Tejiendo alianzas en la Espa?a plural
"Todas las tareas nobles son dif¨ªciles y complicadas" dijo S¨®crates hace m¨¢s de 2.000 a?os. Que Espa?a es plural entra en el terreno de lo real, de la misma forma que existen diferencias entre mujeres y hombres y diversidad dentro de los colectivos. La diversidad es una riqueza de la humanidad, aunque organizar la convivencia que respete la diversidad, sea una tarea m¨¢s dif¨ªcil y complicada, pero no imposible. Que la pluralidad existe, s¨®lo puede ser negado por quien quiera ver la realidad con gafas enteladas, o quien quisiera arrasar con las diferencias. El pluralismo de Espa?a, caracter¨ªstica impl¨ªcita de toda sociedad moderna y compleja, ya est¨¢ recogido en la Carta Magna y de hecho, en gran parte, el Estado de las autonom¨ªas ya es una propuesta plural, que con muchas imperfecciones se podr¨ªa considerar un embri¨®n de la Espa?a federal.
Pero estos conceptos no deben ser impedimento para obviar otras realidades. No s¨®lo se da la pluralidad en el Estado por la existencia de diferentes pueblos, sino que tambi¨¦n se da la pluralidad en las mismas comunidades aut¨®nomas. As¨ª Espa?a es plural, pero tambi¨¦n Euskadi es plural, Catalu?a es plural, Andaluc¨ªa es plural y Galicia es plural.
El 21 de abril de 2006, la Fundaci¨®n Catalunya Segle XXI propici¨® en Madrid un encuentro de diversos pensadores sobre la viabilidad del federalismo y la organizaci¨®n de la diversidad dentro de una Espa?a plural, bajo el ep¨ªgrafe de Tejiendo Alianzas. Las reflexiones generadas en este encuentro, pueden encontrarse en la p¨¢gina www.seglexx1.com, y ya pusieron de manifiesto las dificultades de establecer alianzas, en un momento en que ya el insulto contra todo lo que viniera de Catalu?a se hab¨ªa convertido en la ¨²nica estrategia del PP para desgastar al gobierno legalmente constituido.
Pero fede, quiere decir pacto o alianza, y como dec¨ªa el profesor Ram¨®n M¨¢iz, Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs del mundo en que una palabra como federalismo, que significa unir, y pactar la convivencia entre diferentes, se entiende como separaci¨®n. Es una palabra que ha sido denostada, incomprendida y vilipendiada por razones homogeneizadoras del estado en que el uno quiere matar las diferencias, acaba significando, para quien no est¨¦ muy avezado en la materia, como lo contrario de su propio significado.
Sab¨ªamos y sabemos, que la Espa?a plural existe, pero nadie dijo que ser¨ªa f¨¢cil organizar pol¨ªticamente esta diversidad. Por eso nuestras conclusiones fueron que "para construir el Estado federal necesitamos los cimientos y el cemento y se crear¨¢ a la vez un nuevo espacio de convivencia com¨²n. Los cimientos pueden ser el sistema, el esquema, los instrumentos, etc¨¦tera, propios de un sistema federal y el cemento debe ser un discurso ciudadano republicano y de respeto a la diferencia y la diversidad.
Se hace necesario abrir el concepto federal a la ciudadan¨ªa, realizar un debate abierto, creando espacios y promoviendo valores; una ciudadan¨ªa que, defendiendo derechos propios, sea m¨¢s responsable y m¨¢s proclive a la creaci¨®n de alianzas con otras ciudadan¨ªas; una ciudadan¨ªa que se articular¨¢ a partir de la gesti¨®n de estos tres par¨¢metros: igualdad, autonom¨ªa y diversidad. Libertad e igualdad se han quedado desfasadas para gestionar la complejidad actual dado que se necesitan elementos para gestionar la riqueza de la diversidad. L¨®gicamente debe existir la igualdad y la libertad pero es necesaria la presencia de la gesti¨®n de la diferencia para garantizar la equidad.
Pero tambi¨¦n ser¨¢ muy importante poner el acento en la organizaci¨®n de un Estado complejo que debe ser funcional, eficiente y dar respuesta a las necesidades".
Esta tarea, pausada y constante no est¨¢ s¨®lo en manos de expertos, ni de representantes de partidos, que son necesarios pero no suficientes, sino que ya forma parte de la vida y de la voluntad de amplios sectores de la ciudadan¨ªa, cuyas voces quedan apagadas cuando s¨®lo se analizan los titulares que generan los portavoces o lideres de opini¨®n. Personalizar la pol¨ªtica, y utilizar el nombre de los l¨ªderes en vano, nos aleja de la pol¨ªtica de las personas. Dando a las opiniones siempre respetables el valor de argumentos, se confunde la apreciaci¨®n de la realidad, y no se crean condiciones para la democracia deliberativa. Probablemente existan ya en Espa?a muchas m¨¢s complicidades y alianzas entre personas, sociedades profesionales y sindicatos, que ya se han organizado federalmente que lo que conocen algunos pol¨ªticos.
Quiz¨¢s el ejercicio de las virtudes c¨ªvicas como la prudencia, la paciencia y la generosidad, permita establecer los puentes, y continuar con el trabajo necesario para tejer alianzas. Aunque puede cundir la desesperanza de los que hace m¨¢s a?os que intentan este objetivo, que ha sido siempre compartido por muchos sectores ciudadanos, y que con su visi¨®n abrieron caminos hacia el futuro, son muchos los ciudadanos y ciudadanas que quieren trabajar para construir sus unidades de convivencia y sus alianzas sin renunciar a sus diferencias. Como dice Slavoj Zizek: "uno es verdaderamente universal s¨®lo como radicalmente singular, en los intersticios de las identidades comunales". Esta singularidad radical se va a demostrar en las pr¨®ximas elecciones municipales y auton¨®micas para algunos con el voto masivo en las urnas o con el compromiso c¨ªvico de los que ejercen su derecho de ciudadan¨ªa, formando parte de listas electorales, y recordando aqu¨ª que la democracia y nuestra constituci¨®n defienden el derecho de todos los ciudadanos a ejercer este derecho si no est¨¢n condenados o incapacitados judicialmente, de acuerdo con Javier Perez Royo. Los ciudadanos y ciudadanas universales, s¨®lo pueden creer en la democracia plural por excelencia, ejerciendo el libre derecho a su singularidad.
Carme Valls-Llobet es presidenta de la Fundaci¨® Catalunya Segle XXI y de Ciutadans pel Canvi.
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