Los intelectuales y la fe

Para Antonio Monda (Cosenza, 1962), ?existe Dios? es la primera pregunta de la cual dependen todas las dem¨¢s, "aunque no se hable de ello abiertamente". En su ¨²ltimo libro, ?Crees en Dios?, Monda, profesor de direcci¨®n cinematogr¨¢fica en la New York University (NYU), corresponsal cultural de La Repubblica y cr¨ªtico de cine, recoge, en forma de minientrevistas, la respuesta a la "gran cuesti¨®n" que le dieron 18 intelectuales, cineastas y artistas estadounidenses. Paul Auster, Saul Bellow, Michael Cunningham, Nathan Englander, Jane Fonda, Richard Ford, Paula Fox, Jonathan Franzen, Spike Lee, Daniel Libeskind, David Lynch, Toni Morrison, Grace Paley, Salman Rushdie, Arthur Schlesinger Jr., Martin Scorsese, Derek Walcott y Eli Wiesel, aceptaron describir, con m¨¢s o menos reservas, las caracter¨ªsticas de su espiritualidad.

Monda, que se declara "cat¨®lico, apost¨®lico y romano", quiso indagar en algo que le intrigaba: el 90% de los estadounidenses se declara creyente y, sin embargo, en los ambientes intelectuales ese porcentaje cae dr¨¢sticamente. "Cuanto m¨¢s se asciende en el nivel de educaci¨®n, de refinamiento, de cultura, ?menos religi¨®n hay porque se considera fantas¨ªa, enga?o o ilusi¨®n?".

La reacci¨®n de los "sabios e

inteligentes" interrogados demuestra que su sentir religioso transita por caminos bien dispares. Desde la fe aut¨¦ntica que profesan Saul Bellow y Elie Wiesel, ambos jud¨ªos, hasta el ate¨ªsmo que Arthur Schlesinger Jr. proclama con la "frialdad de la inteligencia". "No puede existir un para¨ªso sin un infierno. Pero yo no creo en ninguno de los dos. Yo creo que la muerte es simplemente el fin", afirma el historiador recientemente fallecido. Salman Rushdie dice no haber cre¨ªdo nunca: "No logro superar un hecho tr¨¢gico, ¨ªntimamente ligado a la religi¨®n: la sangre derramada en nombre de Dios". Y no faltan quienes han buscado su propia v¨ªa, como el cineasta David Lynch, que practica la meditaci¨®n trascendental desde hace m¨¢s de treinta a?os, pero cree "que existe un ser divino, todopoderoso y eterno".

Ni tampoco quienes intentan zafarse con evasivas para acabar respondiendo, acaso sin demasiada convicci¨®n o con pudor: "No creo. Lo que no quiere decir que no considere la religi¨®n un aspecto culturalmente fundamental de la existencia", confiesa un inc¨®modo Paul Auster. "No quer¨ªa hablar de ello. Pero al final lo convenc¨ª", dice Monda.