Una comedia humana
La cada vez m¨¢s infrecuente mec¨¢nica del boca a oreja convirti¨® la comedia argentina No sos vos, soy yo (2004) en eso que la terminolog¨ªa del gremio denomina un sleeper, un ¨¦xito inesperado capaz de encontrar a su (no necesariamente masivo) p¨²blico entre la estridencia de los caballos ganadores y las apuestas seguras de mercado. ?Qui¨¦n dice que es f¨¢cil? vuelve a unir al director Juan Taratuto con su estrella Diego Peretti, perfecto h¨ªbrido de Gabriel Byrne y Adriano Celentano, en lo que no es tanto una repetici¨®n de la jugada como una nueva y estimulante dislocaci¨®n de los esquemas de la comedia rom¨¢ntica.
Con un gui¨®n escrito por Pablo Solarz, que firm¨® las Historias m¨ªnimas (2002) de Carlos Sor¨ªn, ?Qui¨¦n dice... plantea el tema de la atracci¨®n de contrarios, a partir de la progresiva ¨®smosis afectiva entre un neur¨®tico irredento (Peretti) y un esp¨ªritu libre (Carolina Peleritti), que acaban descubri¨¦ndose como dispares modulaciones de una misma soledad. A pesar de que, en la era pos-Farrelly, la comedia rom¨¢ntica norteamericana haya incorporado la escatolog¨ªa a su repertorio de recursos, la pel¨ªcula de Taratuto flirtea a ratos con una sordidez ferozmente humana, que marca las distancias con respecto a esos modelos. Las escenas con la asistenta consiguen, en este sentido, localizar yacimientos de ternura en territorios insospechados.
?QUI?N DICE QUE ES F?CIL?
Direcci¨®n: Juan Taratuto. Int¨¦rpretes: Diego Peretti, Carolina Peleritti, Daniel Rabinovich, Guillermo Toledo. G¨¦nero: comedia. Argentina-Espa?a, 2007. Duraci¨®n: 108 minutos.
Al ver ?Qui¨¦n dice... tuvo este cr¨ªtico la impresi¨®n de que Taratuto, partiendo de cierto Woody Allen, rescata algo de la mejor comedia italiana y podr¨ªa haber llegado a rozar la po¨¦tica del desvalimiento de Aki Kaurism?ki en versi¨®n porte?a (y, por tanto, verbosa), pero a¨²n le falta algo para alcanzar ese destino deseable. Condicionada por cierto desali?o formal, ?Qui¨¦n dice... confirma a un cineasta capaz de sortear los peligros del sentimentalismo con un infrecuente control de la amargura y la carga de profundidad (c¨®mica).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.