Banalizar el saqueo
La mayor parte de los casos de corrupci¨®n p¨²blica ocurridos en Espa?a y en la mayor parte de los pa¨ªses de nuestro entorno en los ¨²ltimos a?os ha estado vinculada a la financiaci¨®n irregular de los partidos pol¨ªticos. De ah¨ª la significaci¨®n que adquiere la nueva ley de financiaci¨®n de los mismos, que se est¨¢ gestando. Atinar con la misma es poner trabas a esta excrecencia del sistema y mejorar la percepci¨®n del mundo de la pol¨ªtica.
B¨¢sicamente, ha habido tres v¨ªas de apoderamiento del dinero por parte de las formaciones pol¨ªticas, que han utilizado esta v¨ªa irregular y corrupta para financiarse y estar en mejores condiciones de competir que sus adversarios: la obtenci¨®n (directa o indirecta) de donativos procedentes de grandes empresas; la condonaci¨®n por parte de bancos y cajas de ahorro de las deudas crediticias de los partidos; y la utilizaci¨®n de las administraciones p¨²blicas bajo control partidario, en sus diferentes niveles, para el desv¨ªo de fondos.
Desde hace alg¨²n tiempo, sobre todo desde la emergencia de la corrupci¨®n urban¨ªstica al primer plano en detrimento de otras f¨®rmulas (la corrupci¨®n es una pr¨¢ctica social oculta y, como tal, dif¨ªcil de percibir, medir y cuantificar), es m¨¢s complicado saber el destino final del dinero acaparado: si ¨¦ste va, en su mayor parte, al partido corrupto, o a los bolsillos igualmente corruptos de quienes aparecen como representantes de la formaci¨®n pol¨ªtica.
Hay tres causas al menos, y distintas razones, que explican la importancia que la corrupci¨®n urban¨ªstica ha adquirido en nuestro pa¨ªs. Las causas: el extraordinario boom de la construcci¨®n (m¨¢s de 800.000 viviendas construidas en 2006, m¨¢s que en el Reino Unido, Alemania y Francia juntas); los perennes problemas de financiaci¨®n de las haciendas locales; y los cambios en las estructuras de financiaci¨®n de unas organizaciones partidistas que parecen depender cada vez m¨¢s de los fondos que las corporaciones locales destinan al sostenimiento de los grupos municipales. Las razones se pueden resumir del siguiente modo: no es que las autoridades locales espa?olas sean peores desde el punto de vista moral que las de otros pa¨ªses de nuestro entorno, sino que el marco institucional en el que se lleva a cabo la pol¨ªtica urban¨ªstica en Espa?a genera formidables incentivos para la corrupci¨®n, entre otros la enorme repercusi¨®n econ¨®mica de las decisiones p¨²blicas (en general, en manos de las autoridades locales) sobre los usos urban¨ªsticos. Por otra parte, los procedimientos de control interno de los ayuntamientos tienen muchas deficiencias y no se han actualizado a la luz de los nuevos usos corruptos que han ido apareciendo. Todo ello est¨¢ estudiado en el cap¨ªtulo sobre la incidencia de la corrupci¨®n en la democracia, del Informe sobre la democracia en Espa?a, de la Fundaci¨®n Alternativas, cuya investigaci¨®n ha corrido a cargo del profesor de la Universidad de Murcia, Fernando Jim¨¦nez S¨¢nchez.
El desider¨¢tum de estas pr¨¢cticas corruptas tiene su ejemplo en el Ayuntamiento de Marbella y en la llamada Operaci¨®n Malaya. En abril de 2006, el Gobierno tom¨® una decisi¨®n sin precedentes en la historia de la democracia: un Consejo de Ministros extraordinario aprob¨® la disoluci¨®n del Ayuntamiento marbell¨ª y encarg¨® su administraci¨®n a una comisi¨®n gestora hasta las siguientes elecciones municipales, las del pr¨®ximo d¨ªa 27. A pesar de la presencia del presidente de Gobierno la pasada semana, haciendo campa?a, todos los sondeos indican que el PP ganar¨¢ los pr¨®ximos comicios municipales en Marbella.
En Marbella, verdadero centro de saqueo organizado, una mafia enquistada en el Ayuntamiento obten¨ªa importantes comisiones procedentes de empresarios a cambio de decisiones administrativas (recalificaciones de suelos, licencias administrativas de contratos...) que les favorec¨ªan. Los delitos de que se acusa a ese grupo son malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, cohecho, tr¨¢fico de influencias, maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas y blanqueo de dinero.
La apropiaci¨®n privada del Estado en sentido amplio por parte de esta mafia es lo significativo. Lo de la tonadillera banaliza el saqueo.
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