Repartir a los inmigrantes y crear plazas de guarder¨ªa

Su hijo tiene nueve meses. Cuando ten¨ªa cinco, la pasada Navidad, Seraf¨ª y su mujer, Carolina, empezaron a buscar guarder¨ªa p¨²blica en el Eixample izquierdo barcelon¨¦s. Pero han acabado llevando a su hijo a una privada. "Localizamos una guarder¨ªa p¨²blica cerca de casa. Nos dijeron que ten¨ªamos que hacer una preinscripci¨®n y luego una jornada de puertas abiertas, pero que habr¨ªa un sorteo al no haber plazas para todos", dice este padre.

"En una concertada nos dijeron que pod¨ªa haber problemas de plazas, aunque hasta la fecha no los hab¨ªa habido. No nos quisimos arriesgar a quedarnos sin plaza y nos decidimos por una privada. Adem¨¢s, cuando fuimos a la privada nos dijeron que nos di¨¦ramos prisa porque se acabar¨ªan las plazas. La verdad es que la guarder¨ªa que hemos elegido est¨¢ bien. Pagamos 226 euros al mes por seis horas y sin comida, pero hay flexibilidad", a?ade Segura.

Dolors Bonjoch lleva m¨¢s de 30 a?os de maestra y ejerce en una escuela concertada religiosa en Lleida. "Me preocupa mucho intensificar la colaboraci¨®n de toda la comunidad educativa: familia, escuela y sociedad, en general. Esta colaboraci¨®n tiene carencias. La sociedad ha cambiado. Hay m¨¢s indisciplina en la escuela y en la sociedad, y la gente no tiene unos l¨ªmites claros", dice esta maestra. "Los padres suelen trabajar fuera de casa y la dedicaci¨®n a los hijos no es tanta como quisieran. Muchos se sienten culpables y lo quieren compensar d¨¢ndoles todo. Nunca les dicen un no. Y los chicos no tienen unos l¨ªmites claros. Y eso lleva a m¨¢s indisciplina en las escuelas", recalca la docente.

"Hay que buscar medidas para resolver los conflictos. ?C¨®mo hacerlo? Creando equipos de mediaci¨®n en las escuelas y dando formaci¨®n del profesorado para resolver los conflictos", destaca.

Este padre tiene una hija de 16 a?os y un hijo de 15 que estudian Secundaria en el instituto Pere Vives Vich, de Igualada. Se declara "satisfecho del ambiente" y de la convivencia que viven sus hijos en el centro. Pero en cuanto a la ense?anza que transmiten los profesores explica que "hay de todo". "Acad¨¦micamente, mi hija me dice que hay profesores que leen lo que dice el libro, que no le ponen salsa a las clases, que no transmiten. En cambio, otros dan clases formativas y a la vez divertidas que se hacen cortas", me dicen mis hijos.

"La convivencia en el centro es buena. Hay pocas personas conflictivas", se?ala Marqu¨¦s. "Las familias tenemos contacto con los profesores. Una vez al trimestre vemos al tutor. Y cada mes recibimos una carta del instituto explicando la asistencia y el comportamiento de nuestros hijos", afirma este padre.

Albert Fajula estudia primer curso de Qu¨ªmica, en la Universidad de Barcelona. "En el d¨ªa a d¨ªa, b¨¢sicamente cuando vas al bar a tomar un caf¨¦, los precios son abusivos. 85 c¨¦ntimos un caf¨¦ solo. Lo mismo que las fotocopias, donde, adem¨¢s, hay largas colas. Hay facultades m¨¢s baratas. La Administraci¨®n, bien el Ayuntamiento o la Generalitat, podr¨ªan aumentar la subvenci¨®n porque los estudiantes tenemos poco dinero", dice Albert, miembro de la Asociaci¨®n de Estudiantes Progresistas y que forma parte de los ¨®rganos de gobierno del claustro y de su facultad.

No pone reparos al transporte hasta la avenida Diagonal, donde estudia. "Suelo ir a clase en metro. Alguna vez ha habido alg¨²n retraso y me he tenido que bajar en la estaci¨®n anterior y llegar andando a mi facultad, pero no me quejo. En general, el transporte va bien, lo mismo que el autob¨²s o el tranv¨ªa", dice.

Este profesor de Filosof¨ªa del instituto Rubi¨® i Ors, de L'Hospitalet, afirma que los problemas de los institutos "no llegan a los ayuntamientos y si llegan, como si nada". Santolaria insiste en que la representaci¨®n de los ayuntamientos en los consejos escolares -donde se sientan padres, profesores, alumnos, Generalitat y ayuntamientos- no cumple su funci¨®n". "Los acuerdos de los consejos escolares", dice, "deber¨ªan debatirse en los plenos de los ayuntamientos y no suele ser as¨ª".

Este profesor de Secundaria pone en duda la eficacia de las aulas de acogida para los alumnos que entran en ellas, la mayor parte inmigrantes. "No se pueden poner en una misma clase a chinos y ecuatorianos. Sus necesidades son distintas. Unos vienen de una lengua rom¨¢nica y otros, no. Su escolarizaci¨®n no deber¨ªa ser la misma", afirma.

Jordi Hereu (PSC): Duplicar la red de 57 centros municipales. Plan de choque para reformar y mantener los edificios escolares. Aumentar el n¨²mero de escuelas de adultos e impulsar una segunda escuela de idiomas.

Xavier Trias (CiU): M¨¢xima integraci¨®n de los centros pagados con fondos p¨²blicos. Ampliar los programas de ayuda de Formaci¨®n Profesional. Abrir las escuelas el fin de semana para usar sus bibliotecas.

Jordi Portabella (ERC): Distribuir los alumnos inmigrantes hasta llegar a la proporci¨®n del 60% en centros p¨²blicos y el 40% en concertados. Impulsar cursos de suficiencia en catal¨¢n. Planes de entorno en 10 escuelas de 10 distritos para favorecer la integraci¨®n.

Imma Mayol (ICV): Dar prioridad a la creaci¨®n de nuevas plazas p¨²blicas de guarder¨ªa y de Formaci¨®n Profesional. Aumentar las aulas de acogida para el alumnado con necesidades educativas especiales.

Alberto Fern¨¢ndez (PP): Crear plazas de guarder¨ªa para ni?os de entre cero y tres a?os. Mayor control al transporte escolar en la ciudad. Pol¨ªtica de cesi¨®n de suelo para poder construir nuevas escuelas.

Esperanza Garc¨ªa (Ciutadans): Crear 3.000 plazas de guarder¨ªa en los pr¨®ximos cuatro a?os. Poner en marcha un control que acredite la calidad de las guarder¨ªas privadas. Auditar a las escuelas para mejorar su calidad.