La ministra de Exteriores de Israel desaf¨ªa a Olmert y exige su dimisi¨®n
Tzipi Livni anuncia al primer ministro que le disputar¨¢ la jefatura del partido Kadima
La de ayer fue una jornada de v¨¦rtigo en Israel, plena de rumores sobre el porvenir de un Gobierno que se tambalea por las conclusiones del informe de una comisi¨®n oficial sobre la reciente guerra de L¨ªbano, y de la que se puede extraer una conclusi¨®n: la lucha por el poder en Kadima, el partido del primer ministro, Ehud Olmert, es feroz. La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, se decidi¨® a dar un golpe de efecto. Se reuni¨® con Olmert, le pidi¨® la dimisi¨®n y anunci¨® que batallar¨¢ por arrebatarle el liderazgo. Parad¨®jicamente, desde dentro del Ejecutivo.
"Convocar elecciones generales ser¨ªa un error. Israel necesita estabilidad", dijo Livni
En el sistema pol¨ªtico israel¨ª, marcado por un acentuado personalismo, es posible lo m¨¢s inveros¨ªmil. Y m¨¢s cuando a¨²n colean los efectos de una guerra -en este caso, la de L¨ªbano del verano pasado-, que suelen tener consecuencias devastadoras para cualquier Gobierno por prestigioso que sea. Y el de Olmert no lo es. Tras la reuni¨®n con el jefe del Ejecutivo, Livni compareci¨® en una conferencia de prensa para anunciar que hab¨ªa reclamado a Olmert su renuncia, pero al mismo tiempo aseguraba que permanec¨ªa en su cargo como responsable de la diplomacia. "Le he dicho que dimitir ser¨ªa lo correcto. No es un asunto personal entre el primer ministro y yo. Pero ahora es necesario un cambio a gran escala", declar¨® la dirigente.
A pesar de los movimientos rocambolescos de Livni, su estrategia tiene coherencia. Sabedora de que en unas elecciones anticipadas el l¨ªder del derechista Likud, Benjam¨ªn Netanyahu, lleva las de ganar, Livni prefiere esperar a unas primarias en Kadima para luego intentar formar Gobierno en el actual Parlamento con el apoyo de los 29 diputados de su partido y los dem¨¢s grupos que respaldan al actual Ejecutivo.
"Creo que convocar elecciones generales ser¨ªan un error. Israel necesita estabilidad. Si el primer ministro decide dimitir, el Parlamento podr¨ªa formar un nuevo Gobierno amplio que aborde los desaf¨ªos que afrontamos", afirm¨® Livni. Pocas dudas caben de que la dirigente de 48 a?os se postular¨ªa para trasladarse a la Oficina del Primer Ministro, aunque de momento no a trav¨¦s de las urnas, porque Kadima no est¨¢ en condiciones para someterse al veredicto del electorado en unos comicios anticipados. Las encuestas apuntan a que Netanyahu obtendr¨ªa una holgada victoria. Un sondeo publicado ayer es revelador: Bibi se alzar¨ªa con 30 de los 120 esca?os y Kadima se hundir¨ªa hasta los 12. Justo la situaci¨®n inversa a la actual.
"Kadima necesita elegir un liderazgo en unas elecciones primarias, y cuando ese momento llegue tengo la intenci¨®n de presentar mi candidatura", anunci¨® Livni, que se esforz¨® por dar una imagen de estadista porque adujo que es imprescindible mantener la estabilidad del pa¨ªs. "Ahora es tiempo de restaurar la confianza p¨²blica en el Gobierno". Una meta que ella sabe harto improbable, dado que los ¨ªndices de popularidad de Olmert no superan el 3%.
Olmert, sin embargo, se aferra a una actitud numantina. "A todos los que se apresuran a obtener provecho del informe [de la comisi¨®n Winograd sobre la guerra de L¨ªbano], les digo que no tengan prisa", advirti¨® tras la reuni¨®n matinal del Ejecutivo.
Es evidente qui¨¦n era la destinataria de sus palabras. Pasadas las nueve de la noche, se anunci¨® que el grupo parlamentario de Kadima hab¨ªa respaldado al gobernante. Lo dijo el viceprimer ministro Sim¨®n Peres sin ofrecer detalles.
Constantes rumores sobre dimisiones y destituciones jalonaron la jornada. Asesores del ministro de Defensa, el laborista Amir Peretz, se?alaron a varios medios que ¨¦ste se dispon¨ªa a abandonar el barco. Tras la rueda de prensa de Livni, uno de los principales consejeros de Olmert, Tal Zilberstein, afirm¨® que el primer ministro s¨®lo ten¨ªa una opci¨®n: destituir a la titular de Exteriores. S¨®lo una dimisi¨®n se consum¨®, la del jefe del grupo parlamentario de Kadima, Avigdor Yitzhaki, que apoya a Livni.
La batalla por el poder puede aplazarse, pero todo apunta a que el par¨¦ntesis ser¨¢ breve porque la tensi¨®n en el partido dominante alcanza l¨ªmites insoportables. Un asesor del jefe del Ejecutivo se?alaba al diario Haaretz: "Tzipi siempre se ha presentado como limpia y justa, pero est¨¢ haciendo algo que es inaceptable: una viceprimera ministra est¨¢ socavando el poder de Olmert abiertamente... En ning¨²n Gobierno que funcione adecuadamente en el mundo este fen¨®meno es aceptable".
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