De veraneo en la 'costa Fleming'
Patatas fritas, 'drag queens' y copas baratas en el madrile?o distrito de Chamart¨ªn
Nuevos aires contra los t¨®picos de la corbata y el malet¨ªn. El barrio del Santiago Bernab¨¦u huele a hamburguesa, suena a conciertos gratuitos de rock y sabe a cubatas a siete euros.
Bautizaron la zona "Corea" por la constante presencia de soldados estadounidenses de la vecina base de Torrej¨®n de Ardoz. Los marines, reci¨¦n llegados de la guerra del pa¨ªs asi¨¢tico, regaron la ribera derecha del madrile?o eje de la Castellana con d¨®lares, whisky y Marlboro. Aquellas farras -un mundo de golfos y prostitutas que Franco intent¨® limitar en balde en los cincuenta- marcaron la zona estructurada en torno a la calle del Doctor Fleming. Y una t¨®rrida tarde de 1968, el cronista Ra¨²l del Pozo, inspirado por la relajaci¨®n de costumbres y horarios de unas calles donde al caer la noche todos los vecinos estaban de marcha, no dud¨® en afirmar que ¨¦l veraneaba en "la costa Fleming". El barrio, coronado con el estadio Santiago Bernab¨¦u, no se libra de las etiquetas, y hoy aguanta la que lo relaciona con trajes, maletines y sucursales bancarias. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de las cartas de vinos, los precios prohibitivos y los locales lounge, la costa Fleming alberga discotecas desenfadadas, salas de conciertos funky, bares de comida r¨¢pida y tiendas de regalos estramb¨®ticos.
1 'Gog¨®s' y ambiente pop
Cuando imaginamos una noche de juerga por el Bernab¨¦u, pensamos en polos Lacoste, zapatos de Prada, bolsos de Chanel y aparcacoches. Sin embargo, las converse y otras deportivas tambi¨¦n bailan en el distrito de Chamart¨ªn. Lolita Lounge & Bar (Manuel de Falla, 3; 913 44 11 56), de entrada gratuita, ofrece de todo menos pachanga. Gabi G¨®mez, su propietario, ameniza la noche con fiestas tem¨¢ticas: m¨¢scaras venecianas, terror, destape espa?ol... Pero antes de incurrir en los excesos nocturnos puede abrirse boca con una velada cultural: los jueves, desde las 22.30, las dos plantas de este local se inundan con directos de rhythm and blues, funky o jazz. Y los viernes, caf¨¦-teatro: mon¨®logos de c¨®micos como el argentino Tom¨¢s Pozzi (conocido por series como A¨ªda y Los Serrano, y obras como Copito de Nieve). Y para que el ¨¢nimo no decaiga, gog¨®s (viernes y s¨¢bados) y drag queens (s¨¢bados) iluminan con contoneos la decoraci¨®n colorista y pop del local.
2 Huerta biol¨®gica
Lo ecol¨®gico est¨¢ de moda, qu¨¦ duda cabe. Y la antigua arteria principal de la costa Fleming, con su aura de correr¨ªas nocturnas, intenta superar la resaca con un supermercado ecol¨®gico. Natura S¨ª (Doctor Fleming, 1; 914 58 32 54), perteneciente a una cadena italiana, vende desde frutas y verduras hasta detergentes y cosm¨¦ticos naturales. Algas japonesas kombu (6,30 euros), pasta integral (0,90 euros) y una amplia selecci¨®n de vinos y aceites. La cadena ha colgado la etiqueta de "biol¨®gicos" en todos sus productos: "ni colorantes, ni conservantes, ni qu¨ªmicos", afirma Adolfo S¨¢nchez, responsable del negocio. Pero si le pica la gula y le pierden los dulces, camine hasta la cafeter¨ªa-boller¨ªa Tady's (Fleming 5; 913 44 04 03); el pastel del mismo nombre, elaborado con chocolate, pasas, bizcocho y hojitas de chocolate, le quitar¨¢ el antojo (la porci¨®n, 3,40 euros).
3 Patatas fritas saludables
No todo es cocina minimalista, comensales encorbatados y camisas planchadas en la zona del Bernab¨¦u. El Fast Good (Padre Dami¨¢n, 23; 913 43 06 55) es la alternativa saludable a la comida barata. El establecimiento, ideado por el c¨¦lebre Ferran Adri¨¤ para la cadena de hoteles NH, dignifica la comida r¨¢pida (precio medio, 16 euros) en un ambiente pop. Sus hamburguesas de carnes nobles y sus patatas fritas cocinadas en aceites de calidad demuestran que el autoservicio y el quick service (servicio fulminante) no significan comida basura. No se pierda los huevos fritos con jam¨®n, de los mejores de la capital.
