Las autonom¨ªas ganan protagonismo al gestionar m¨¢s del 50% del gasto p¨²blico

Las comunidades aut¨®nomas tienen cada vez mayor protagonismo en el manejo de los dineros p¨²blicos, frente a un Estado central que adelgaza continuamente. En los ¨²ltimos 20 a?os han pasado a gestionar m¨¢s del 50% de los m¨¢s de 300.000 millones de euros presupuestados, excluidos los pagos por intereses de la deuda. En cap¨ªtulos como gastos de personal, el porcentaje supera al 60% y llega a alcanzar el 88% en los gastos de funcionamiento. Por el lado de los impuestos, las comunidades llegan incluso a ganar al Gobierno central en recaudaci¨®n por impuestos indirectos (IVA y especiales).

Las elecciones del pr¨®ximo 27 de mayo tienen una gran importancia pol¨ªtica, no s¨®lo por el color del partido que va a gobernar en cada comunidad aut¨®noma. Se juega tambi¨¦n la gesti¨®n de unos recursos que en estos ¨²ltimos 20 a?os han pasado pr¨¢cticamente de la nada a suponer m¨¢s del 50% del total en la mayor¨ªa de las partidas.

El reparto se corresponde con el llamado estado de las autonom¨ªas, que ha alcanzado plena madurez. Es as¨ª sobre todo en el lado de los gastos y en lo que respecta a las llamadas comunidades de r¨¦gimen com¨²n, es decir, todas menos el Pa¨ªs Vasco y Navarra. Es consecuencia del gran salto que se ha producido con la transferencia completa de las partidas de educaci¨®n y sanidad, y de un sistema de financiaci¨®n bastante generoso en sus din¨¢micas de crecimiento.

Seg¨²n datos del Banco de Espa?a correspondientes a los presupuestos iniciales de 2007, los pagos por intereses de la deuda son la ¨²nica partida donde las comunidades tienen un menor peso relativo. Aqu¨ª, la parte del Gobierno central se encuentra en el 90%. Al ser las comunidades administraciones relativamente m¨¢s recientes, su deuda acumulada es muy inferior a la estatal y el pago de los intereses correspondientes, tambi¨¦n es menos importante.

Salvo esta excepci¨®n, en todos los dem¨¢s cap¨ªtulos son las comunidades quienes tienen bajo su responsabilidad la mayor proporci¨®n. El salto de los ¨²ltimos 20 a?os es espectacular. Por ejemplo, si en 1988 las comunidades gestionaban casi el 60% de los gastos de funcionamiento (luz, tel¨¦fono, alquileres, coches...), en 2007 ese porcentaje asciende al 88%, de acuerdo con los presupuestos iniciales.

En gastos de personal (el sueldo y las pensiones de los funcionarios), ese porcentaje pasa del 40% a m¨¢s del 60%. Y en inversiones reales, de casi el 50% a m¨¢s del 60%.

En el lado de los ingresos necesarios para financiar esos gastos, las cifras tambi¨¦n reflejan el grado de madurez del sistema. El dato m¨¢s llamativo es, seg¨²n el an¨¢lisis de los presupuestos iniciales de 2007, que las comunidades superan ligeramente a la Administraci¨®n central en recaudaci¨®n por impuestos indirectos. ?stos gravan el consumo de todo tipo de bienes (IVA) y, en particular, de tabaco, alcohol y carburantes (especiales).

Tributos cedidos

En los impuestos directos (IRPF y sociedades), el Gobierno central se queda con m¨¢s del 70%. Esto es debido a que en el impuesto de sociedades (el que grava el beneficio de las empresas) no hay cesi¨®n alguna, frente al 33% que se traslada a las comunidades del IRPF, al 35% del IVA y al 40% de los impuestos especiales.

A todos estos impuestos hay que a?adir el 100% de otros de relativa menor capacidad recaudatoria (patrimonio, sucesiones, transmisiones patrimoniales, juego o el llamado c¨¦ntimo sanitario). El balance es, en cualquier caso, positivo para la Administraci¨®n central. Es decir, ¨¦sta gestiona una mayor proporci¨®n de recursos que las comunidades, frente a una situaci¨®n de m¨¢s equilibrio en lo relativo a los gastos.

La lectura de ello es que existe a¨²n recorrido para ampliar la capacidad recaudatoria (directa o a trav¨¦s de lo que se les transfiere por parte de la Administraci¨®n central) de las comunidades. En esta l¨ªnea apunta el Estatuto catal¨¢n, con una cesi¨®n del 50% del IRPF, por ejemplo. Y tambi¨¦n la posibilidad de que las comunidades establezcan recargos en los impuestos que gravan el consumo (IVA y especiales) en sus respectivos territorios. La soluci¨®n, en el pr¨®ximo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, seguir¨¢ en la incubadora seguramente hasta despu¨¦s de las elecciones generales.