Uso y abuso del s¨ªmbolo @

Un conocido m¨ªo, que reside en Ciudad Real y que procede de Arroba de los Montes, me dec¨ªa lo contento que estaba de que le hubieran puesto el nombre de su pueblo al famoso s¨ªmbolo de los correos electr¨®nicos.

En realidad el uso hace al lenguaje, y el idioma espa?ol no es una excepci¨®n entre las lenguas vivas. La ¨²ltima versi¨®n del diccionario de la lengua espa?ola incluye toda una serie de giros que se dicen en diversos pa¨ªses hispanoamericanos, as¨ª como nuevas palabras, que el uso ha ido incorporando a nuestro hablar diario, entre las que est¨¢n algunas de las que tienen que ver con las nuevas tecnolog¨ªas.

Las pol¨ªticas de igualdad de g¨¦nero, que se van introduciendo paso a paso en los distintos ¨¢mbitos de nuestra sociedad, como no pod¨ªa ser de otra manera, van ayudando a que, entre otras muchas cosas, el lenguaje tenga en cuenta a la mujer en el mismo nivel de igualdad que el del hombre. Eso ocasiona que vayan cayendo poco a poco algunos de los t¨®picos que dan por sentado que se incluyan en los t¨¦rminos masculinos del lenguaje a los femeninos: ya nadie se sorprende al escuchar jueza o concejala, aunque sigamos diciendo "nosotros" cuando hay hombres y mujeres.

As¨ª que por alg¨²n motivo que no alcanzo a comprender, se viene haciendo un uso que comienza a ser excesivo del s¨ªmbolo @ fuera del ¨¢mbito inform¨¢tico, con la pretensi¨®n de incluir la "a" y la "o", referidos ¨¦stos al femenino y masculino respectivamente, con lo que se da por hecho que al escribir ciudadan@s, por ejemplo, estamos haciendo menci¨®n a ciudadanas y ciudadanos (en este caso, con escribir "la ciudadan¨ªa" ser¨ªa suficiente). ?ste ser¨ªa un caso claro de abuso del s¨ªmbolo @ que, hoy por hoy, no deja de ser una falta de ortograf¨ªa, por mucho que estemos de acuerdo en todo lo dem¨¢s con respecto a la igualdad de g¨¦nero.