Berridi convierte sus figuras en met¨¢foras

Personajes silenciosos y con un aire ausente, hombre y mujeres sin rostro vestidos con ropas de colores vivos, pululan por las ¨²ltimas obras del artista Alfredo Berridi (San Sebasti¨¢n, 1958). Berridi considera que los personajes "sugieren met¨¢foras del caos, del tr¨¢nsito en silencio, de la incomunicaci¨®n". La docena de piezas, todas ellas realizadas sobre planchas de zinc, que presenta en la galer¨ªa Ederti de Bilbao muestran su obra m¨¢s reciente, trabajos que han sido creados de forma expresa para esta exposici¨®n, que el artista identifica como herederas de una serie anterior en que el soporte era el plomo.

Berridi presenta la nueva serie de obras como esculturas. Calificarlas como esculturas es una verdad a medias, porque en su mayor parte son en realidad piezas planas, sin m¨¢s volumen que el de la plancha met¨¢lica que sirve de soporte, en ocasiones ligaramente curvada. "Es que yo juego con la mentira", reconoce el artista. "Juego con suelos falsos, en los que el volumen surge por el efecto de la perspectiva y los huecos, los agujeros que recortpo en la plancha, pero las obras son m¨¢s escultura que pintura porque el material tiene mucha presencia".

Las obras est¨¢n divididas en dos partes: en el plano inferior aparecen unas construcciones arquitect¨®nicas de aspecto irreal; sobre ellas caminan los personajes, recortados en la parte superior. "Tomo la idea de los escenarios teatrales. Sobre ellos aparecen las figuras humanas, personajes silenciosos que parecen ignorar a los otros y al mundo que les rodea, ensimismados en sus propios pensamientos", explica.

La pintura es la que sirve para crear las figuras humanas que aparecen en todas las piezas. Se repite la presencia de hombres y mujeres, jovenes y mayores, siempre sin rostro. El artista se reconoce como "obsesivo" al reiterar en series los mismos motivos: los escenarios arquitect¨®nicos, las figuras humanas. "Transitan por un mundo arquitect¨®nico: suben por escaleras escondidas, los suelos por los que caminan y los techos que les cubren enga?an a la vista del espectador", a?ade. "Son metaforas. Sugieren met¨¢foras del caos, del silencio, de la incomunicaci¨®n. Son personajes en tr¨¢nsito".

Una vez expuestas al p¨²blico, el artista quiere que las obras le resulten "extra?as". "Si siento que son muy familiares es se?al de que necesito cambiar", dice. "Una vez acabadas, ya no tienen nada que ver conmigo. Me interesa saber lo que le sugieren al comprador, porque suele ser sorprendente, ideas que nunca pasan por la cabeza del artista".

Alfonso Berridi. Esculturas. Galer¨ªa Ederti. Alameda de Rekalde, 37; Bilbao. Hasta el 22 de junio. Horarios: de martes a s¨¢bado de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00; domingo y lunes, cerrado.