"En Darfur s¨®lo hay enfrentamientos puntuales"
La situaci¨®n en Darfur ha empeorado en lo que va de a?o y otras 110.000 personas han abandonado su hogar, con lo que el n¨²mero de desplazados internos alcanza ya los 2,1 millones de personas. "La situaci¨®n en Darfur ha mejorado mucho: s¨®lo hay enfrentamientos puntuales y muy localizados". Entre el pesimista ¨²ltimo informe de Naciones Unidas sobre Darfur y la euforia del Gobierno sudan¨¦s hay tal abismo que parece imposible que se refieran ambos a la castigada regi¨®n del oeste de Sud¨¢n, cuyo sangriento conflicto se ha cobrado ya 200.000 muertes (9.000, seg¨²n el Gobierno) desde 2003. Al Samani al Wasilah, secretario de Estado de Exteriores de Sud¨¢n, estuvo la semana pasada en Madrid para tratar de apuntalar su versi¨®n y buscar apoyos ante el creciente aislamiento internacional del Gobierno de Jartum.
"No podemos desarmar a los 'yanyauid' si otros no entregan tambi¨¦n las armas"
"La situaci¨®n sobre el terreno en Darfur ha mejorado much¨ªsimo; ahora la lucha est¨¢ limitada a unas pocas ¨¢reas y viene determinada por la irrupci¨®n de un movimiento que no firm¨® los acuerdos de
paz", sostiene Al Samani al Wasilah, cuyo Partido Democr¨¢tico Unitarista representa el ala "socialista" del Gobierno dirigido por los islamistas. "El n¨²cleo para lograr la paz ya existe -est¨¢ en los acuerdos de 2006-, pero estamos dispuestos a reunirnos sin condiciones con los que no firmaron para ver si puede mejorarse", a?ade.
La predisposici¨®n que vende Jartum se evapora, sin embargo, al topar con uno de los escollos que tiene empantanada la situaci¨®n y que ha precipitado las sanciones de EE UU. Los 7.000 soldados desplegados por la Uni¨®n Africana se han revelado insuficientes para poner freno a los abusos y Sud¨¢n se niega a aceptar la exigencia de Naciones Unidas de elevar la cifra a 20.000 a trav¨¦s de una misi¨®n que implique no s¨®lo a la Uni¨®n Africana (UA), sino tambi¨¦n a la propia ONU. El Gobierno sudan¨¦s rechaza un aumento tan elevado de tropas y exige que la misi¨®n "la asuma s¨®lo la UA, que es la que tiene experiencia", subraya el diplom¨¢tico sudan¨¦s.
A su juicio, la presi¨®n sobre Jartum "espolea a las milicias", que entonces tienen menos inter¨¦s en dialogar. "Se dan se?ales muy contraproducentes", opina Al Samani al Wasilah, quien alerta que imponer nuevas sanciones contra Sud¨¢n es "muy negativo". Y a?ade: "Las sanciones no son contra el Gobierno, sino contra un pa¨ªs que lo que necesita es ayuda para desarrollarse; y, adem¨¢s, dan otra se?al equivocada para los que no quieren la paz".
El secretario de Estado descarta tajantemente que haya en Darfur algo parecido a genocidio: "S¨®lo EE UU habla de genocidio". En su opini¨®n, lo que sucede es "un problema t¨ªpicamente africano" que se ha desmadrado por "la instrumentalizaci¨®n de potencias regionales e internacionales". "Muchos occidentales no conocen la realidad africana y no entienden que las cosas son distintas. Si hay una lucha entre dos personas, esta lucha no acaba aqu¨ª. Implica a los familiares, a los vecinos, a las tribus, en ocasiones separadas en diversos Estados. Y esto en un contexto de pobreza, que es el principal motivo del conflicto", explica.
El n¨²mero dos de Exteriores sudan¨¦s niega que el Gobierno financie y ampare a las milicias ¨¢rabes yanyauid, acusadas de todo tipo de atrocidades. Jartum se presenta como un espectador imparcial desbordado por las milicias. Y asegura que no tiene sentido tratar de desarmar ahora a los yanyauid: "No podemos quitar las armas a una parte si los otros no las entregan tambi¨¦n; no hay ning¨²n precedente en el mundo de algo as¨ª", concluye.
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