Hay un m¨¦todo en su locura
La ministra Elena Salgado present¨® el pasado marzo una Estrategia en salud mental del Sistema Nacional de Salud acordada con todas las comunidades aut¨®nomas, en un raro ejercicio un¨¢nime de racionalidad cient¨ªfica. La psiquiatr¨ªa espa?ola ha pasado del furg¨®n del subdesarrollo a la primera clase internacional en s¨®lo un cuarto de siglo, pero ¨¦sa es una medicina que s¨®lo se ocupa del 1% de la poblaci¨®n: el que padece esquizofrenia o trastorno bipolar, las dos enfermedades mentales clasificadas como "graves" por los organismos internacionales, y las ¨²nicas que tradicionalmente se han considerado merecedoras de una consulta.
Pero ese porcentaje de poblaci¨®n sube al 10% en cualquier pa¨ªs occidental si se a?aden al c¨®mputo la depresi¨®n, la ansiedad, las fobias y otros trastornos que casi nunca llegan al especialista; por tanto, se quedan sin diagnosticar y sin tratar. Siendo un problema que afecta a cuatro millones de personas en Espa?a, parece obvio que s¨®lo se podr¨¢ gestionar en atenci¨®n primaria, y ¨¦se es el principal objetivo del nuevo plan.
El porcentaje de la mortalidad total que se debe a las enfermedades mentales exhibe notables oscilaciones geogr¨¢ficas, con los dos extremos de la distribuci¨®n separados por un factor de seis veces. Y la provincia de los mil r¨¦cords -conexiones a Internet, casillas aconfesionales del IRPF, pisos peninsulares de alquiler, audiencias cinematogr¨¢ficas- tambi¨¦n lo es en esto: la mortalidad barcelonesa por enfermedad mental alcanza el 5,6%.
Alguno ya estar¨¢ pensando en la tramontana, "el viento de m¨¢s all¨¢ de las monta?as" que hostiga espor¨¢dicamente la costa catalana, pero lo cierto es que ni Tarragona ni Girona (con un 4,0% por barba) alcanzan esas cotas censuales de mortalidad mental, ni mucho menos las Islas Baleares (3,2%), que tambi¨¦n reciben de vez en cuando la caricia del c¨¦lebre ventarr¨®n del norte.
Las que siguen a Barcelona en ese indicador no son sus compa?eras de tramontana, sino ?lava (5,0%) y Soria (4,6%). Y su r¨¦cord absoluto tampoco es deudor de su condici¨®n de gran ciudad, puesto que Madrid no pasa de un parco 2,9%. Hay un m¨¦todo en la locura de Barcelona, pero no sabemos cu¨¢l es. ?Alguna idea?
La cordura brilla por su lado y sin impedimentos en las soleadas y dispares Sevilla (1,4%), C¨¢ceres (1,3%) y Badajoz (0,9%).
Pese a la cateta tradici¨®n local de los chistecillos del div¨¢n, los trastornos mentales son cualquier cosa menos una broma: cuestan en Espa?a m¨¢s de 3.000 millones de euros al a?o, seg¨²n estima Sanidad, entre f¨¢rmacos, gastos de hospitalizaci¨®n, p¨¦rdida de horas de trabajo, pensiones de invalidez y muertes prematuras, y suponen para toda Europa una carga de enfermedad mayor que el c¨¢ncer y las enfermedades cardiovasculares, que sin embargo son las dos grandes causas de muerte en todos los pa¨ªses desarrollados -en Espa?a, el 27% de la poblaci¨®n muere de c¨¢ncer y el 35% de infartos, trombosis y dem¨¢s crisis cardiovasculares-.
A continuaci¨®n, nuestro muy querido espacio A ti te encontr¨¦ en un Blog, hoy con Conistorsis el onubense: "En el f¨²tbol, las masas formamos parte del espect¨¢culo. Seguro que si pusieran c¨¢maras para grabar c¨®mo bostezamos ir¨ªamos m¨¢s al cine".
Capaz que s¨ª.
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