El PP asegura que el primer caso se detect¨® hace 12 a?os en Vizcaya

Una de las mayores preocupaciones de la oposici¨®n en la C¨¢mara vasca ha sido determinar el origen de la enfermedad. El parlamentario socialista Jos¨¦ Luis Anda inquiri¨® sobre este punto al consejero de Agricultura, quien asegur¨® que el hongo, que afecta a las plantas con heridas, bien de poda o de inclemencias meteorol¨®gicas, lleg¨® por v¨ªa a¨¦rea cruzada, por esporas. Recalc¨® que no hab¨ªa constancia de que se hubiera producido en viveros o mediante semillas, como se hab¨ªa venido especulando en el sector.

Ahora, sin embargo, todo apunta al vivero de la empresa p¨²blica Oihanberri, ubicada en Laukiz y constituida por el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Vizcaya, pero que fue disuelta el pasado a?o. El PP asegura que, seg¨²n la documentaci¨®n en su poder, en 1994 se recibieron muestras de plantas de pino con las puntas secas procedentes del vivero de la Laukiz. La semilla proven¨ªa de Nueva Zelanda.

El juntero vizca¨ªno Arturo Aldecoa, quien ha recopilado estos datos, pretende solicitar una comisi¨®n de investigaci¨®n en las Juntas Generales sobre este asunto, una vez se constituyan tras las elecciones del pasado domingo. A su juicio, la Diputaci¨®n ha actuado de manera err¨®nea, pese a conocer esta afecci¨®n hace diez a?os.

El c¨¢ncer del pino ha hecho estragos en las masas forestales de California (EE UU), M¨¦xico o Chile antes de llegar a Euskadi. El hongo se extiende por el aire y afecta al pino por las heridas de poda o inclemencias meteorol¨®gicas como los granizos.

El riesgo de propagaci¨®n es tan grande que el decreto del Gobierno central incluye la obligaci¨®n de desinfectar las herramientas de explotaci¨®n, "especialmente las de corta y poda, despu¨¦s de efectuada la operaci¨®n en cada ejemplar". El ministerio establece una cuarentena de dos a?os en las zonas donde se haya detectado el fusarium.

La normativa indica que la madera infectada debe eliminarse en el mismo lugar, si fueran masas forestales. S¨®lo existe la posibilidad de trasladar el material, para su conversi¨®n en papel o tableros, a serrer¨ªas autorizadas con secadores donde la madera debe calentarse a 56 grados durante al menos 30 minutos.