Oculto tras Isabel Pantoja
La entrada en prisi¨®n de Pedro Rom¨¢n ha pasado desapercibida. El n¨²mero dos de Gil cuando en esta localidad se empez¨® a horadar la versi¨®n p¨²blica de la cueva de Al¨ª Bab¨¢, se escurri¨® el otro d¨ªa hasta el v¨¦rtice estrecho de la pir¨¢mide invertida. El ingreso en la c¨¢rcel de la cara amable del r¨¦gimen apenas ocup¨® un breve en los peri¨®dicos. El aprendiz que lleg¨® a superar al maestro entr¨® en la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre con pena, pero sin gloria. Su figura qued¨® eclipsada por otra detenci¨®n, la de Isabel Pantoja.
El arresto de la cantante parti¨® en dos el despliegue medi¨¢tico ante el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n destapado en un ayuntamiento. En las p¨¢ginas menos relevantes de los peri¨®dicos Rom¨¢n fue un n¨²mero m¨¢s en esa larga lista liderada por Roca y que la conforman ya tres ex alcaldes, 16 ex concejales, 37 empresarios, 12 testaferros, ocho abogados, ocho familiares de los principales imputados, seis polic¨ªas locales, dos banqueros, dos guardias civiles y un polic¨ªa nacional. En las importantes, y con gran alarde tipogr¨¢fico, disfrutaba el protagonismo en solitario Isabel Pantoja. Mientras todo vuelve a su cauce natural, vayan las siguientes l¨ªneas en desagravio de Pedro Rom¨¢n cuyo ingreso en prisi¨®n no se merec¨ªa tan escaso tratamiento informativo.
El urbanismo en Marbella gener¨® una riqueza de casi 12.000 millones de euros en los ¨²ltimos 15 a?os, seg¨²n calcularon los t¨¦cnicos que elaboraron el plan de ordenaci¨®n territorial de la Costa del Sol. Alrededor de ese negocio se instal¨® un sistema corrupto que desvi¨® gran parte de ese dinero al bolsillo de un pu?ado de delincuentes. La operaci¨®n Malaya apenas investiga una peque?a parte de esos 15 a?os. Y todav¨ªa no alcanza a los que idearon el negocio.
Todo comenz¨® con Jes¨²s Gil en 1991. Cont¨®, entre otros, con Pedro Rom¨¢n, el pol¨¦mico secretario de un ayuntamiento salmantino que se traslad¨® a la Costa del Sol en busca de fortuna. Gil le abri¨® la puerta de su candidatura y lo coloc¨® en la primera tenencia de alcald¨ªa. Su ascenso en el escalaf¨®n fue tan r¨¢pido como la aparici¨®n de los ceros en su cuenta corriente. Su primera gran obra como cargo p¨²blico fue comprarse para ¨¦l la urbanizaci¨®n Sierra Blanca, la m¨¢s cara del municipio y valorada en unos 4.000 millones de pesetas. Ah¨ª comenz¨® su mete¨®rica carrera, p¨²blica y privada. En ausencia de Gil, Rom¨¢n era a qui¨¦n los empresarios le ped¨ªan los aut¨®grafos para colocarlos a pie de p¨¢gina en los convenios urban¨ªsticos. En siete a?os de actividad municipal acumul¨® unos 400 fans, que fue el n¨²mero de firmas que registr¨® en papel oficial. Esos documentos permitieron cuadruplicar el volumen de construcci¨®n en la ciudad.
Rom¨¢n se fue del Ayuntamiento en 1998, inhabilitado, condenado y con un rosario de denuncias que todav¨ªa arrastra. Nueve a?os despu¨¦s, cuando el juez dict¨® una orden de busca y captura contra ¨¦l, hubo que esperar para localizarle. Nadie sab¨ªa si se encontraba en su casa marbell¨ª, en su finca de C¨¢ceres, en su lujoso piso de la calle Goya en Madrid, en su vivienda de Par¨ªs o en su otro inmueble en Boca Rat¨®n, Estados Unidos. Al final, estaba en Suiza, donde presumiblemente pon¨ªa al d¨ªa sus cuentas corrientes antes de reencontrarse con la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre, un lugar de recogimiento donde ya pas¨® antes alguna que otra temporada.
Tras la irrupci¨®n de Isabel Pantoja y de la prensa rosa en el caso Malaya parec¨ªa que se hab¨ªa tocado techo. Est¨¢bamos equivocados. Faltaba la teor¨ªa de la conspiraci¨®n: Zapatero, el juez Torres y el comisario se reunieron para poner en ¨®rbita al mundo medi¨¢tico. Las declaraciones de algunos dirigentes del PP, tras la detenci¨®n de la tonadillera, no s¨®lo han hecho hablar a las piedras. Ha sido peor, han hecho hablar al mism¨ªsimo juez Torres. Un juez que nos hab¨ªa hecho creer que la justicia, adem¨¢s de ciega, tambi¨¦n era muda.
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