Pilar Mompe¨®n de N¨®, presidenta de honor del 'Heraldo de Arag¨®n'

Su casa era el Heraldo, all¨ª vivi¨® toda su vida y all¨ª muri¨®, en el mismo edificio en el que se encuentra el decano de la prensa aragonesa; sobre la redacci¨®n, su domicilio era una prolongaci¨®n del peri¨®dico al que estuvo ligada desde siempre. Era la segunda hija de Antonio Mompe¨®n Motos, director gerente del Heraldo desde 1909, y de Josefina de N¨® y de la Pe?a. Pilar Mompe¨®n, como su madre y su hermana Josefina, fueron mujeres que vivieron para la empresa y que presidieron su Consejo de Administraci¨®n.

Si su madre al enviudar en 1940 tuvo que hacerse cargo del consejo, luego fueron ella y su hermana quienes de forma alternativa ocuparon desde 1961 la presidencia y la vicepresidencia. Hasta el ¨²ltimo momento permaneci¨® vinculada a ella aunque, el 24 de septiembre de 2000, a petici¨®n propia, pas¨® a desempe?ar la presidencia de honor y fue su hija, Pilar Yarza, quien ocup¨® desde entonces el cargo de presidenta-editora. Su hijo Fernando es vicepresidente del consejo.

Quienes la conocieron hablan de una mujer elegante, educada en los h¨¢bitos de la burgues¨ªa zaragozana, extremadamente discreta y amante de todos los deportes. Hasta hace bien poco tiempo todav¨ªa nadaba en el mar. Casada con el radi¨®logo Fernando de Yarza Garc¨ªa, que tambi¨¦n form¨® parte del Consejo de Administraci¨®n del Heraldo de Arag¨®n. Tuvo tres hijos, Pilar, Fernando y Antonio, un excelente periodista que muri¨® prematuramente cuando el peri¨®dico afrontaba una de sus reformas, la que jubil¨® el plomo y dio paso a las nuevas tecnolog¨ªas.

Pero sin duda, el d¨ªa en que quienes la conocen aseguran fue uno de los mejores de su vida, fue cuando en la medianoche del 26 de enero de 2003 ella fue quien puls¨® el bot¨®n de la rotativa para que el diario dejase atr¨¢s su viejo formato y pasase a tabloide: su ¨²ltima y m¨¢s importante reforma.

Lejos quedaban los a?os duros de la Guerra Civil y la posguerra en los que junto a su hermana, fue el mejor apoyo de su madre, Josefina de N¨®, cuando en 1940, se produjo la destituci¨®n gubernativa del director del diario y de varios redactores, la imposici¨®n de una multa elevad¨ªsima y la supresi¨®n casi completa del cupo de papel prensa. En el Heraldo, la recuerdan con enorme cari?o y se resalta que ya est¨¢ en el peri¨®dico "la quinta generaci¨®n familiar, representada por sus nietos Paloma, Fernando e ??igo".