La minor¨ªa rusa honra a los soldados sovi¨¦ticos en las calles de Estonia
Los ferrocarriles estonios buscan f¨®rmulas para compensar la ca¨ªda del negocio desde Rusia
Miles de personas de todas las edades, en su inmensa mayor¨ªa miembros de la comunidad rusohablante de Estonia, salieron ayer a la calle en Tallin para honrar a los soldados sovi¨¦ticos que perecieron en la lucha contra el nazismo. Este a?o la conmemoraci¨®n del fin de la II Guerra Mundial se convirti¨® en una afirmaci¨®n pac¨ªfica de la comunidad rusohablante de Estonia ante los dirigentes del pa¨ªs, que el pasado 26 de abril desmantelaron la estatua del Soldado de Bronce del centro de la capital para trasladarla a un cementerio militar.
La estatua es considerada un s¨ªmbolo de la liberaci¨®n de los agresores nazis por la minor¨ªa rusa de Estonia, y un s¨ªmbolo de la ocupaci¨®n sovi¨¦tica por los estonios. Pese a que ayer era jornada laboral, miles y miles de personas desfilaron frente a la plaza de Tinismiagi y dejaron flores en la valla met¨¢lica que impide el acceso al antiguo emplazamiento de la estatua del soldado, donde hoy se llevan a cabo "trabajos de ajardinado", seg¨²n rezan carteles en estonio y en ruso. El desfile humano en Tinismiagi continu¨® todo el d¨ªa en presencia de numerosos polic¨ªas.
A diferencia de otras ocasiones, quienes ayer festejaban el d¨ªa de la victoria lo hicieron por partida doble: en Tinismiagi y tambi¨¦n en el cementerio militar adonde ha sido trasladado el Soldado de Bronce. En la ruta hacia este cementerio hab¨ªa enormes atascos de tr¨¢fico sin precedentes en esa zona de la ciudad y, en el interior del recinto, la multitud ahogaba en flores la estatua que muchos siguen llamando con el nombre familiar de Aliosha (diminutivo del nombre ruso Alex¨¦i), aunque tanto el modelo que pos¨® para la obra como el autor fueron estonios.
Ancianas que apenas pod¨ªan caminar, ni?os y muchos adolescentes hac¨ªan cola para depositar flores y sus situaciones jur¨ªdicas reflejaban el laberinto en el que est¨¢n los habitantes de Estonia (1,3 millones de personas). Hab¨ªa all¨ª personas con pasaporte azul (estonio), rojo (ruso) y gris (ap¨¢tridas con derecho a residencia, pero no a ciudadan¨ªa estonia) y, una amplia gama de percepciones personales de la propia identidad.
Entre la intelectualidad estonia moderada se oyen voces estos d¨ªas exhortando al di¨¢logo entre la comunidad estonia y la rusa. "Si este di¨¢logo se produce, por lo menos los des¨®rdenes del 26 y el 27 de abril habr¨¢n servido para algo", se?alaba un periodista de madre estonia y padre ruso, aludiendo a los enfrentamientos del 26 de abril, en los que hubo un muerto. El escritor estonio Teem Kallas lamentaba en el peri¨®dico Postimees que la comunidad estonia hubiera ignorado durante largos a?os a la comunidad rusa.
Al margen de que se produzca o no la reflexi¨®n, la pol¨ªtica segu¨ªa su curso. En los ferrocarriles de Estonia se ha convocado una reuni¨®n ma?ana para tomar medidas en caso de que siga la disminuci¨®n del volumen de mercanc¨ªas procedentes de Rusia, que se ha constatado a principio de mayo. La empresa se plantea ya, como primera medida, la posibilidad de vacaciones temporales para parte de la plantilla o recortar los turnos. Andrus Kuusmann, de la Asociaci¨®n de Transportistas, afirmaba que la disminuci¨®n del transporte de mercanc¨ªas supondr¨¢ p¨¦rdidas del 10% al 15% como m¨ªnimo para el sector: "Cuanto m¨¢s dure la incertidumbre tanto peor para nosotros, porque los clientes pueden encontrar otras rutas alternativas que tratar¨¢n de retenerlos con contratos a largo plazo".
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