Bonos de prostitutas
Meretrices italianas compensan con un servicio gratuito a los clientes multados por la polic¨ªa por contratarlas
Prestaciones gratis para los clientes multados. Es la iniciativa de las prostitutas de Padua, en el noreste de Italia, en respuesta a la ordenanza del Ayuntamiento de centro-izquierda que empez¨® hace algunos meses una lucha para desincentivar la prostituci¨®n. Entre las medidas para lograrlo figuran las sanciones a los clientes. Las prostitutas de la ciudad organizaron el mi¨¦rcoles pasado una marcha para reivindicar sus derechos y reabrieron el debate acerca de la necesidad de una reglamentaci¨®n.
Debido a un vac¨ªo legal en materia de prostituci¨®n, en Italia (as¨ª como en Espa?a) ¨¦sta pr¨¢ctica no se proh¨ªbe, pero tampoco se reconoce como legal, es decir, las prostitutas pueden trabajar, pero no emitir facturas. El alcalde de Padua, Flavio Zanonato, de los Dem¨®cratas de Izquierda, decidi¨® eludir el problema sancionando (con una multa de 50 euros) a los clientes por obstaculizar el tr¨¢nsito con el coche en la fase de contrataci¨®n que precede a la prestaci¨®n sexual.
"Me estoy ocupando de la degradaci¨®n urbana", dice el alcalde de Padua
A una manifestaci¨®n de las profesionales del sexo s¨®lo acudieron unas 50 entre transexuales, travestis, gigol¨®s y unas pocas prostitutas. Todas con carteles y un distintivo circular de color rosa en el pecho. Es un invento comercial para distinguir a las prostitutas que dar¨¢n un servicio gratis para resarcir a los clientes multados por la polic¨ªa. Sin embargo, la marcha termin¨® siendo multitudinaria gracias al apoyo de los okupas y los antiglobalizaci¨®n, que prestaron a las prostitutas furgonetas, altavoces y equipos de sonido.
Al desfile sigui¨® un recorrido de un kil¨®metro en el centro de la ciudad, al ritmo de la banda sonora de la pel¨ªcula Pretty Woman, y en medio de una atm¨®sfera parecida a la del carnaval de R¨ªo de Janeiro. Entre todos destacaba un se?or distinguido de camisa negra y gafas con un enorme cartel que dec¨ªa Yo soy un cliente. En la cabeza de la marcha, alta, elegante, con sandalias doradas y chaqueta roja, estaba Kristal, transexual que ejerce el trabajo m¨¢s antiguo del mundo y que se hizo portavoz de esta protesta. En el gran d¨ªa tuvo que contestar 30 veces a la pregunta: "?Usted qu¨¦ opina de las multas de Zanonato?". Y Kristal, incansable, repet¨ªa: "Nos est¨¢n utilizando para encubrir los problemas reales de la ciudad, nos dan tres p¨¢ginas en el diario y los muertos en el trabajo solo ocupan unas l¨ªneas".
Padua tiene unos cuantos problemas de orden publico. Es la segunda vez en un a?o que las decisiones del alcalde saltan a la prensa internacional. En agosto de 2006 fue construido un muro met¨¢lico de tres metros de alto y 84 de largo para aislar un barrio de la ciudad poblado por inmigrantes clandestinos, divididos en bandas que se disputan el narcotr¨¢fico. Esta ordenanza, as¨ª como las iniciativas en contra de la prostituci¨®n, dividieron la ciudad en dos.
El alcalde Zanonato comenta: "Me estoy ocupando de la degradaci¨®n urbana. Las colas de los coches frente a las prostitutas molestan la tranquilidad p¨²blica. Queremos defendernos de los fen¨®menos que la prostituci¨®n conlleva, entre ellos, la explotaci¨®n de la misma". Seg¨²n ¨¦l, el 40% de las prostitutas de Padua son menores y el 90% son inmigrantes.
Seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales, relativos a una investigaci¨®n de 2001, en Italia trabajan entre 50.000 y 70.000 prostitutas. De ellas, 25.000 ser¨ªan extranjeras, sobre todo nigerianas, pero tambi¨¦n de Europa del Este.
![La polic¨ªa identifica a clientes de prostitutas en Italia (foto de archivo).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SOEPK765WCDN7ZZUTR5OUDALXI.jpg?auth=03aec663fe74545f01b47e0459fdee17b88e77ab8bf5d782b6bcddaa2f6ceea6&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.