Cien mil israel¨ªes exigen la dimisi¨®n de Olmert en las calles de Tel Aviv
Colonos radicales y gente de izquierda, unidos contra el primer ministro
Se respiraba frustraci¨®n anoche en Tel Aviv. La manifestaci¨®n convocada por varias ONG -principalmente los familiares de soldados muertos en la guerra de L¨ªbano, reservistas del Ej¨¦rcito y organizaciones que examinan la actuaci¨®n del Gobierno- logr¨® concitar a decenas de miles de personas bajo un lema que todos coreaban: "Olmert, vete a casa". Fue inusual observar en una protesta a colonos radicales, fan¨¢ticos religiosos y gente de izquierdas que s¨®lo coinciden en la profunda antipat¨ªa que suscita el primer ministro.
La plaza Rabin, donde fuera asesinado en noviembre de 1995 el ex primer ministro Isaac Rabin, no se llen¨® a rebosar como en otros acontecimientos. Sin duda influy¨® que los organizadores rechazaran la participaci¨®n como oradores de cualquier l¨ªder pol¨ªtico. La polic¨ªa inform¨® de que unas 80.000 personas -otras fuentes elevaban la cifra a m¨¢s de 100.000-, llegadas de todos los rincones del Estado jud¨ªo, asistieron al acto presidido por una pancarta en la que se le¨ªa: "Los fracasados que se marchen a casa". Tambi¨¦n alud¨ªan al ministro de Defensa, Amir Peretz.
Los asistentes -muchos con pegatinas que reclaman "elecciones ahora"- respond¨ªan a todas las tendencias pol¨ªticas. El hijo de Mirta, que se declara ecologista, muri¨® el pen¨²ltimo d¨ªa de la contienda, el 13 de agosto de 2006. Y poco le importa a su madre quien suceda a Ehud Olmert. S¨®lo quiere verle fuera del Gobierno. "Tiene que pagar un precio como yo lo pagu¨¦ con la muerte de mi hijo. El Ej¨¦rcito no hizo su trabajo porque no le dejaron... Habr¨ªa que haber arrasado todo Ait el Chaab, creo que fuimos demasiado buenos", comenta sobre el pueblo del sur liban¨¦s en el que falleci¨® su hijo tras recibir el impacto de un cohete.
Fue un buen lugar la plaza Rabin para apreciar la complejidad de la sociedad israel¨ª. Si la ecologista se mostraba partidaria de la mano m¨¢s dura, un coronel del Ej¨¦rcito en la reserva, un cincuent¨®n llamado Amnon Nachmias, se expresaba con talante mucho m¨¢s moderado. "Yo no acud¨ªa a filas desde 2002. El d¨¦cimo d¨ªa de la guerra me llam¨® mi comandante y me dijo que fuera, que hab¨ªa un descontrol total. No tengo toda la informaci¨®n para saber si la opci¨®n militar era la mejor, pero es que no se estudi¨® ninguna otra. Y desde que acab¨® la guerra, hace nueve meses, este Gobierno no ha hecho nada para solucionar los problemas".
Est¨¢ por ver el efecto de las movilizaciones. Ya ha sucedido en la breve historia de Israel que la presi¨®n popular derribara Gobiernos, y mucho m¨¢s fuertes que el actual. En 1974, pocos d¨ªas despu¨¦s de que la Comisi¨®n Agranat emitiera su informe sobre la guerra de Yom Kipur, Golda Meir dimiti¨® y con ella el Ejecutivo en bloque. Y eso que de ese Gobierno formaban parte carism¨¢ticos dirigentes como Moshe Dayan, Isaac Rabin, Abba Eban, Yigal Alon, incluso el incombustible Sim¨®n Peres, y que la comisi¨®n exculp¨® al estamento pol¨ªtico. Pero ahora los dirigentes israel¨ªes actuales no est¨¢n hechos de la misma pasta que aquellos que combatieron en los frentes de batalla.
Netanyahu pide elecciones anticipadas
Como no pod¨ªa ser de otro modo, el l¨ªder de la oposici¨®n y del Likud, el ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, exigi¨® ayer al jefe del Gobierno israel¨ª, Ehud Olmert, la dimisi¨®n inmediata y la convocatoria de elecciones anticipadas, s¨®lo 13 meses despu¨¦s de los ¨²ltimos comicios. "Quienes fracasan en la guerra no pueden ser quienes corrijan los errores", asegur¨® Netanyahu en la sesi¨®n del Parlamento dedicada a analizar el informe de la Comisi¨®n Winograd, que ha propinado un severo varapalo a Olmert por su conducci¨®n de la guerra contra Hezbol¨¢ en el verano de 2006.
"Hay que volver al pueblo porque no hay un liderazgo responsable y sensato", clam¨® Bibi, apodo del dirigente derechista. S¨®lo mediante unas elecciones podr¨ªa Netanyahu regresar a la jefatura del Ejecutivo, porque con su magra representaci¨®n parlamentaria -12 de los 120 esca?os de la Kneset- es imposible que pueda formar una coalici¨®n consistente. Sin embargo, las encuestas le otorgan 30 esca?os en la C¨¢mara, uno m¨¢s de los que ahora tiene Kadima, el partido de Olmert fundado por Ariel Sharon tras una escisi¨®n traum¨¢tica en el Likud. "Est¨¢ muy claro para todos que este Gobierno ha perdido la confianza de la opini¨®n p¨²blica", remach¨® Bibi.
Pero Olmert, que eludi¨® dirigirse a los diputados, no se rinde. Sim¨®n Peres, uno de sus viceprimeros ministros, respondi¨® al l¨ªder opositor. "Adem¨¢s de tener algo que decir, es necesario disponer de una mayor¨ªa en el Parlamento", dijo en alusi¨®n a Netan-yahu. Peres a?adi¨® que el Gobierno lo primero que debe hacer es tratar de reparar los errores que condujeron al desastre en la guerra contra Hezbol¨¢ en L¨ªbano.
La quiebra definitiva del Gobierno puede llegar por varios flancos. El 29 de mayo se celebran primarias en el Partido Laborista, principal socio del Ejecutivo, y seg¨²n qui¨¦n se alce con el triunfo, la coalici¨®n puede saltar por los aires.
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