Delphi no se cansa
La solidaridad de conductores, vecinos y agentes de Tr¨¢fico acompa?a la pen¨²ltima etapa de la marcha hacia Sevilla
Delphi no se cierra ha dejado de ser un deseo. Ahora es un grito de ¨¢nimo, un mantra contra los malos tiempos, una consigna que ya todos, sean o no de Delphi, reconocen entre los c¨¢nticos que repiten peri¨®dicamente unos 140 trabajadores que desde el lunes marchan hacia Sevilla. Ayer, en su pen¨²ltima etapa, EL PA?S les acompa?¨®.
- 9.00. El fot¨®grafo que fue camarero. Jos¨¦ Torres Prieto es el fot¨®grafo oficial de la crisis de Delphi, su empresa desde hace 22 a?os. Antes fue camarero, pero volver a una barra no entra en sus planes. "?Ad¨®nde vuelvo ahora? Si hasta los camareros llevan camisa negra". Tiene miles de im¨¢genes que relatan la historia de estos tres meses de conflicto (www.delphi.loba.es/album). Ayer sum¨® a la colecci¨®n la foto del grupo al comienzo de la jornada: trabajadores alineados en las gradas del polideportivo de Los Palacios (Sevilla) vestidos con camisetas rojas, blancas o amarillas mientras cantan mantras como Delphi no se cierra. Cuando hoy llegue a Sevilla ser¨¢, con certeza, el caminante con m¨¢s kil¨®metros sobre sus gemelos porque mientras sus compa?eros avanzan por el arc¨¦n, Torres se mete campo a trav¨¦s y va y viene, siempre con la c¨¢mara en ristre, protegiendo el objetivo con una tapa de pat¨¦ La Piara porque la original se perdi¨® en alguna parte.
- 11.00. ?D¨®nde est¨¢ ?nimo? Los trabajadores caminan acompa?ados de su propio bullicio, de aplausos de vecinos y de bocinazos de apoyo de los automovilistas que vienen en sentido contrario. Adue?ados del carril derecho, la marcha tiene prioridad absoluta por la N-IV. Los agentes de tr¨¢fico de la Guardia Civil, que detienen veh¨ªculos en cruces y rotondas para que no obstaculicen al grupo, se esmeran en atenderles tanto que los caminantes les proponen fotografiarse juntos. Las esperas de camiones, veh¨ªculos o furgonetas en el carril izquierdo no desatan protestas. Son constantes los saludos, los pu?os en alto, los aplausos, los pitidos de apoyo y los comentarios. "?nimo, compa?eros". "Suerte". Responden agradecidos a cada gesto, pero tras cinco jornadas han elaborado un c¨®digo interno de complicidades. "?D¨®nde est¨¢ ?nimo?". "Que busquen a Suerte". A fuerza de humor y gestos de solidaridad avanzan sobre el arc¨¦n con un sol de mediod¨ªa poco divertido y nada solidario. "Cuidado con la tirinitis", dice uno de ellos provocando las risas colectivas. En el primer alto, en una venta, los compa?eros de cuitas laborales encargados del avituallamiento reparten naranjas, manzanas y l¨ªquidos. En la ambulancia, Trinidad Navarro, enfermera de Delphi desde hace 20 a?os, despacha curas para ampollas e incluso para suelas venidas a menos. "Soy tambi¨¦n la zapatera, no te preocupes, lo arreglamos con esparadrapos", zanja.
- 14.00. Carreras de motocross. Caminan a buen ritmo, tanto que improvisan una parada antes del parque Poeta Jorgue Guill¨¦n, en Dos Hermanas, donde sindicalistas sevillanos est¨¢n prepar¨¢ndoles una barbacoa. Ana Gonz¨¢lez Tu?as, una de las tres trabajadoras que comenz¨® la marcha en Puerto Real y una de las pocas operarias de producci¨®n de la planta, conf¨ªa en disponer de un plato alternativo. Apenas tolera la carne, dieta b¨¢sica de la caminata. Ella sufre en el est¨®mago los malos tragos que se ahorran sus piernas y pies. Ana, que a veces desconecta escuchando al grupo madrile?o Lagarto amarillo, se priva de hablar a diario con sus hijos Rub¨¦n y Anabel para no hartarse a llorar. "Les echo mucho de menos, pero esta es una marcha por la dignidad, para que no se nos olvide", afirma. Lo ¨²nico negativo que ha vivido esta semana han sido los sonidos nocturnos en los polideportivos: "Parece una carrera de motocross". Algunos m¨®viles tienen ya como sinton¨ªa una coral de ronquidos nocturnos. "Aqu¨ª donde nos ves ahora hartarnos de reir, cuando lleguemos al final del d¨ªa nos ver¨¢s hartarnos de llorar", asegura la operaria. La distribuci¨®n de Delphi en turnos y plantas propici¨® que todas las caras suenen pero que muchas se desconozcan. La marcha desbarat¨® la lejan¨ªa. "Hay gente con la que hab¨ªas trabajado durante a?os pero es ahora cuando te abrazas y lloras", cuenta Ana.
- 17.00. Una entrevista en la meta. Llegan al polideportivo de Bellavista en el mismo orden que formaron por la ma?ana junto al de Los Palacios. Antonio Pina, el presidente del comit¨¦ de empresa, en el centro de la primera l¨ªnea. Ha caminado jornadas con fiebre y ampollas, pero se le nota satisfecho. Hoy se reunir¨¢n con el presidente andaluz, Manuel Chaves, un encuentro que no estaba previsto el lunes. "Queremos saber qu¨¦ pasar¨¢ con nuestro futuro". El grupo pregunta cantando por "la palangana". En la foto puede descubrirse por qu¨¦.
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