"Con el 'hiyab' me siento m¨¢s libre"
La danesa Asmaa Abdol-Hamid se declara feminista, socialista y musulmana. Aspira a ser la primera diputada de Europa que acuda al Parlamento con pa?uelo isl¨¢mico
![Ana Carbajosa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ffaa5ff7d-a4e8-4b2a-b4a6-1ef4ab0a9aff.png?auth=ef2a89c10c92e5f4e9532ee335711f7688a510091f8be84eae96b557d58db555&width=100&height=100&smart=true)
Asmaa Abdol-Hamid es un pez velado que nada a contracorriente y que a sus 25 a?os se ha convertido en el s¨ªmbolo de la defensa del yihab en Europa. Esta joven danesa aspira a ser la primera parlamentaria europea con la cabeza cubierta seg¨²n dicta el islam, y si su partido, la Lista Unitaria -una coalici¨®n de izquierdas rojiverde- no pierde ning¨²n esca?o, lo conseguir¨¢ dentro de unos meses. El anuncio de su candidatura ha desatado la ira de pol¨ªticos de derechas, l¨ªderes musulmanes y feministas en el pa¨ªs que incendi¨® las calles del mundo ¨¢rabe con la publicaci¨®n de las vi?etas de Mahoma. Abdol-Hamid, que se declara feminista, socialista y musulmana, no cree en la tan manida teor¨ªa huntingtoniana del choque de civilizaciones. Pero piensa que "en Europa hay mucha gente que no entiende o no quiere entender qu¨¦ es el islam". "El islam en Europa es diferente del de muchos pa¨ªses ¨¢rabes. Aqu¨ª defendemos la libertad de expresi¨®n y los derechos humanos", afirma.
"?Por qu¨¦ todo el mundo tiene que opinar sobre c¨®mo vivimos los musulmanes?"
La publicaci¨®n de unos dibujos del profeta Mahoma en el Jyllands-Posten, el diario de mayor difusi¨®n en Dinamarca, desencaden¨® la primera sacudida en un pa¨ªs con un 3% de poblaci¨®n musulmana. Abdol-Hamid protagoniza ahora una segunda sacudida que al igual que la crisis de las caricaturas ha traspasado las fronteras del pa¨ªs y ha reavivado el debate en Occidente sobre su relaci¨®n con el islam y el uso del hiyab.
De origen palestino y nacida en los Emiratos ?rabes Unidos, Abdol-Hamid decidi¨® ponerse el velo a los 14 a?os, ante la sorpresa de sus padres. Poco a poco, todas las mujeres de su familia acabaron optando tambi¨¦n por el pa?uelo. "Con el hiyab me siento m¨¢s libre. A muchas mujeres en Europa se las considera un objeto. Yo no quiero que se fijen en m¨ª por ser mujer o por mi aspecto f¨ªsico; quiero que se tenga en cuenta mi talento".
El xen¨®fobo y ultraderechista Partido Popular dan¨¦s, formaci¨®n socia del Gobierno que preside el liberal Anders Fogh Rasmussen, ha anunciado que impedir¨¢ la entrada de una mujer con velo al Parlamento y ha comparado el pa?uelo con "otros s¨ªmbolos totalitarios". El Partido Popular, que cosech¨® grandes apoyos con la crisis de las vi?etas, ha sugerido esta misma semana que se proh¨ªba el uso del velo en los centros p¨²blicos.
Pero esta joven trabajadora social no entiende por qu¨¦ su aspiraci¨®n de llegar hasta el Folketin (Parlamento) con la cabeza tapada ha levantado tanto revuelo y dice ser una firme defensora de los derechos individuales. "Que yo coma carne halal, que lleve velo o cu¨¢nto rece es mi problema. Son opciones personales. ?Por qu¨¦ en Europa todo el mundo tiene que opinar sobre c¨®mo vivimos los musulmanes?", se pregunta Abdol-Hamid en una entrevista telef¨®nica con este diario. "El problema es que la derecha quiere que la gente tenga miedo al islam", apunta.
A diferencia de otros musulmanes, Abdol-Hamid no tiene nada en contra de la homosexualidad o del aborto: "A m¨ª no me importa con qui¨¦n duermen los dem¨¢s, ni como persona ni como pol¨ªtica". Y tiene claro que el feminismo es la ¨²nica v¨ªa para alcanzar la igualdad, que dice, Europa tampoco ha logrado. "En Dinamarca todav¨ªa queda mucho camino por recorrer. Las mujeres no tenemos los mismos derechos que los hombres. Ellos dominan la pol¨ªtica, los medios de comunicaci¨®n, siguen estando mejor pagados que las mujeres, que encima estamos sometidas a la doble jornada. Hay que apoyar la lucha de las mujeres", sostiene.
Su feminismo sin embargo no lo comparten gran parte de las corrientes feministas m¨¢s ortodoxas que en Dinamarca han puesto el grito en el cielo porque consideran que Abdol-Hamid simboliza la opresi¨®n de la mujer por el hombre. La joven candidata les responde: "Ellas piensan que s¨®lo hay una forma de ser mujer libre. Ellas son las extremistas. Yo tengo derecho a elegir libremente si llevo el velo, y eso es lo que elegido".
Pero a esta joven luchadora tambi¨¦n le ha tocado nadar a contracorriente en el mar de la ortodoxia isl¨¢mica. L¨ªderes musulmanes daneses le han explicado que la pol¨ªtica no es un trabajo para mujeres y que lo que tiene que hacer es casarse y quedarse en casa. La candidata hace o¨ªdos sordos a estas cr¨ªticas "que vienen de ¨¢rabes tradicionales, de inmigrantes de primera generaci¨®n". "Yo no soy como ellos. Yo pertenezco a esta sociedad, soy danesa y entrar¨¦ en el Parlamento para hacer de este pa¨ªs un sitio mejor. Los musulmanes europeos somos ciudadanos como los dem¨¢s, no estamos invitados. No tengo que demostrar que me porto mejor que los dem¨¢s europeos".
Para Abdol-Hamid, la cuesti¨®n religiosa deber¨ªa permanecer en el ¨¢mbito estrictamente privado y sus motivaciones pol¨ªticas poco tienen que ver con el Islam. "Soy musulmana, creo en Al¨¢, pero eso no tiene nada que ver con mi ideolog¨ªa". Entr¨® en pol¨ªtica despu¨¦s de haber trabajado en colegios en barrios empobrecidos de Odense, la ciudad danesa en la que vive. "Ah¨ª me di cuenta de que en Dinamarca no todo el mundo tiene las mismas oportunidades, pero que esto era algo que se pod¨ªa cambiar". Los inmigrantes se encuentran entre los que, en su opini¨®n, gozan de menos oportunidades que los dem¨¢s.
![Asmaa Abdol-Hamid, en abril de 2006.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6BCZODY5QLUUTQZ7PTGRVQJSOY.jpg?auth=3adc823eb7b9a6bfa7bf71586763118f7bd24a7f7df0cc547d9b33166ab2b00c&width=414)
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