Estudio gratificante
Zarnicki-Giaccio.
Buenos Aires, 2000.
Ahora que cualquiera puede comprar bases de datos informatizadas para que un programa juegue perfectamente los finales de pocas piezas, podr¨ªa pensarse que estudiar la ¨²ltima fase de la partida es una p¨¦rdida de tiempo. Craso error: estas posiciones de apariencia simple no son pura mec¨¢nica; encierran secretos, maravillas y sutilezas que cualquiera puede disfrutar, a condici¨®n de que se esfuerce en descubrirlos. Por eso siguen siendo muy ¨²tiles los libros que facilitan ese esfuerzo. Por ejemplo, C¨®mo jugar con facilidad los finales, de Ian Snape, publicado en espa?ol por La Casa del Ajedrez, del que hemos tomado la posici¨®n del diagrama, que cualquier jugador avezado deber¨ªa evaluar correctamente en unos segundos. Hay dos factores b¨¢sicos para pronosticar una victoria blanca: el rey blanco est¨¢ en la cuarta fila, y el negro en la tercera; por tanto, hay ventaja de espacio; adem¨¢s, las blancas disponen de m¨¢s movimientos de peones; es decir, pueden perder m¨¢s tiempos con ellos para obligar al monarca negro a empeorar su posici¨®n. Con el diagn¨®stico claro, s¨®lo falta el plan: hay que romper el flanco de rey, crear un pe¨®n pasado en la columna h, cambiarlo por el de f6 e invadir el flanco de dama con varios tiempos de ventaja: 1 f5+!, e - f5+ (despu¨¦s de 1... Rf7 2 f - e6+, R - e6 3 Rf4, se llegar¨ªa a una posici¨®n muy similar) 2 Rf4, a6 3 h3, a5 4 h4, Rg7 5 R - f5, Rf7 6 g4, y el resto es muy f¨¢cil: 6... h - g4 7 R - g4, Rg6 8 a4, Rh6 9 Rf5, Rg7 10 h5, Rh6 11 R - f6, R - h5 12 Re6, Rg6 13 Rd6, y las negras pueden rendirse.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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