Madrid, sin oposici¨®n socialista

El PSOE tiene dos problemas en Madrid: primero, c¨®mo evitar la desmovilizaci¨®n de sus electores ante las generales de 2008, y segundo, c¨®mo inventarse unos puntos de referencia para impedir que el Ayuntamiento de Madrid ciudad y el Parlamento de Madrid Comunidad se queden cuatro a?os, toda la legislatura, pr¨¢cticamente sin oposici¨®n.

Sin Rafael Simancas, que ha comprometido su retirada para despu¨¦s de 2008, y sin Miguel Sebasti¨¢n, que ante la feroz reacci¨®n del PSM ha preferido no recoger ni tan siquiera su acta de concejal, Madrid se ha quedado sin personajes pol¨ªticos conocidos, capaces no s¨®lo de dirigir la oposici¨®n socialista, sino tambi¨¦n de representarla ante los ciudadanos.

La pelea entre Aguirre y Gallard¨®n no es por ayudar a Rajoy en 2008, sino por sucederle si pierde, lo que no despierta gran simpat¨ªa en el candidato

Aun en el caso de que Simancas se las arregle para continuar al frente del PSM despu¨¦s de 2008, aclamado por el congreso de su partido, lo que no es, en absoluto, descartable, est¨¢ claro que su credibilidad como jefe de la oposici¨®n ha quedado mermada. Su situaci¨®n es muy delicada porque, adem¨¢s, el PP madrile?o se plantea un a?o 2007-2008 completamente al ataque y porque la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se siente respaldada para llevar adelante sus ideas liberales sin cortapisa alguna.

No hacer oposici¨®n en Madrid durante cuatro a?os, o simplemente dar esa impresi¨®n, ser¨ªa un aut¨¦ntico disparate, seg¨²n opinan muchos dirigentes socialistas. Algunos proponen que el presidente del Gobierno designe un n¨²mero dos en las listas al Congreso por Madrid que se identifique con la ciudad, que asuma desde 2008 una parte de su defensa p¨²blica y que se prepare para competir en 2011. Nada de eso resolver¨ªa, sin embargo, la necesidad de promover, apostar y relanzar por lo menos a alguno de los actuales concejales como n¨²mero uno en el Ayuntamiento madrile?o.

Salvo en el caso de Madrid, que ha provocado una gran irritaci¨®n en parte de la estructura org¨¢nica del PSOE, los resultados de las elecciones municipales y auton¨®micas del d¨ªa 27 no han sido mal acogidos entre el aparato socialista.

"Es evidente que hay un buen boquete en Madrid y en Valencia", explica un dirigente del PSOE, "pero, en conjunto, las cosas no han salido mal. Se ha mantenido bien el tipo en unas circunstancias horrorosas". ?Por qu¨¦ horrorosas, si la situaci¨®n econ¨®mica es boyante? El mismo dirigente socialista alude al clima de crispaci¨®n pol¨ªtica y a la dificultad que encuentra La Moncloa para explicar bien su posici¨®n en el di¨¢logo con Batasuna. Ahora lo importante, analiza, es no agravar esa situaci¨®n antes de las elecciones de 2008 con ninguna decisi¨®n, por ejemplo, en Navarra, que el electorado pueda no comprender. "Ser¨ªa un error volver a meternos contracorriente", coincide otro parlamentario con cargos de direcci¨®n.

Algunos dirigentes provinciales y auton¨®micos critican tambi¨¦n que el partido no fuera capaz en la noche del 27 de hacer frente a "una cierta sensaci¨®n de languidez". Echaron de menos intervenciones m¨¢s r¨¢pidas y m¨¢s eficaces de sus dirigentes nacionales y un abanico m¨¢s grande de protagonistas que transmitieran ¨¢nimo y seguridad.

Pelea expl¨ªcita

En el Partido Popular, por su parte, esperan un a?o extraordinariamente movido en Madrid, porque la tensi¨®n siempre latente entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallard¨®n ha saltado ya a primer plano.

Los resultados, muy similares, obtenidos por las dos listas no han despejado las dudas, y la intervenci¨®n del alcalde ofreci¨¦ndose p¨²blicamente como n¨²mero dos en las listas de 2008 ha aumentado la perplejidad de parte de la direcci¨®n del partido. Un dirigente regional lo explicaba en los siguientes t¨¦rminos: est¨¢ muy claro que Aguirre y Gallard¨®n no compiten para ayudar a Rajoy, sino, m¨¢s o menos expl¨ªcitamente, para heredarle, si pierde las elecciones. Pero ¨¦ste es todav¨ªa el momento de Rajoy, y muy pocos dentro del partido se van a arriesgar a tomar posici¨®n por uno o por otra si creen que Rajoy tienen la menor posibilidad de ganar.

Seg¨²n este an¨¢lisis, el resultado de las elecciones municipales y auton¨®micas ha recordado a muchos dirigentes populares que la batalla del momento es por estar en la foto con Rajoy. La guerra entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallard¨®n ser¨¢ muy importante si las encuestas indican que Rajoy va a perder. Pero si el partido cree que tiene alguna posibilidad, de lo que se tratar¨¢ es de ser ministro a su lado y de no dejarse demasiado pelo en ninguna otra gatera, bromea ese mismo diputado popular.