Cuesti¨®n de ritmo

La ¨²ltima vez que Ga?l Monfils se pase¨® por Madrid iba sentado en una silla de ruedas y llevaba una bolsa de hielo atada al pie. Sufr¨ªa. Chillaba tumbado sobre la camilla del fisioterapeuta. Y, por supuesto, acababa de ser eliminado del Masters de Madrid. La ¨²ltima vez que Monfils se dej¨® caer por la capital espa?ola, cuerpo desgarbado, negra piel en contraste con su camiseta rojo sangre, buscaba un doctor y, claro, as¨ª postrado, era dif¨ªcil imagin¨¢rselo jugando contra Rafael Nadal y gritando: "?Tuve mi oportunidad! S¨¦, as¨ª lo siento, que pod¨ªa haber ganado". La ¨²ltima vez que Rafael Nadal jug¨® un partido, el domingo, dijo: "He perdido. Ahora me toca empezar otra racha". Y cuesta imagin¨¢rselo as¨ª, derrotado, viendo rota su serie de 81 victorias seguidas sobre tierra. Ocurri¨® en la final del Masters de Hamburgo. Lo que empez¨® con Monfils, el primer rival batido por Nadal en su impecable racha, acab¨® con Roger Federer, ganador en Alemania. Pura cuesti¨®n de ritmo.

Federer, el n¨²mero uno, celebr¨® el t¨ªtulo por todo lo alto. "?Por fin!", estall¨®. "?Por fin he conseguido jugar bien contra Rafa!", continu¨®. "Sobre todo, he conseguido jugar el tenis que hace falta jugar para ganarle", a?adi¨®, misterioso.

?Y cu¨¢l es el truco? ?Qu¨¦ ha descubierto Federer para batir a Nadal, para hacer humano al destructor que a todos ganaba sobre la arcilla? "Lo importante", reflexion¨® Federer, "es impedirle que dicte el ritmo del encuentro. Es necesario dominarle a ese nivel. Por eso no me puse nervioso tras perder el primer set. Me di cuenta de que lanzaba mis golpes demasiado pronto. Creo verdaderamente que esta victoria sobre tierra puede ser un punto de inflexi¨®n. Va a ser interesante ver qu¨¦ pasa con nosotros dos en Roland Garros".

El grande franc¨¦s empieza en cinco d¨ªas. Y los dos mejores jugadores viven pendientes del viernes. Ese d¨ªa se celebrar¨¢ el sorteo. Y entonces se sabr¨¢ cu¨¢l de ellos arranca el domingo. Es una cuesti¨®n de doble filo: el que empiece el primer d¨ªa perder¨¢ jornadas de descanso respecto a Hamburgo y ganar¨¢ una durante el torneo. P¨®ngase d¨ªas de calor extremo, a?¨¢dase la obligaci¨®n de jugar a cinco sets y se llegar¨¢ a la conclusi¨®n de que en Par¨ªs descansar es tan importante como ganar. Por eso Nadal dedica estos d¨ªas a estar tranquilo: unas horas de golf; otras, pocas, suaves pero intensas, de tenis. Por eso Federer debe empezar a trabajar hoy con Eysseric, el j¨²nior franc¨¦s que es un clon del espa?ol. Y por eso los dos lo miden todo mirando al calendario, esperando al viernes, al domingo, a Roland Garros. Las victorias, dicen, se deciden en los detalles. Y Federer ya ha dado con la clave: cuesti¨®n de ritmo.