Esperando a Sarkozy

Europa y EE UU esperan a Nicolas Sarkozy con una mezcla de inter¨¦s y cautela. Cada uno a su manera se puede llevar una desilusi¨®n, pues las primeras declaraciones del presidente electo y de sus asesores m¨¢s pr¨®ximos transpiran una preocupante ret¨®rica nacionalista y proteccionista. Tema ausente en su campa?a, habl¨® de Europa, pero de una Europa francesa, que proteja a los ciudadanos franceses, antes que de una Francia europea. Significativamente, evit¨® toda referencia a la idea de ciudadan¨ªa, hablando en nombre del "pueblo". Sin duda querr¨¢ relanzar Europa, pero ?qu¨¦ Europa?

Sarkozy quiere montar una estructura potente a estos efectos en El El¨ªseo. Es una indicaci¨®n de su ambiciosa agenda en el terreno exterior -para la que lleva meses tejiendo redes, Madrid incluido-, con la que pretende recuperar el lugar de Francia en el mundo y en Europa, quiz¨¢s algo tarde, pues en la era de la globalizaci¨®n y de la emergencia de China e India, Francia se va quedando peque?a para pesar suficientemente por s¨ª sola

Probablemente con Sarkozy se desbloquee la parte francesa (quedar¨¢ la brit¨¢nica, la polaca y la checa, entre otras) para salvar una parte de la Constituci¨®n europea en forma de un tratado de bolsillo "que quepa en 20 folios", seg¨²n la exigencia del franc¨¦s. Se puede salvar lo m¨¢ximo, o quedarse en m¨ªnimos, para reformar s¨®lo las instituciones, pero no profundizar en la integraci¨®n, y menos a¨²n hablar de ampliaciones, especialmente a Turqu¨ªa, lo que est¨¢ ya teniendo un efecto desestabilizador en ese pa¨ªs. Los Gobiernos europe¨ªstas, el de Zapatero incluido, deber¨ªan preocuparse por este giro hacia una integraci¨®n m¨ªnima. Pues tambi¨¦n Merkel parece dar prioridad a la pol¨ªtica alemana y europea hacia al Este que a un nuevo impulso integrador. Adem¨¢s, Alemania y todos los dem¨¢s de la zona euro recelan de los deseos franceses de hacer mella en la independencia del Banco Central Europeo.

Lo m¨¢s prometedor de las ideas que trae consigo Sarkozy es la creaci¨®n de una Uni¨®n Mediterr¨¢nea que facilite el desarrollo econ¨®mico y social de los pa¨ªses ribere?os, y vaya mucho m¨¢s all¨¢ del proceso de Barcelona, que se ha quedado varado. Pero esta Uni¨®n no puede ser un sustituto, sino un complemento, de la otra, la Uni¨®n Europea.

En Estados Unidos, la victoria de Sarkozy ha sido personalmente aplaudida por Bush. Sarkozy se ha revelado m¨¢s cercano a "nuestros amigos americanos", pero tambi¨¦n les avis¨® de que "la amistad, es aceptar que tus amigos puedan pensar de forma diferente". ?Hubiera apoyado Sarkozy la guerra de Irak como estuvo a punto de hacerlo Chirac antes de su non?