Zapatero resuelve con una orden la cesi¨®n a Barcelona del castillo de Montju?c

Barcelona recuperar¨¢ el jueves el castillo de Montju?c. Ese d¨ªa se publicar¨¢ en el Bolet¨ªn Oficial del Estado la orden del Ministerio de Econom¨ªa que as¨ª lo dispone y que ayer presentaron el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Una escueta orden suplir¨¢ la ley que deb¨ªa ceder el castillo y que est¨¢ bloqueada en el Congreso. La instalaci¨®n acoger¨¢ un Centro por la Paz y en ella ondear¨¢n las banderas europea, espa?ola, catalana y de Barcelona. Las administraciones acuerdan buscar otro emplazamiento para el ret¨¦n militar en tres a?os.

"El castillo de Montju?c, testigo de acontecimientos hist¨®ricos de amargo recuerdo...". As¨ª arrancaba el proyecto de ley que aprob¨® el Gobierno el 17 de marzo del a?o pasado. Una ley promovida por el anterior ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, y que cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa en Barcelona por la terminolog¨ªa que adoptaba -"el Centro por la Paz debe enaltecer a Barcelona, Catalu?a y Espa?a sin herir la memoria de los que all¨ª murieron", continuaba aquella exposici¨®n de motivos- y porque impon¨ªa condiciones, como la permanencia de las antenas militares instaladas y el personal necesario y el acuerdo un¨¢nime de las tres administraciones para tomar decisiones sobre la fortaleza.

Aquel texto quedar¨¢ retirado por "in¨²til", dijo ayer el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, tras el encuentro que mantuvo con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y que sirvi¨® para sellar la cesi¨®n del castillo.

La orden de Econom¨ªa y Hacienda es as¨¦ptica. Justifica jur¨ªdicamente que la f¨®rmula no es aquel proyecto de ley de Bono, sino una orden ministerial de cesi¨®n del patrimonio de las Administraciones P¨²blicas. En la propuesta sostiene que el "inmueble denominado" castillo de Montju?c se destinar¨¢ a Centro por la Paz y que se regir¨¢ por un consorcio en el que participar¨¢n "al menos" las tres administraciones.

Ese consorcio, aclar¨® Hereu, supone la derogaci¨®n del actual patronato que tomaba las decisiones sobre el castillo, integrado por representantes de Defensa y de la ciudad. Un patronato en el que la ¨²ltima palabra la ten¨ªan los militares.

En el punto segundo de la orden se precisa que las "administraciones se comprometen a encontrar un emplazamiento alternativo para las instalaciones de antenas en un plazo m¨¢ximo de tres a?os". Y en el tercero argumenta "que dado el car¨¢cter p¨²blico del edificio y para reflejar la colaboraci¨®n de las administraciones concernidas en el proyecto del Centro por la Paz, ondear¨¢n las banderas de Espa?a, Catalu?a, Barcelona y la Uni¨®n Europea".

Las antenas y el ret¨¦n militar que custodia el castillo seguir¨¢n all¨ª tras su cesi¨®n al Ayuntamiento y hasta que se encuentre un emplazamiento alternativo. Adem¨¢s del Centro de Transmisiones del Ej¨¦rcito, las antenas dan servicio a Protecci¨®n Civil, la Guardia Urbana o la Cruz Roja, entre otros organismos.

Hereu se defendi¨® de las acusaciones de "electoralismo" que le han llovido desde sus aliados y de la oposici¨®n por el momento del acuerdo, a 10 d¨ªas de la campa?a electoral: "No creo que las citas electorales tengan que paralizar las cosas de la ciudad, sobre todo si se trata de un buen acuerdo para Barcelona". La demanda de que el castillo fuese cedido a la ciudad se plante¨® hace a?os y ha sido motivo de sucesivos pronunciamientos y mociones tanto del consistorio como del Congreso. Una de las primeras se produjo hace m¨¢s de seis a?os. Fue presentada por Esquerra Republicana en el Congreso. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se comprometi¨® en la campa?a para las elecciones generales de 2004 a ceder "sin condiciones" el castillo a la ciudad.

De ese compromiso naci¨® la ley que impuls¨® Bono y que condicion¨® la cesi¨®n a que la bandera espa?ola ondeara en "sitio preferente" y que las antenas y el destacamento permanecer¨ªan. Aquel proyecto de ley ha dormido en el en el Congreso. Y la patata caliente que supon¨ªa desdecirse de un proyecto de ley se ha resuelto cambiando el m¨¦todo por una orden ministerial.