4 Cena para dos
Pero si lo que le pirra son las cenas carn¨ªvoras en una curiosa atm¨®sfera de petardeo futbolero, la elecci¨®n es el argentino De Mar¨ªa (F¨¦lix Boix, 5; 913 50 74 17; unos 50 euros). La alternativa rom¨¢ntica es el restaurante de los hermanos ?lvaro y Enrique D¨ªaz Chantarella (Doctor Fleming, 7; 913 44 10 04). La carta re¨²ne platos de ra¨ªces mediterr¨¢neas como el arroz caldoso con carabineros (15 euros). Para compartir: anchoas con pan y tomate o chuletitas de conejo al alioli. Pero si se le antoja una carta m¨¢s ex¨®tica, ac¨¦rquese al coreano Shila (Panam¨¢, 4; 914 57 88 33). Pruebe el bul gal bi (costilla macerada 24 horas) o dese un homenaje con los siete primeros y siete segundos del men¨² de degustaci¨®n (18,45 euros).
5 Sonido americano
No es el bar de Moe de los Simpsons, pero sus cervezas fr¨ªas s¨ª hacen honor a la cerveza animada Duff de la serie de dibujos animados. El bar de copas Moe (Alberto Alcocer, 32; 914 58 33 48) programa conciertos de m¨²sica negra. Jerry Gonz¨¢lez y Jorge Pardo han pasado por el escenario de este bar de aspecto americano (ladrillo rojo, luces de ne¨®n, madera y metal oxidado) decorado por el interiorista Jes¨²s Benito (tambi¨¦n ide¨® El Capit¨¢n Bar). Los martes, jam sessions de blues, y los mi¨¦rcoles, de jazz; los jueves, viernes y s¨¢bados, directos gratis de rock, funk o soul. Despu¨¦s de los conciertos, electro-funk en la planta de arriba o ritmos m¨¢s bailables con dj's como Watch Tv en la de abajo.
6 Bola discotequera o 'chill out'
El bar de copas de estilo neoyorquino Emme de Madrid (Alberto Alcocer, 32), pegado al Moe, es una apuesta segura para los amantes de los sonidos ochenteros y del ambiente chill out. A pesar de su nombre castizo, Emme podr¨ªa pasar por una cocteler¨ªa. Pero ni sirven c¨®cteles, ni abundan los ejecutivos. Eso s¨ª, los veintea?eros del local beben cubatas (siete euros) en la misma vajilla que los clientes de la conocida cocteler¨ªa madrile?a Del Diego, los muebles son de la firma Kartell (como los del hotel Urban) y el juego de luces entre la primera y la segunda plantas (bien insonorizadas) confiere al garito notas de calidez. Pero si lo suyo son las bolas de espejo discotequeras, la decoraci¨®n kitsch y el grupo Scissor Sisters, dir¨ªjase al vecino club 69 P¨¦talos (Alberto Alcocer esquina al paseo de La Habana, 914 57 08 79). Aqu¨ª hasta las barras tienen nombre: El Foco de las Ilusiones, El Burdel de las Sirenas -plagadas ambas de labios gigantes y espermatozoides con plumas-, y El Bar de las Personas Perdidas (la ¨²nica barra donde se permite fumar).
7 Juegos de estrategia
Los juegos de estrategia que involucran horas de paciencia para pintar figuritas antes de lanzarlas al campo de batalla son la raz¨®n de ser de Games Workshop (Rafael Salgado, 3; 914 57 83 81), una empresa especializada en juegos fant¨¢sticos y futuristas. La tienda vende soldados de pl¨¢stico y metal a ni?os y mayores, organiza competiciones entre grupos e imparte clases donde ense?an a construir maquetas de m¨¢s de tres metros cuadrados. Ideal para fans de El se?or de los anillos.
8 Un Elvis hawaiano
Regalar por regalar, sin importar lo que encierra el paquete, no tiene la menor gracia. Para que el homenajeado ponga cara de p¨®quer al abrir su regalo, Jos¨¦ Bris inaugur¨® en 1999 Revolutum (Doctor Fleming, 5; 914 57 03 37), un negocio lleno de objetos sorprendentes. Desde un Elvis hawaiano (27 euros) que agita sus caderas con locura o un matamoscas con forma de sandalia (9,50), hasta un zo¨®tropo que produce la ilusi¨®n de que sus dibujos se mueven al girar (670). Una tienda que demuestra que tras el semblante serio del Bernab¨¦u tambi¨¦n se esconde una cara risue?a y ani?ada.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n y visitas- www.turismomadrid.es.- www.esmadrid.com y 915 88 29 06.- Oficina de turismo m¨¢s cercana (913 15 99 76), en el vest¨ªbulo de la estaci¨®n de Chamart¨ªn.- Ayuntamiento de la capital (www.munimadrid.es; 915 88 10 00). Plaza de la Villa, 4. - Metro de Madrid (www.metromadrid.es; 902 44 44 03). - Empresa Municipal de Transportes (www.emtmadrid.es).- Iglesia de San Fernando (913 50 08 41). Avenida de Alberto Alcocer, 9.- Museo del Real Madrid (www.realmadrid.es; 913 98 43 00). Avenida de Concha Espina.
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