Joven, soltera y profesional
As¨ª es el perfil de la nueva poblaci¨®n de Barcelona. La solter¨ªa gana un notable peso. Por primera vez en la historia, los barceloneses casados han dejado de ser mayor¨ªa en la poblaci¨®n de menos de 40 a?os. Barcelona retiene y atrae a solteros y separados, mientras que permite la salida de una gran cantidad de casados. Los hombres tienen una mayor probabilidad de abandonar la ciudad que las mujeres, especialmente cuando ¨¦stas trabajan. Adem¨¢s, las migraciones est¨¢n acentuando el perfil de persona joven con elevada formaci¨®n.
Esos rasgos acent¨²an la singularidad de la ciudad central en el conjunto de la poblaci¨®n de Catalu?a. El proceso de sustituci¨®n de poblaci¨®n que ha tenido lugar en los ¨²ltimos 15 a?os ha sido extraordinario. Vale la pena conocer con detalle estos cambios, porque posiblemente est¨¢n definiendo su futuro.
Imagine que, como ocurri¨® hasta mediados del siglo XIX, Barcelona tuviese a¨²n murallas y puertas por donde entrar y salir de la ciudad. Y que usted es el aduanero que registra minuciosamente la edad, situaci¨®n civil, formaci¨®n, profesi¨®n y sexo de las personas que, por un lado, salen de Barcelona para fijar su residencia en otros lugares (movilidad residencial) y, por otro, las que vienen de fuera a vivir a Barcelona (inmigraci¨®n).
Si tenemos en cuenta que lo m¨¢s probable es que las caracter¨ªsticas de las personas que se van sean diferentes de las que entran, y que en los ¨²ltimos 15 a?os ha habido un movimiento migratorio muy intenso, ?c¨®mo habr¨¢ cambiado la poblaci¨®n de Barcelona? ?Qui¨¦nes son los que se van, los que llegan y los que permanecen? ?Qu¨¦ factores determinan que unas personas deseen marcharse y otras venir? ?C¨®mo afectar¨¢ ese reemplazamiento de poblaci¨®n a la econom¨ªa de la ciudad?
Ya no estamos, gracias a Dios, en la Edad Media y las murallas ya no existen. Pero existen los dem¨®grafos. Ellos son los aduaneros modernos de la poblaci¨®n, con la ventaja de que son menos molestos para el ir y venir de las personas y las mercanc¨ªas. A partir de la informaci¨®n que ofrecen los censos de poblaci¨®n, pueden analizar todos esos datos que nos interesan para saber c¨®mo se transforma la poblaci¨®n de las ciudades y las caracter¨ªsticas demogr¨¢ficas, sociales y econ¨®micas de la gente que vive en ellas. Es importante, por tanto, tener buenos dem¨®grafos y cultivar su amistad.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de formar parte de un tribunal que ten¨ªa que juzgar la tesis doctoral presentada en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona por Antonio L¨®pez Gay, dirigida por los profesores Joaqu¨ªn Reca?o y Anna Cabr¨¦, del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos.
La tesis estudia los cambios residenciales y los flujos inmigratorios que van renovando Barcelona, desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Se fija en dos tipos de movimientos poblacionales. Por un lado, la movilidad residencial (migraciones de poblaci¨®n de corta distancia, motivadas b¨¢sicamente por las estrategias residenciales de los individuos a lo largo de su ciclo vital) y, por otro, las inmigraciones (poblaci¨®n procedente de m¨¢s all¨¢ del ¨¢rea metropolitana, ya sea de Catalu?a, del resto de Espa?a y/o del extranjero).
Aunque la fuente b¨¢sica de los datos es el censo de 2001, el ¨²ltimo existente, los resultados que L¨®pez Gay extrae de su estudio son muy interesantes. Las migraciones han tenido un papel b¨¢sico en la composici¨®n de la poblaci¨®n de la ciudad desde que hace 170 a?os se produjo la explosi¨®n industrial. En muchas fases de su historia, especialmente en las de fuerte transformaci¨®n, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n residente era no nacida en la ciudad. Barcelona no puede, por lo tanto, ser entendida al margen de las inmigraciones.
Pero a diferencia de las oleadas anteriores, en las que los que llegaban eran fundamentalmente trabajadores con baja cualificaci¨®n, ahora Barcelona atrae preferentemente a personas j¨®venes con un elevado nivel de formaci¨®n. La din¨¢mica migratoria que ha tenido lugar desde 1990 ha acentuado el mayor nivel de instrucci¨®n de los barceloneses. La capacidad para retener y atraer a gente m¨¢s formada se produce en todos los grupos de edad. Por tanto, la atracci¨®n no es fruto de la amplia oferta acad¨¦mica, sino por alg¨²n tipo de preferencia residencial o laboral por la ciudad.
Barcelona muestra un gran atractivo para la poblaci¨®n con estudios universitarios. Siete de cada diez personas de 25 a 34 a?os con formaci¨®n universitaria cuando cambian de residencia permanecen en la ciudad. Todo lo contrario que las personas con s¨®lo estudios obligatorios. Si nos fijamos en los que entran de fuera, observamos que tienen una elevada formaci¨®n, sobre todo los de nacionalidad espa?ola. La inmigraci¨®n de nacionalidad extranjera no responde al mismo perfil elevado de formaci¨®n, pero en muchos casos es superior a la de los barceloneses que se van para residir en otros lugares.
L¨®pez Gay sostiene la tesis de que Barcelona "filtra" o "selecciona", tanto a los que se van como a los que entran. En el caso de los que se van, el filtro parece ser residencial, vinculado a los precios de la vivienda o al deseo de vivir en entornos mejores. En el caso de los que entran, el filtro parece ser laboral. El autor sostiene que Barcelona parece estar siguiendo las tendencias observadas ya en otros municipios centrales de ¨¢reas metropolitanas de Estados Unidos y Europa, como Par¨ªs, donde desde hace dos d¨¦cadas la franja de poblaci¨®n modal es la de 25 a 29 a?os, con elevada formaci¨®n.
Es posible, por tanto, que estemos asistiendo a un cambio de edad de la ciudad, del que las migraciones ser¨ªan una se?al. La primera estuvo relacionada con el comercio y la actividad portuaria. La segunda edad coincidi¨® con la explosi¨®n industrial y la transformaci¨®n en f¨¢brica de Espa?a. Quiz¨¢ estemos asistiendo al surgimiento de una tercera edad, en la que las nuevas oleadas inmigratorias nos permitan consolidar un futuro econ¨®mico basado en las industrias de servicios y de conocimiento.
Habr¨¢ que seguir atentos a lo que nos digan los dem¨®grafos.
Ant¨®n Costas es catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB.
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