Los actos racistas y violentos pueden suponer el descenso, seg¨²n la nueva ley

Jaime Lissavetzky, el secretario de Estado para el Deporte, sali¨® ayer del Congreso de los Diputados con una nueva ley bajo el brazo. Una norma que desde que accediera al cargo convirti¨® en un empe?o personal. Tras interminables debates, enmiendas y negociaciones, la ley contra el Racismo, la Violencia, la Intolerancia y la Xenofobia en el Deporte recibi¨® ayer el impulso definitivo del Parlamento. Lo hizo, adem¨¢s, con una amplia mayor¨ªa de la c¨¢mara: 266 votos a favor, siete en contra y 16 abstenciones.

"La ley era necesaria y es una mejora importante", explic¨® Lissavetzky; "con ella nos ponemos a la vanguardia de la lucha frente a aspectos ante los que no cabe la indiferencia, la permisividad ni la tolerancia", abund¨®.

El texto, que entra en vigor la pr¨®xima temporada, endurece las sanciones y ampl¨ªa la prevenci¨®n. Incluso recoge la posibilidad de que los clubes pierdan la categor¨ªa en los casos m¨¢s graves. Tambi¨¦n contempla la p¨¦rdida de puntos y la clausura de los estadios, as¨ª como multas de 150 a 650.000 euros, en funci¨®n de la gravedad de los hechos.

La norma, adem¨¢s, quiere ejercer un mayor control sobre las hinchadas, incluyendo como novedad medidas destinadas a evitar la colaboraci¨®n de los equipos con los grupos ultra.