La 'chanson' desafina

A las canciones de amor les sienta bien el franc¨¦s. Y si las cantan j¨®venes tan encantadores como Louis Garrel, Ludivine Sagnier y Chiara Mastroianni, la melod¨ªa deber¨ªa resultar irresistible. Pero en el cine las f¨®rmulas nunca son exactas y Les chansons d'amour, la pel¨ªcula del franc¨¦s Christophe Honor¨¦ que ayer abri¨® la jornada del Festival de Cannes, result¨®, como poco, chirriante. El filme opta a la Palma de Oro cuando se trata de una mala copia (por intensa y por pretenciosa) de El otro lado de la cama. Entre risotadas, un critico espa?ol grit¨®: "Menudo plagio. Y encima Alberto San Juan es m¨¢s guapo".

Nada que objetar al comentario. En Les chansons d'amour chico A y chica A se acuestan con chica B. Un m¨¦nage ¨¤ trois que pretende desbloquear al fr¨ªo chico A. La chica A muere repentinamente y el chico A acaba desolado en la casa de la chica B, donde hay un chico B y un hermano del chico B. El chico A y el hermano del chico B acaban en la cama ante el pasmo de la chica B y la familia de la chica A. Entre cama y cama, todo pretende ser tan fresco como intenso, tan casual como determinante. Aderezado sin gracia ni emoci¨®n con canciones (originales para el filme) y con frases del tipo "No me ames tanto y ¨¢mame durante m¨¢s tiempo". Pues eso, que es mejor recordar a Alberto San Juan interpretando a pleno pulm¨®n Gavil¨¢n o paloma, inefable cl¨¢sico de la canci¨®n rom¨¢ntica espa?ola que ayer hubiese sonado en Cannes a gloria.