Qu¨¦ bello es sobrevivir
Un pederasta en prisi¨®n, un adolescente soportando el derrumbe de sus padres, un ex presidente derribado por el Alzheimer, un joven obsesionado sexualmente con una mu?eca Barbie son algunos de los protagonistas de las novelas y relatos de A. M. Homes. En resumen: Homes se ha ocupado siempre de tejer tramas con la lana de lo grotesco regalando jers¨¦is que nadie jam¨¢s se pondr¨ªa en p¨²blico pero que resultan tan tentadores de modelar en privado. Placeres perversos con prosa y tempo magistral. La carcajada confundi¨¦ndose con la mueca. Una maestra.
De ah¨ª que la sola lectura del t¨ªtulo de su quinta novela provoque deliciosos escalofr¨ªos de anticipaci¨®n. ?Una bestial demolici¨®n de la cultura autoayuda y los ritos new age? ?Una postal desesperanzada? Sorpresa: no. Este libro te salvar¨¢ la vida es inesperadamente optimista y redentor a pesar de la contaminaci¨®n ambiental y su ¨²nica intenci¨®n es ofrecer un mensaje consolador para todos aquellos que tanto sufrieron -y tanto nos divirtieron- en textos anteriores de esta autora. Atr¨¢s han quedado las pesadas atm¨®sferas y los humores m¨¢s que negros que la acercaban a las pel¨ªculas de Tod Solondz y si a algo recuerda esto es al Magnolia de Paul Thomas Anderson. Aunque tal vez los modelos m¨¢s directos -Homes lo ha nombrado como a uno de sus maestros y prologado una nueva edici¨®n de Falconer- sean Bullet Park y Esto parece un para¨ªso, de John Cheever: historias donde lo que se narra es la s¨²bita irrupci¨®n de la luz en tanta oscuridad.
ESTE LIBRO TE SALVAR? LA VIDA
A. M. Homes
Traducci¨®n de Jaime Zulaika
Anagrama. Barcelona, 2007
393 p¨¢ginas. 20 euros
Aqu¨ª, el hombre eclipsado que vuelve a ver el sol es el divorciado Richard Novak: alguien a quien le sobra el dinero, quien ya no tiene necesidad alguna de trabajar, que no puede conectar con su hijo y que un d¨ªa es golpeado por un dolor m¨¢s all¨¢ de todo diagn¨®stico y por la visi¨®n de un agujero creciendo en la ladera millonaria en la que crece su casa. Ambos "cataclismos" lo sacar¨¢n de un largo letargo y lo pondr¨¢n en movimiento relacion¨¢ndolo con un curioso y entra?able reparto de personajes -que incluye a un astro del cine, Bob Dylan, un caballo perdido, una banda de secuestradores, un ama de casa sollozante, voraces termitas y a un escritor fetiche- donde destaca Anhil, un vendedor de donuts con mucho de gur¨². Y de pronto -asombrado pero tambi¨¦n agradecido- el habitu¨¦ de Homes comprende que el tema aqu¨ª es nada m¨¢s y nada menos que la felicidad y sus muchas texturas y las diversas formas de hacer el bien y deshacer el mal. ?Por qu¨¦? En alguna entrevista Homes ha explicado que la necesidad de un libro amable surge del impacto de haber hallado a su madre biol¨®gica y de su propia maternidad: "Me he convertido en esta buenaza que quiere que todos se quieran", declar¨®.
Pero a no confiarse. La no
vela de Los ?ngeles como g¨¦nero -arrancando quiz¨¢ con Nathanael West y John Fante, pase¨¢ndose por Raymond Chandler y James Ellroy, recibiendo a los turistas Aldous Huxley y Evelyn Waugh hasta alcanzar a los m¨¢s j¨®venes Bret Easton Ellis y Dana Spiotta- nos informa una y otra vez que esta ciudad es un sitio perfecto para matar o morir o, mejor, para volverse pl¨¢cida o violentamente loco siguiendo absurdos ritos funerarios o complejos procesos para la obtenci¨®n de la vida eterna o, mejor todav¨ªa, para vivir y sobrevivir en una atm¨®sfera envasada al vac¨ªo bombardeada por las radiaciones de Hollywood y los vientos rojos del desierto.
El Los ?ngeles de Homes -quien tambi¨¦n escribi¨® un muy buen ensayo sobre la ciudad para The Literary Travel Series, una colecci¨®n de libros creada por The National Geographic y editada aqu¨ª por RBA- evoca al Los ?ngeles desalmado y zombi de Joan Didion, pero dulcificado. O, tal vez, mejor dicho, anestesiado. Una especie de paradisiaco purgatorio con temblores de infierno para el que el cielo siempre est¨¢ demasiado alto y donde la bondad compulsiva que reparte y recibe Richard Novak con sonrisa beat¨ªfica de James Stewart acaba sonando un tanto sospechosa, demasiado parecida a la armon¨ªa cuidadosamente orquestada de El show de Truman. Es entonces cuando se comprende, alcanzada la ¨²ltima p¨¢gina, que la s¨¢tira de Homes en Este libro te salvar¨¢ la vida puede no ser tan cruel como de costumbre pero es igual de feroz que siempre. Y que no hay aqu¨ª un lobo con piel de cordero sino algo mucho m¨¢s atemorizante: un cordero que a¨²lla y sonr¨ªe con todos y cada uno de sus colmillos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.