"Los discursos que van con la l¨¢grima, no me van"

Jordi Hereu (Barcelona, 1965) es nuevo como cabeza de lista de una contienda electoral. Gestor formado en ESADE, casado y con dos hijos, cuando tom¨® posesi¨®n como alcalde de Barcelona, hace nueve meses, era muy poco conocido.

Ahora lo es y las encuestas le son favorables, pero ha de ganarse el cargo y es consciente de que no es lo mismo ganarlo subiendo que ganarlo bajando.

Pregunta. Esta vez ya no dicen ustedes que Barcelona es la mejor ciudad del mundo, ?es una rectificaci¨®n?

"Abomino de los pol¨ªticos que s¨®lo vienen a liar la realidad"

"A diferencia de otros, tengo muy buena relaci¨®n con mi partido"

Respuesta. Son nuevas prioridades y nuevos acentos. Estoy convencido de que para defender un modelo que ha convertido a Barcelona en una de las ciudades m¨¢s atractivas, lo que hay que hacer ahora es invertir mucho en cohesi¨®n social.

P. ?Una baja participaci¨®n le puede perjudicar?

R. Sinceramente, no lo tengo claro. Normalmente, la falta de participaci¨®n no beneficia a los socialistas.

P. Pero Joan Clos obtuvo en 1999 el mejor resultado [20 concejales] con la peor participaci¨®n.

R. S¨ª, porque excepcionalmente se logr¨® que los sectores m¨¢s conservadores no participaran: no estaban motivados. Pero en general no es as¨ª. Por eso animo a la movilizaci¨®n de los sectores populares, que es la ¨²nica forma de contrarrestar la de los conservadores.

P. ?Ha dicho "se logr¨®"?

R. Bueno, es funci¨®n de cada uno ilusionar a sus propios electores. Mi objetivo es que la gente que est¨¢ con nosotros se movilice. Yo estoy en un proyecto en positivo. Yo no hago de oposici¨®n de mi oposici¨®n, simplemente explico cu¨¢les son nuestros retos y c¨®mo vamos a afrontarlos.

P. Su oponente Xavier Trias se presenta como la opci¨®n de cambio, ?qu¨¦ le parece?

R. ?l viene trabajando esta idea desde hace cuatro a?os, pero se le ha vuelto en contra porque ahora, sinceramente, el cambio soy yo. Represento la renovaci¨®n de un proyecto que ¨¦l pensaba que no ser¨ªa capaz de renovarse, y se ha equivocado.

P. M¨¢s joven s¨ª es usted.

R. S¨ª, aunque no sacralizo la juventud.

P. Pues si no la sacraliza, sorprende que hayan retocado tanto su primera foto electoral. Parece usted un adolescente.

R. Es cierto, seguramente no hac¨ªa falta rejuvenecerme tanto y hasta yo hago broma sobre la foto. Pero el cartel me encanta porque estoy rodeado de gente que conozco y que me quiere.

P. Sorprende que siendo joven y de mentalidad abierta, vista usted de forma tan cl¨¢sica.

R. Ya lo s¨¦. Pero hay frescuras e informalidades muy estudiadas. M¨¢s estudiadas que mi clasicismo. Yo digo que voy con el mono de trabajo.

P. De usted se destaca su condici¨®n de hombre del aparato. ?Por qu¨¦ cree que se habla de ello tan peyorativamente?

R. Porque hay escasez de argumentos para la cr¨ªtica. Eso lo dice gente que es miembro de la direcci¨®n nacional de su partido, cuando yo ni siquiera lo soy de la del PSC. Pero s¨ª, soy una persona de organizaci¨®n y creo en los partidos pol¨ªticos. Lo que ocurre es que, a diferencia de otros candidatos, tengo una muy buena relaci¨®n con mi partido.

P. Usted es un gestor y entr¨® en el Ayuntamiento como gerente de distrito. ?Vamos hacia un liderazgo tecnocr¨¢tico?

R. Puedo parecer tecnocr¨¢tico porque a cada problema le doy una soluci¨®n, pero detr¨¢s de cada decisi¨®n hay unos valores. Para m¨ª la pol¨ªtica es servicio. Y soy inquebrantable en la fidelidad a mis valores y a la gente. Abomino de quienes s¨®lo intentan hacer relatos pol¨ªticos desvinculados de la gesti¨®n. Estoy harto de esos que s¨®lo vienen a liar la realidad generando inflaci¨®n declarativa.

P. ?Es inflaci¨®n declarativa que Trias se declare socialdem¨®crata?

R. No, eso es impostura. Entiendo que uno tiene que analizar y ver cu¨¢les son las preferencias de los ciudadanos. Pero querer ubicarse donde cree que est¨¢ la mayor¨ªa, viniendo de donde viene y habiendo apoyado los presupuestos regresivos del PP de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no es honesto. Le respetar¨ªa m¨¢s si se presentara como lo que realmente es.

P. ?Y qu¨¦ es?

R. Pues un liberal. Hombre, un liberal simp¨¢tico y de buen talante, pero representa una alternativa para Barcelona menos social. Y su estrategia es pactar con el PP, no nos enga?emos. Todo lo dem¨¢s es comedia.

P. Hace un tiempo Maragall public¨® en este diario un art¨ªculo titulado Madrid se va. Muchos piensan que Madrid se ha ido ya. ?Ha perdido Barcelona la batalla de la cocapitalidad?

R. No. Barcelona y su ¨¢rea no han perdido peso en el plano econ¨®mico. Hemos sufrido la privatizaci¨®n de grandes monopolios p¨²blicos por parte de un Gobierno, el del PP, que no cre¨ªa en Barcelona y que favorec¨ªa a Madrid; y tambi¨¦n hemos sufrido algunos efectos de la globalizaci¨®n. Pero Barcelona tiene una muy buena base para incrementar su peso econ¨®mico en muchos campos.

P. ?Pese al d¨¦ficit de infraestructuras.?

R. Es cierto que lo tenemos, pero creo en la Gran Barcelona y estoy aqu¨ª para darle un impulso fuerte, sin mirar qu¨¦ hacen otros. No estoy obsesionado con Madrid. Pienso defender con orgullo el modelo de Barcelona. ?Y cuidado con esos modelos que pueden parecer muy deslumbrantes, pero que tienen una base social y urban¨ªstica insostenible! En el campo econ¨®mico pido ambici¨®n y creer en nosotros mismos. Si tenemos el aeropuerto que tendremos, el puerto que tendremos y la conectividad ferroviaria con Europa y Espa?a que...

P. Todo eso no depende de usted.

R. Pero puedo influir mucho y exigir mucho. No he venido aqu¨ª a llorar. He venido a trabajar y a exigir que se haga lo que se tiene que hacer.

P. Mientras que Ruiz-Gallard¨®n presume de kil¨®metros de metro nuevo, en Barcelona las tres tuneladoras de la l¨ªnea 9 est¨¢n paradas.

R. S¨ª, y hay que ponerlas en marcha. Los pr¨®ximos cuatro a?os deben traer una transformaci¨®n profunda de esta ciudad. A m¨ª, los discursos que van con la l¨¢grima, no me van. ?Menos fanfarroner¨ªa declarativa y m¨¢s exigencia en los despachos, porque hay algunos que gritan muchos y luego son muy d¨¦biles!

P. ?Barcelona no ha cometido errores?

R. S¨ª, evidentemente. Uno de ellos, la lentitud. Nosotros somos un pa¨ªs institucional y pol¨ªticamente complejo, pero eso no ha de llevarnos a no tomar las decisiones estrat¨¦gicas en el momento adecuado.