Allariz, el basti¨®n de los nacionalistas
El BNG presenta su gobierno de la villa orensana como modelo de gesti¨®n del urbanismo y de protecci¨®n medioambiental
Allariz es punto y aparte. En la provincia m¨¢s conservadora de Galicia -la del feudo de Jos¨¦ Luis Baltar; la de la hegemon¨ªa de un PP infranqueable s¨®lo superado por sus divisiones internas- la villa alaricana ha mantenido a lo largo de casi dos d¨¦cadas una fragilidad arrolladora que la ha hecho inexpugnable.
De momento, s¨®lo se parece a s¨ª misma y nada a la que fue cuando en el verano de 1989 el pretexto de unos peces muertos que flotaban f¨¦tidos en el r¨ªo Arnoia enardeci¨® a un pu?ado de j¨®venes que apenas hab¨ªan cumplido los 30 y que decidi¨® tomar el Ayuntamiento. El BNG tom¨® la casa consistorial de Allariz con el respaldo asambleario de un pueblo hasta entonces entregado por la v¨ªa democr¨¢tica del voto a un regidor que ense?aba los carn¨¦s de la falange y alardeaba de esp¨ªritu franquista.
"Allariz ya va solo, ahora estamos centr¨¢ndonos en los pueblos de alrededor"
O Quin dej¨® a Francisco Garc¨ªa, el alcalde art¨ªfice del cambio urban¨ªstico, al frente de la alcald¨ªa
Y lo que empez¨® como un encierro vecinal reclamando gesti¨®n y ecolog¨ªa -y que llev¨® entonces brevemente a la c¨¢rcel a los cabecillas nacionalistas- ha acabado con el l¨ªder del movimiento juvenil alaricano, Anxo Quintana, liderando los designios de su organizaci¨®n pol¨ªtica en Galicia e instalado en la Vicepresidencia de la Xunta.
"Aqu¨ª, hasta hace bien poco, la gente no era nacionalista sino quinista", comenta Manuel, vecino de Allariz, atribuy¨¦ndole a Quintana un don de gentes excepcional oculto bajo su trato personal algo huidizo. Quintana ("O Quin", en Allariz) hizo a sus paisanos quinistas votantes del BNG, formaci¨®n a la que le han entregado sucesivas mayor¨ªas absolutas. Allariz ha seguido votando BNG desde que O Quin dej¨® a su n¨²mero dos, Francisco Garc¨ªa, el verdadero art¨ªfice del cambio urban¨ªstico en Allariz, seg¨²n comentario generalizado de los vecinos, al frente de la alcald¨ªa.
"Aqu¨ª no se vota por inercia", comenta un alaricano, "la gente vota distinto seg¨²n sean municipales o no". En las municipales, el BNG obtiene resultados a¨²n arrolladores (actualmente gobierna con ocho concejales frente a cuatro del PP y uno del PSOE), pero en las generales y auton¨®micas apenas un pu?ado de votos ha separado hasta ahora al Bloque de la segunda fuerza pol¨ªtica, el PP.
La diputada auton¨®mica socialista, Laura Seara tiene aqu¨ª su ra¨ªces. Aqu¨ª naci¨®, aqu¨ª fue su padre concejal por el PSdeG en la primera corporaci¨®n democr¨¢tica y es nieta del m¨ªtico Fandi?o que da nombre al restaurante de mayor fama de la villa. La parlamentaria valora la gesti¨®n municipal de los nacionalistas y especialmente "la capacidad de reacci¨®n" que tuvieron para hacerse con la alcald¨ªa aquel verano del 89. Un hecho que atribuye a la capacidad del tr¨ªo de dirigentes de aquel momento -el actual conselleiro de Medio Rural, Alfredo Su¨¢rez Canal; el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana y el alcalde, Francisco Garc¨ªa- pero tambi¨¦n "al respaldo que tuvieron del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez".
Seara recuerda c¨®mo en aquellos momentos de incertidumbre y caos, el entonces gobernador civil, el socialista Francisco Gonz¨¢lez "les ofreci¨® todo el apoyo" y c¨®mo despu¨¦s el Inem colabor¨® estrechamente con la creaci¨®n de escuelas-taller. Hubo colaboraci¨®n tambi¨¦n de otras delegaciones provinciales de la Xunta en manos del PSdeG, como la de Obras P¨²blicas. "Ellos se subieron al tren, pero los apoyos que tuvieron del PSOE fueron determinantes", sostiene Seara.
La villa, en concreto el casco hist¨®rico, que ha recibido premios de gesti¨®n urban¨ªstica, se mantiene impoluta en su desarrollo, hasta el punto de que el alcalde asegura que "Allariz ya va solo, ahora estamos centr¨¢ndonos en los pueblos de alrededor". Francisco Garc¨ªa destaca que "¨¦ste es el estilo de gobierno del BNG y se aplica tambi¨¦n en ayuntamientos en los que gobernamos como Rairiz de Veiga, Vilar de Santos o Pontevedra", pero Allariz fue "pionero".
"Contra el BNG no hay nada que hacer en Allariz", comenta un activo militante del PP que explica as¨ª el triunfo de la formaci¨®n nacionalista: "La gesti¨®n es buena, eso hay que reconocerlo: no dejan nada por hacer". Los populares han recurrido a la estrategia de las denuncias judiciales de algunos proyectos pero se muestran convencidos de que "mientras no tengamos un l¨ªder, mientras el PSdeG tampoco lo tenga, queda BNG para mucho tiempo aqu¨ª, porque ahora tienen incluso m¨¢s dinero de la Xunta para inversiones".
El desarrollo de la "ni?a bonita" del BNG, escaparate de un modelo de hacer gesti¨®n municipal, basti¨®n del nacionalismo gallego, est¨¢ encauzado hacia el sector servicios y en este momento, casi 20 a?os despu¨¦s del "conflicto" que les dio la alcald¨ªa, ponen su mirada en este municipio las grandes firmas hoteleras. Hasta el punto de que el debate actual entre los alaricanos se centra en este momento entre si es l¨ªcita o no, desde un punto de vista ecol¨®gico, la creaci¨®n de un campo de golf que traer¨¢ consigo la instalaci¨®n de la cadena AC en el mismo entorno del r¨ªo Arnoia en el que en el verano de 1989 aparecieron muertos los peces del cambio pol¨ªtico.
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