Lula subraya ante Benedicto XVI que desea fortalecer un Estado laico en Brasil

Desde el primer momento, la visita de Benedicto XVI a Brasil se est¨¢ caracterizando por la ausencia de ret¨®rica de los protagonistas de la estancia de Joseph Ratzinger en Suram¨¦rica. Ayer, en su primer cara a cara en privado, el presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, se?al¨® al pont¨ªfice que su objetivo es "fortalecer un Estado laico y que la religi¨®n sea un instrumento para temas espirituales y sociales". Aunque la pol¨¦mica sobre la legalizaci¨®n del aborto no se trat¨® en la reuni¨®n, Lula traz¨® claramente una l¨ªnea de separaci¨®n entre Iglesia y Estado.

Lula recibi¨® ayer al Papa en el palacio paulista de Bandeirantes en un clima de gran cordialidad. La misma que le han manifestado miles de personas que pernoctaron a pesar del fr¨ªo frente al monasterio de S?o Bento -en el centro de la ciudad, donde Benedicto XVI pas¨® la noche-, con el ¨²nico objetivo de dar los buenos d¨ªas al Pont¨ªfice, quien rompi¨® en varias ocasiones el protocolo para acercarse a saludar a los presentes en la zona.

La reuni¨®n ten¨ªa car¨¢cter privado y los pocos minutos previstos en el programa se transformaron en media hora larga, en la que el presidente brasile?o, con un estilo del que ha hecho escuela, dio una de cal y otra de arena a su interlocutor. As¨ª tras recalcar que Brasil es un Estado laico y que tiene intenci¨®n de fortalecerlo -seg¨²n confirm¨® la embajadora brasile?a ante el Vaticano, Vera Machado- el mandatario subray¨® su compromiso personal con el fomento de la familia. "Parece que hay una gran sinton¨ªa. Lula siempre ha sido un gran partidario de las pol¨ªticas familiares por tanto de la importancia que deben tener en las pol¨ªticas sociales", destac¨® m¨¢s tarde el jesuita Federico Lombardi, jefe de la sala de prensa vaticana. "Siempre se presenta en p¨²blico junto a su mujer y creo que esto es un signo", a?adi¨®.

Anoche estaba previsto que Benedicto XVI se encontrase con m¨¢s de 350.000 j¨®venes -35.000 dentro del estadio paulista de Pacaemb¨² y el resto rodeando el lugar-. En ese multitudinario acto, el Pont¨ªfice se dispon¨ªa a leer un discurso en el que, en la l¨ªnea de su antecesor Juan Pablo II, pide a los j¨®venes que vivan "sin miedo" en una sociedad amenazada por la violencia, las drogas y la desesperanza. "No dej¨¦is pasar la vida, no la desperdici¨¦is. Vivid con entusiasmo, alegr¨ªa y, sobre todo, con sentido de la responsabilidad", se?ala el texto. "Hay un enorme d¨¦ficit de esperanza", destaca el discurso. "Miedo de morir, miedo de fracasar y miedo de quedar desconectado de la desconcertante velocidad de los acontecimientos y las comunicaciones".

El Papa resalta adem¨¢s que las drogas y la violencia sacuden a la juventud actual. "Por eso se habla de la juventud perdida", a?ade el discurso. El Papa se refiere tambi¨¦n "a la devastaci¨®n de la Amazonia y a las amenazas contra la dignidad humana de sus habitantes", que requieren "un mayor compromiso de acci¨®n que la sociedad solicita".

Decenas de miles de personas han llegado a la ciudad m¨¢s grande del hemisferio sur. Muchos desde otros pa¨ªses, especialmente suramericanos, portando sus banderas nacionales. Las medidas de seguridad son especialmente importantes en el centro de la capital econ¨®mica de Brasil. El Ministerio brasile?o del Interior ha reconocido que se trata del mayor despliegue policial y militar con motivo de una visita, muy por encima de la reciente estancia del presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Hoy el Papa oficiar¨¢ una misa al norte de la ciudad para la que se espera una asistencia superior al mill¨®n de personas.