦ muda. Fue muy emocionante". Maribel no exagera. Cuatro veces nominada a un Goya ?por Amantes, La buena estrella, La Celestina y El laberinto del fauno? para no llevarse ninguno. La ¨²ltima temporada, adem¨¢s, siempre o¨ªa el mismo nombre, el de su "amiga" Pen¨¦lope Cruz.
-?Se ha sentido algo eclipsada por ella?
-En absoluto. Pen¨¦lope hizo un trabajo maravilloso, era su a?o. Los premios son as¨ª, se tienen que juntar muchos factores. Como entres en esa carrera, lo pasas fatal. Carmen Maura siempre dice que su mejor papel fue el de La ley del deseo y no le dieron ni un premio de discoteca de pueblo.
Y se parte de risa. Entusiasta. Alegre. Luminosa. Pura energ¨ªa. As¨ª definen a Maribel sus colegas. Viendo su filmograf¨ªa se constata que quien trabaja con ella, repite. David Trueba no la ha dirigido ?"no ha habido ocasi¨®n"?, pero tiene una teor¨ªa al respecto. "Es un c¨®ctel de fidelidad, entrega y entusiasmo que hace que los directores quieran repetir. Es de la estirpe de Alfredo Landa, de Lola Flores. Artistas de raza, buen¨ªsimos, pero que han generado cierto desprecio. En este pa¨ªs tenemos el papanatismo de no apreciar lo cercano. Algunos han tenido que o¨ªrlo de fuera para admitir que Maribel es excepcional. Y luego ha tenido que vencer los prejuicios derivados de su presencia explosiva".
Trueba se refiere a la d¨¦cada de los noventa. La primera edad dorada de Maribel. Una Verd¨² plena, en todos los sentidos, omnipresente en la cartelera. "Se convirti¨® en un t¨®tem sexual. Los camioneros la idolatraban. Lo m¨¢s sutil que se o¨ªa es que estaba muy buena", escribe Luis Alegre en La novia so?ada (Festival de Lorca, 2003). El t¨ªtulo de la biograf¨ªa ilustra la pasi¨®n del autor por Maribel. "Los intelectuales de las cejas altas la despachaban as¨ª", dice. "Mientras otras ten¨ªan misterio, enigma, Maribel era la maciza. Luego se comieron sus palabras".
Pero estamos en 1995. 'Playboy' la proclama la mujer m¨¢s sexy de Espa?a. Los carteles a tama?o natural donde luce la lencer¨ªa Little Kiss desaparecen por las noches de las marquesinas. "Los rob¨¢bamos Luis Alegre y yo", dice Jorge Sanz. Antonio Resines y Jos¨¦ Coronado, otros "amigos del alma", tambi¨¦n confiesan. Coronado sustituye a Sanz como pareja oficial de Maribel en el cine. "Es de las que se ponen el casco para ir a trabajar. Irresponsablemente valiente, busca el resultado final m¨¢s que su lucimiento en pantalla. Y luego es una sinverg¨¹enza de cuidado. A la m¨ªnima te dejaba con el culo al aire delante de todo el equipo".
Maribel ha crecido. Despu¨¦s de a?os de hacer en el cine cosas que no hab¨ªa hecho nunca, empieza a desquitarse. Tras una relaci¨®n de un a?o con el veterano director Antonio Gim¨¦nez Rico ?"mi primer amor"?, vive "a?os locos". "Digamos que, de los 19 a los 23, recuper¨¦ el tiempo perdido". Ricardo Franco le hace el ¨²ltimo regalo. Su papel en La buena estrella (1997) revela una nueva Maribel. Tuerta, d¨¦bil, desesperada. Resines la vio: "Hac¨ªa un trabajo endemoniado con precisi¨®n de relojer¨ªa. Ricardo confiaba en ella. Del que no se fiaba era de m¨ª. Por eso, al acabar una escena, me jaleaba y a ella no. Es tan buena que le pasa como a esos hijos que traen siempre sobresaliente y ya no impresionan. Se les da por supuesto".
