Anestesista condenado

El anestesista Juan Maeso contagi¨® la hepatitis C a 275 pacientes, cuatro de los cuales fallecieron, en diversos hospitales de Valencia entre 1988 y 1998, seg¨²n la sentencia hecha p¨²blica ayer y que le condena a 1.933 a?os de prisi¨®n, de los que cumplir¨¢ 20. Se trata del mayor contagio conocido de esa enfermedad a escala mundial. El juicio ha durado cerca de 18 meses y la sentencia se produce casi 20 a?os despu¨¦s del primer contagio y casi 10 despu¨¦s de abrirse el sumario. Si bien la responsabilidad civil directa se atribuye a las compa?¨ªas aseguradoras, se considera responsable civil subsidiaria a la Consejer¨ªa de Sanidad de la Generalitat valenciana, tanto de los contagios producidos en el hospital p¨²blico La Fe como en los otros tres privados en los que trabaj¨® en esos a?os Juan Maeso.

La Sanidad p¨²blica valenciana podr¨ªa tener que hacer frente a indemnizaciones por m¨¢s de 20,3 millones de euros. Es l¨®gico que la responsabilidad subsidiaria sea atribuida a la Sanidad p¨²blica, que es quien debe garantizar el buen funcionamiento del sistema en su conjunto, con independencia del car¨¢cter p¨²blico, concertado o privado de los centros afectados. Pero es l¨®gico tambi¨¦n porque fueron reflejos corporativistas los que impidieron que saliera antes a la luz el caso del anestesista, a quien s¨®lo en febrero de 1998 se prohibi¨® la entrada en el hospital tras dar positivo en una anal¨ªtica del virus de hepatitis C.

Sobre la responsabilidad personal del m¨¦dico condenado, la resoluci¨®n concluye que el ¨²nico factor com¨²n a los cerca de 300 afectados en los distintos quir¨®fanos en que trabaj¨® Juan Maeso fue el propio anestesista. La sentencia considera probado que esa persona se autoinyectaba una parte de esas sustancias antes de hacerlo, con la misma jeringuilla, a los pacientes que iban a ser operados. Por cada contagio, la sentencia condena a Maeso a siete a?os de c¨¢rcel, y a dos m¨¢s en cada caso de los que acabaron en muerte.

Es de esperar que la ejecuci¨®n provisional de la sentencia permita que llegue el dinero lo antes posible a los afectados, tras tantos a?os de espera. La hepatitis C es una enfermedad cr¨®nica que evoluciona con el tiempo y que puede pasar de asintom¨¢tica a otras formas m¨¢s graves de manifestarse. Este caso ha revelado una laguna en el sistema judicial espa?ol: la imposibilidad de modificar las indemnizaciones, si se produce un cambio en el estado de los afectados.