El Papa advierte a los 'narcos' que rendir¨¢n cuentas del mal que hacen
Benedicto XVI visita un centro de drogadictos en el Estado de S?o Paulo
Benedicto XVI lanz¨® ayer una dura admonici¨®n contra los traficantes y distribuidores de droga, a los que advirti¨® de que "tendr¨¢n que rendir cuentas" del mal que provocan en la juventud. En su pen¨²ltima jornada en Brasil, Joseph Ratzinger visit¨® un centro de rehabilitaci¨®n de drogadictos en el Estado de S?o Paulo. El Papa se mostr¨® preocupado por el avance del consumo de drogas entre la juventud americana.
Fundada en 1983 por Hans Stapel, franciscano, y por Nelson Giovanelli dos Santos, la Fazenda Esperan?a (Hacienda Esperanza), situada a 200 kil¨®metros de la capital paulista, trata con una terapia mezcla de trabajo duro y espiritualidad la adicci¨®n a las drogas y el alcohol con un ¨¦xito notable que ayer fue recalcado por el pont¨ªfice.
"La reinserci¨®n en la sociedad constituye sin duda una prueba de eficacia de vuestra iniciativa", destac¨® Ratzinger en presencia de 2.500 j¨®venes rehabilitados o en tratamiento llegados desde los centros repartidos por todo el mundo. "Brasil posee una de las estad¨ªsticas m¨¢s relevantes en cuanto al consumo de drogas y estupefacientes y Latinoam¨¦rica no se queda atr¨¢s", destac¨® el Papa, quien a continuaci¨®n se dirigi¨® a los narcotraficantes citando parcialmente el pasaje b¨ªblico en el que Jes¨²s condena a los que "escandalizan a estos peque?os". La cita completa -que no fue le¨ªda por Ratzinger- se?ala que "ser¨ªa preferible que le aten una piedra de molino al cuello y le arrojen al mar".
Argentina, Colombia y Nicaragua lideran, seg¨²n las cifras de Naciones Unidas referentes a 2003, la estad¨ªstica en cuanto a consumo de coca¨ªna en Latinoam¨¦rica mientras que Chile es donde se concentra el mayor n¨²mero de fumadores de hach¨ªs, aunque Brasil, por sus 180 millones de habitantes, figure en puestos relevantes en n¨²meros totales.
El fen¨®meno se sigue extendiendo y de ah¨ª el significado que tiene que el Papa, en su primer viaje a Latinoam¨¦rica, haya dedicado uno de sus principales actos a tratar el tema del narcotr¨¢fico y las consecuencias del consumo de drogas. Ratzinger destac¨® la p¨¦rdida de esperanza que supone adentrarse en el mundo de las drogas. "Esta p¨¦rdida es una maldici¨®n que el hombre se impone a s¨ª mismo", recalc¨®.
Fazenda Esperan?a
Aunque oficialmente denominado Obra Social de Nuestra Se?ora de la Gloria, el centro es conocido como Hacienda Esperanza desde que la principal cadena de la televisi¨®n brasile?a emitiera un documental titulado as¨ª sobre la actividad del centro de rehabilitaci¨®n. La instituci¨®n cuenta con 39 centros presentes, adem¨¢s de en Brasil, en otros ocho pa¨ªses.
Desde all¨ª, Benedicto XVI recorri¨® los 20 kil¨®metros que separan Fazenda Esperan?a del santuario de Nuestra Se?ora de Aparecida, patrona de Brasil. A su alrededor se levanta Aparecida, una peque?a poblaci¨®n de unos 35.000 habitantes con calles empinadas, plagada de peque?os hoteles de apariencia humilde y equipamiento franciscano que acogen a los miles de peregrinos que llegan a visitar a la patrona de Brasil. Y aunque habituados a la masiva presencia de visitantes, sus vecinos asisten estos d¨ªas a un inusitado despliegue de militares -m¨¢s de 10.000 en la llamada Operaci¨®n Arc¨¢ngel para custodiar al Papa- y de sacerdotes provistos de alzacuellos y acreditaci¨®n.
En el santuario, el Papa volvi¨® a hacer una defensa de la vida religiosa en presencia de cientos de sacerdotes, monjes, monjas y seminaristas, e insisti¨® en la idea -ya expresada el viernes ante los obispos- de que el clero y su actitud "con una s¨®lida formaci¨®n doctrinal" son clave a la hora de extender la acci¨®n de la Iglesia y as¨ª ha sido hist¨®ricamente en Brasil.
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