El Madrid gana la guerra del triple

Triple a triple, como una apisonadora, el Madrid desmont¨® la resistencia del Pamesa y su cabezoner¨ªa por seguir vivo en el partido y la eliminatoria. Al conjunto blanco le ha salido un rival m¨¢s serio de lo que pensaba, capaz de mantener de t¨² a t¨² una guerra de tiros exteriores sin descanso: 11 triples anot¨® el Madrid por nueve el equipo valenciano.

El Pamesa golpe¨® muy pronto. Antes de recibir la bofetada del Madrid, el conjunto de Katsikaris se apunt¨® un parcial de 1-8 para decir 'aqu¨ª estoy yo'. Muy laborioso, el Pamesa se dej¨® llevar por la batuta de Avdalovic, demasiado libre en la direcci¨®n del juego, y aprovech¨® el estado taquic¨¢rdico del Madrid para conquistar peque?as ventajas. Reyes aparec¨ªa desconcentrado, como rumiando a¨²n el castigo de Plaza en el segundo partido, cuando le mand¨® m¨¢s de medio encuentro al banquillo por una t¨¦cnica. El mosqueo le dur¨® todo el partido: en el ¨²ltimo cuarto le pitaron otra.

El Madrid encontr¨® consuelo en Bullock, la mejor r¨¦plica a Douglas en ese duelo de tiradores que protagonizaron. Ambos equipos se enzarzaron en una batalla de triples a pecho descubierto, a gorrazo limpio. Timinskas y Douglas tuvieron respuesta en Smith y Bullock, dos bombarderos. E incluso en Hervelle. El belga estaba por todas partes. Lejos de la zona y bajo el aro, donde conquist¨® rebotes ofensivos como un gigante. En un plis plas sum¨® nueve puntos con dos jugadas de canasta y tiro libre y un triple. Al festival se apunt¨® tambi¨¦n Miralles, que est¨¢ haciendo m¨¦ritos en este final de temporada. La eliminatoria, que se presentaba con un aire un poco gris, se volvi¨® m¨¢s intensa de lo esperado por la capacidad del Pamesa de mantenerse de pie. Hasta que le dur¨® la gasolina.

El Madrid apret¨® las tuercas en defensa -a Avdalovic se le acabaron las libertades y el Pamesa s¨®lo anot¨® dos canastas de campo en el segundo cuarto- y diversific¨® sus ataques. Con la misma facilidad sumaba Smith que Mumbr¨². El Pamesa se qued¨® en la guerra del triple y perdi¨® al Madrid de vista en el marcador. Contra las cuerdas, Katsikaris recurri¨® a su joven estrella, V¨ªctor Claver. Demasiado tarde. El Madrid estaba entregado a un festival de triples sin freno y el joven alero poco pudo hacer m¨¢s que dejar de nuevo detalles de gran jugador. De tres en tres, el Madrid despeg¨® hasta llegar al centenar de puntos en una demostraci¨®n ofensiva inalcanzable.