Entierro o incineraci¨®n, pero sin contaminar

Los seres humanos contaminamos mucho: basuras, aerosoles, detergentes, emisiones. Pero, triste destino, seguimos haci¨¦ndolo una vez muertos. La descomposici¨®n natural de la materia org¨¢nica puede contaminar si la forma de enterrar no es la adecuada, pero tampoco las chimeneas de las incineradoras sacan a la atm¨®sfera soplos de aire puro. Y qu¨¦ decir de los millones de ¨¢rboles que se cortan para hacer ata¨²des, de las lacas que abrillantan los f¨¦retros y del zinc que los protege, o de las muchas urnas que van a parar a los r¨ªos o al mar detr¨¢s de las cenizas.

Los f¨¦retros a¨²n llevan lacas y tejidos con PVC que emiten gases t¨®xicos al ser incinerados

Francia, Alemania y Austria proh¨ªben sacar las cenizas del cementerio por problemas ecol¨®gicos con las urnas

Una empresa espa?ola patenta un producto que impide la contaminaci¨®n de la tierra por los restos mortales

En Francia han prohibido que las familias se lleven las urnas porque ten¨ªan el Sena perdidito. Y lo mismo en Alemania y en Austria. Incluso en Espa?a hay normativas municipales que ponen veto al libre esparcimiento de las cenizas. Tambi¨¦n se han encontrado urnas en los estanques madrile?os del Retiro o la Casa de Campo a pesar de estar prohibido.

Europa tiene listo un borrador donde se recoge la conveniencia de tratar con productos ecol¨®gicos los restos cadav¨¦ricos, y el consorcio de empresas espa?ol que aportar¨¢ sus apuntes a esta normativa sugiere cambiar conveniencia por obligaci¨®n.

Las administraciones y los responsables de los cementerios son conscientes de que podr¨ªa hacerse algo m¨¢s en lo que a ecolog¨ªa se refiere, y en algunos pa¨ªses y ciudades ya se entierra a la gente procurando disminuir la contaminaci¨®n. La empresa espa?ola Biointegral ha patentado un producto con el aval del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) "con el que se inhuman los cad¨¢veres de forma obligatoria en Madrid, Barcelona y otras ciudades", explica su presidente, Jos¨¦ Huertes. Se trata de una bolsita con bacterias muy eficientes que devoran la materia org¨¢nica hasta dejar s¨®lo los huesos en apenas un a?o. Es un procedimiento tan biol¨®gico como la descomposici¨®n natural, s¨®lo que acelerado porque la selecci¨®n de bacterias optimiza el proceso. Y es limpio, porque las bolsitas contienen un producto higrosc¨®pico (como el que se usa en los pa?ales) que impide que los l¨ªquidos del cuerpo en descomposici¨®n (lixiviados) viajen en libertad y, en el peor de los casos, se filtren en la tierra. Los lixiviados llevan con ellos las bacterias que habitan el cuerpo humano o los restos de tratamientos qu¨ªmicos hospitalarios (quimioterapia).

Bacterias

Las bacterias del cuerpo y las de la bolsita compiten por la comida, "pero gana la batalla el consorcio microbiano de bioencimex, porque est¨¢n entrenadas para trabajar en ese medio. Todas se ir¨¢n muriendo a medida que se acaba la comida. Es una autorregulaci¨®n biol¨®gica", explica el cient¨ªfico Baltasar Mi?ambres, del CSIC.

?Qu¨¦ futuro tienen estos productos biol¨®gicos para inhumaciones? Se abren camino en algunos pa¨ªses de Europa, pero no ser¨¢ f¨¢cil competir con la incineraci¨®n, una pr¨¢ctica muy consolidada en buena parte de la UE y que avanza sin competencia en pa¨ªses aferrados a otras culturas funerarias, como Espa?a, Italia o Portugal. Las cremaciones rondan el 20% en Espa?a, pero crecen cada a?o un 2%, y pronto, dicen los expertos, alcanzar¨¢ niveles europeos (40%).

En un platillo de la balanza hay que colocar las ventajas sanitarias de acabar devorado por el fuego. A 1.000 grados no hay infecci¨®n que se resista. En el otro platillo pesan como tierra las emisiones que los hornos expulsan al aire. Los defensores de este sistema sostienen que estos hornos contaminan menos que una barbacoa porque la c¨¢mara poscombusti¨®n depura los gases antes de soltarlos a la atm¨®sfera. "Adem¨¢s, antes de quemar se retiran los cristales de la caja y los herrajes", explica Jes¨²s Mart¨ªnez, gerente de Atroesa, una empresa de fabricaci¨®n de hornos crematorios. "Y desde luego contaminan menos que otras industrias. Creo que la oposici¨®n de la gente a tener cerca una incineradora de ¨¦stas es m¨¢s social que ambiental", a?ade. Pero es consciente de que los ata¨²des todav¨ªa utilizan lacas que nada bueno aportan a las emisiones e incluso sudarios que contienen PVC. Mart¨ªnez contraataca: "Los entierros tambi¨¦n contaminan el subsuelo".