Cuando cambia el siglo, Maribel es una veterana. Tiene 30 a?os. En 1999 se casa con el productor Pedro Larra?aga. Alterna el teatro ?nunca ha dejado las tablas; algunos a¨²n recuerdan a una Do?a In¨¦s adolescente, muerta de fr¨ªo, c¨®mo no, ensayando el Tenorio en Alcal¨¢ de Henares? con pel¨ªculas nacionales. Hasta que Cuar¨®n llama a su puerta.
El director mexicano ?Como agua para chocolate, Harry Potter? llega a Madrid en busca de una actriz de unos 30 a?os para Y tu mam¨¢ tambi¨¦n. "Me vino acojonado, le daba corte ofrecerme un papel tan atrevido. A m¨ª, que soy la menos conservadora del mundo. Los chicos se pasaron el rodaje pidi¨¦ndome disculpas. Me tuvieron en palmitas, como a una diva". Los chicos ?Gael Garc¨ªa Bernal y Diego Luna? y la diva saltan al estrellato mundial.
"Yo vi c¨®mo Helen Hunt se le puso de rodillas en el festival de Venecia", jura Alegre. Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, que se pas¨® 2001 presentando por el mundo su El otro lado de la cama, lo confirma. "Maribel era la sensaci¨®n internacional. Directores, productores, actores?, todos me preguntaban por ella. Si no se subi¨® a ese carro fue porque no quiso. Es lista como el hambre. Quiz¨¢ no le apetezca hacer de latina en la superproducci¨®n de turno, o pagar los peajes para triunfar en un territorio duro, lejos de su mundo, donde es feliz".
"Ya que me lo preguntas, s¨ª, he rechazado ofertas", confirma la aludida. "De Ben Affleck, para hacer Daredevil, que mira qu¨¦ bien le vino luego porque el papel lo hizo Jennifer Garner y se cas¨® con ella. De Tony Scott, para hacer de abogada con Denzel Washington y Cristopher Walken. No me veo. Me sube el est¨®mago a la boca. Me da miedo tirarme siete meses en Los ?ngeles. S¨¦ que voy a ser desdichada, infeliz. No es mi vida, no me compensa. En ese sentido s¨ª soy cobarde; conservadora, si quieres. Y no, no estoy dispuesta a ir a una fiesta ni a una cena por tener que ir. No soy de c¨ªrculos, de camarillas. A¨²n me sorprende cuando me llama un director. Siempre pregunto: ?por qu¨¦ yo? Porque no me vendo, no me postulo. Soy brutota y respondona. Ni soy diplom¨¢tica, ni s¨¦ serlo".
-Como cuando dijo que prefer¨ªa tener un perro a un hijo.
-Pues mira, s¨ª. Siempre me preguntan por qu¨¦ no soy madre, como si tuviera que serlo a la fuerza. A veces me dan ganas de decir que no tengo ¨²tero. A mi madre se lo quitaron con 33 a?os. No tengo instinto maternal, ?y qu¨¦?
-Tras el boom de Y tu mam¨¢ tambi¨¦n y hasta El laberinto del fauno, desapareci¨® usted del mapa. ?Qu¨¦ pas¨®?
-Que lo que me ofrec¨ªan en cine era p¨¦simo, simplemente. Lo hab¨ªa visto con otros compa?eros; de repente, no te llaman. Y pens¨¦: ya est¨¢, me ha tocado; los grandes, los que me interesan, me han olvidado. Pero lo he vivido de una manera tan natural que me he sorprendido. Estoy tan plena, soy tan feliz en la vida y en el trabajo, que s¨¦ que puedo afrontar el futuro con tranquilidad. Que me quiten lo bailao.
'El ni?o de barro' se estrena el d¨ªa 18 de mayo. 'Oviedo Express', de Gonzalo Su¨¢rez; 'La zona', de Rodigo Pl¨¢, y 'Siete mesas de billar franc¨¦s', de Gracia Querejeta, est¨¢n pendientes de estreno.
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