"Baltar maneja al alcalde N¨®voa como Jos¨¦ Luis Moreno a sus mu?ecos"
No suele aparecer en los primeros planos de las fotos: se pone detr¨¢s haciendo bulto. "No me va eso de dar empujones para estar el primero; no me sale", reconoce. Francisco Rodr¨ªguez (Palm¨¦s-Ourense 1953) es un t¨ªmido ejerciendo la extraversi¨®n que supone la pol¨ªtica. Ascendiendo a los pocos, sin empujones, se hizo hace cuatro a?os, y por sorpresa, con la candidatura a la alcald¨ªa de Ourense, tras 20 a?os en la pol¨ªtica institucional ocupando cargos a los que lleg¨® siempre de rebote.
Pregunta. ?Qu¨¦ hace distinta a esta ciudad?
Respuesta. Efectivamente es distinta al resto de Galicia. Ourense, y ahora me refiero sobre todo a la provincia. Est¨¢ bajo el yugo del sistema caciquil implantado por la derecha.
"Ourense es el ¨²ltimo 'recuncho' del caciquismo en Galicia. Lugo ya super¨® esa etapa porque el PP va a perder la Diputaci¨®n Provincial"
"Frente a la especulaci¨®n, pretendemos una gran ciudad balneario, ordenada, con una importante oferta de empleo a trav¨¦s del potencial tur¨ªstico"
P. ?Implantado o elegido?
R. Elegido, s¨ª, pero se trata de un modelo pol¨ªtico basado en las prebendas, no en las propuestas. Ees un modelo caciquil, basado en los favores a efectos de contratos de trabajo, de agilizar las listas de espera... No tiene nada que ver con Coru?a o Pontevedra.
P. Y en estas condiciones, ?se puede ganar jugando limpio?
R. Llos brazos ejecutores de este modelo de Baltar todav¨ªa mantienen una importante hegemon¨ªa en los pueblos. Los alcaldes presionan y les crean problemas a aquellos que no son de su cuerda. El escenario ahora es distinto porque la Diputaci¨®n est¨¢ en un nivel de endeudamiento muy grande y Baltar tiene menos capacidad de maniobra. Hasta ahora consegu¨ªa de la Xunta el dinero para las obras de los alcaldes que los hac¨ªa fuertes. Pero ahora la Xunta act¨²a con criterios diferentes, en base a prioridades y necesidades, y Baltar empez¨® a perder ese poder. Cuando los alcaldes lo llaman, ¨¦l ya no es el conseguidor. ?Para ganarle jugar con las mismas cartas? Pues no es l¨ªcito y adem¨¢s a la gente hay que convencerla de que para mejorar las condiciones de sus pueblos no se puede basar uno en el favor personal, sino en las prioridades. S¨¦ que es dif¨ªcil superar esto, que hace falta el relevo generacional. Pero estoy convencido de que estamos asistiendo al final de un ciclo pol¨ªtico. Ourense es ya el ¨²ltimo recuncho del caciquismo en Galicia. Lugo ya super¨® esa etapa, porque PP va a perder la Diputaci¨®n.
P. ?Se llev¨® una alegr¨ªa al saber que Cabezas renunciaba y el candidato era N¨®voa?
R. No; yo creo que en el pensamiento de los dirigentes del PP nunca estuvo N¨®voa para ser el candidato. Porque para el PP las perspectivas de ganar por mayor¨ªa estas elecciones eran escasas y personas que en su momento sonaron aceptaron porque no ten¨ªa gran aliciente ser concejal de la oposici¨®n. As¨ª que Baltar se busc¨® un hombre con un perfil muy similar al suyo. Yo creo que Enrique N¨®voa es el vivo retrato de Baltar. En lo pol¨ªtico y en lo personal.
P. ?Quiere decir que es un cacique?
R. N¨®voa tiene las mismas ma?as que Baltar. Es su reflejo. Baltar lo prepar¨® todo. Quer¨ªa que Cabezas abandonara mucho antes para dar m¨¢s tiempo a N¨®voa a asentarse en la alcald¨ªa, pero no lo consigui¨®. Cabezas se fue cuando le dio la gana y adem¨¢s sin justificar las razones del abandono. N¨®voa es el protegido de Baltar, pero porque Baltar lo maneja como Jos¨¦ Luis Moreno a sus mu?ecos. Es su candidato.
P. Las encuestas le atribu¨ªan hace poco el menor grado de conocimiento de los tres principales candidatos
R. S¨ª, no s¨¦ a qu¨¦ se debe, quiz¨¢s est¨¦ haciendo algo mal en mi proyecci¨®n y no llegue a los ciudadanos como deber¨ªa. Pero yo no sirvo para empujar por salir en la foto y he hecho gestiones importantes en Madrid y Santiago para Ourense que quiz¨¢s no he transmitido porque escapo un poco de ese tipo de protagonismos y sin embargo es importante cierto nivel de notoriedad. Mi ¨²nica virtud es la honestidad y que soy una persona pr¨®xima preocupada sobre todo por los que tienen m¨¢s necesidades.
P. Salvo un milagro, si gobierna ser¨¢ con el BNG. ?Se entiende bien con S¨¢nchez Vidal?
R. Primero hay que esperar a que se pronuncien los ciudadanos. Una vez que lo hagan, analizaremos los resultados y a partir del mapa puede haber varias f¨®rmulas en funci¨®n del respaldo. Hay casos como el de Vigo en donde gobierna el PP pese a que hay una mayor¨ªa de PSdeG y BNG.
P. ?Quiere decir que podr¨ªa pasar eso en Ourense?
R. ?Por qu¨¦ no?, es una f¨®rmula que se puede establecer. Pero hacemos otro planteamiento: si conseguimos 10 concejales podr¨ªamos gobernar solos, buscando los apoyos puntuales porque desde luego no entra en nuestros c¨¢lculos dejarle la alcald¨ªa al PP. PSdeG y el BNG tienen muchas diferencias. El BNG es una organizaci¨®n progresista, desde luego, pero independentista, que plantea abiertamente la autoderteminaci¨®n y un modelo de pa¨ªs distinto al nuestro. Pero si somos capaces de entenderlo y respetarlo y de dialoga no habr¨¢ problema. La derecha lo ha hecho en Ourense con dos partidos dentro: no ten¨ªa nada que ver lo que pensaba Cabezas con lo que pensaba Baltar.
P. Y as¨ª acabaron
R. S¨ª, as¨ª acabaron. Pero nosotros tenemos como meta irrenunciable que el PP deje de gobernar en Ourense y si el PSdeG tiene m¨¢s votos que el BNG nos corresponder¨¢ buscar el apoyo del BNG, y viceversa, y eso hay que hacerlo desde la base de propuestas pol¨ªticas, no ideol¨®gicas. Y hay una ventaja: muchas de esas propuestas est¨¢n ya refrendadas por la coalici¨®n de gobierno de la Xunta.
P. ?Qu¨¦ cree que puede hacer por Ourense?
R. Frente a la especulaci¨®n, una ciudad ordenada, una gran ciudad balneario, con importante oferta de empleo a trav¨¦s del gran potencial tur¨ªstico y del repunte del sector textil, tan importante en la ciudad y del empleo que generar¨¢ la La Ley de Dependencia. Eso s¨ª, es necesario un c¨®digo de pr¨¢cticas de transparencia en los gastos municipales. Los orensanos tienen la oportunidad de salir de una larga ¨¦poca de oscurantismo.
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