La due?a de las tres llaves
Maria Ant¨°nia Munar es la bisagra de la pol¨ªtica balear. H¨¢bil en la negociaci¨®n y dura en la batalla, ha sobrevivido a una feroz campa?a de acoso del PP
Maria Ant¨°nia Munar ha sobrevivido a la tempestad que desencadenaron sobre su cabeza sus socios del PP. Y otra vez tiene en sus manos el poder de decisi¨®n en las Islas Baleares. Con sus tres diputados de Uni¨® Mallorquina (UM) definir¨¢ las nuevas mayor¨ªas, con un pu?ado fiel de votos, 28.000 (el 6,7%) en una poblaci¨®n de un mill¨®n de habitantes, del que s¨®lo 418.700 participaron. En su posici¨®n de bisagra, Munar -la princesa la llaman- maneja tres llaves distintas: la alcald¨ªa de Palma y las presidencias de Mallorca y Baleares.
Munar negociar¨¢ por igual con el PP y el PSOE, "sin imposiciones previas", dijo ayer, y determinar¨¢ si el conservador Jaume Matas puede retener el Gobierno en minor¨ªa, porque con el 46% no logr¨® la mayor¨ªa absoluta. UM puede optar, tambi¨¦n, por respaldar un nuevo Pacto de Progreso con el PSOE de Francesc Antich, una f¨®rmula que ya facilit¨® en 1999. La izquierda, en minor¨ªa, ha ganado cuota sobre el PP y presidir¨¢ los consejos de Menorca, Ibiza y Formentera.
Uni¨® Mallorquina decidir¨¢ el Gobierno aut¨®nomo, el insular y el de la capital
La ¨²nica figura visible de UM, abogada y empresaria de 52 a?os, se curte en el poder y en los pactos. Su grupo es una bisagra con una red trenzada en n¨²cleos de adictos entre caballistas, cazadores, payeses, empresarios, clubes de ancianos y de folclore. El partido se autodefine como nacionalista, de centro y liberal. Presidenta hegem¨®nica del Consell de Mallorca desde 1995, aupada por los progresistas durante ocho a?os, a Munar no le hace falta ensayar para decidir con qui¨¦n pacta, porque ya tuvo alianzas a diestra y siniestra. En la ¨²ltima legislatura, el PP le cedi¨® todo el mando y ella les llam¨® "la derecha m¨¢s extrema", declar¨¢ndose v¨ªctima del "acoso y derribo" de sus medios, que hasta el d¨ªa de reflexi¨®n le acusaron de comprar votos.
Munar ha sido alcaldesa de su pueblo, Costitx, desde 1979 hasta estas elecciones, en las que no se ha presentado. Se acomod¨® al coche oficial y al protocolo hace 20 a?os al convertirse en consejera de Cultura de un Gobierno del PP, formaci¨®n a la que UM apoy¨® sin brechas desde 1983 hasta 1992.
Esta mujer h¨¢bil y lista, hija de emigrantes a Barcelona, genera tantos rechazos como complicidades. Estudi¨® en un colegio franc¨¦s, ama los viajes, las joyas y la moda, de marca y cl¨¢sica. La Internacional Liberal acogi¨® a su partido de cuadros y cargos que hace migas con los nacionalistas vascos del PNV y con los catalanes de Uni¨® y de Converg¨¨ncia.
La l¨ªder de Uni¨® Mallorquina no se arruga en las batallas y dice a la cara lo que piensa. Es capaz de atacar al adversario con una sonrisa. Frecuenta la peluquer¨ªa y jam¨¢s viste informal, aunque agobie el calor, porque se aclimata a los ambientes adversos. A 32 grados, apretujada en una discoteca de Par¨ªs, en una fiesta del pintor Barcel¨®, todos chorreaban. Pero a ella, trajeada, no le aparecieron gotas en la frente ni manchones en la blusa. Su habilidad para resistir ante las complicaciones le ha permitido evitar ser borrada mapa por el PP, que articul¨® una campa?a con una sola estrategia: anular el poder de Uni¨® Mallorquina como partido bisagra, afirmando que no pactar¨ªan con Munar.
En 1992, el PP de Gabriel Ca?ellas ya maquin¨® la liquidaci¨®n de UM y tambi¨¦n fracas¨®. Ca?ellas, presidente balear que fue destituido por corrupci¨®n, utiliz¨® sueldos del Gobierno para captar a tr¨¢nsfugas de UM y anunci¨® un trasvase en masa de sus l¨ªderes a las filas populares. Munar, expulsada del gabinete Ca?ellas, logr¨® reconstruir el partido.
En 2007, la mano derecha de Matas, Rosa Estar¨¢s, ha identificado a Munar con "la corrupci¨®n", y se conjur¨® para que "los tres (los votos de UM) no manden sobre 33 (el n¨²mero de miembros del pleno del Consell de Mallorca)". Ahora que necesita a Munar, el PP llama a UM su "socio natural" por "afinidad y proximidad ideol¨®gica", y dice que le dio un trato "exquisito".
"Ha sido leal", le corteja Matas, que aspira a ser presidente por tercera vez. El desenlace no est¨¢ claro. El PP, por un par de miles de votos, no alcanza el peso que inclina las balanzas del Parlamento, el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca. El resto de los centros de poder, excepto varios ayuntamientos importantes (Calvi¨¤, Inca, Ciutadella), est¨¢ en manos del PSOE, que retiene las alcald¨ªas de Ibiza y Mah¨®n.
Los progresistas invitan a UM a reemprender otra experiencia con el socialista Francesc Antich, con 22 esca?os, m¨¢s cuatro del Bloc de izquierdas. Matas, con 28 diputados, puede gobernar en manos de la mujer a la que se?al¨® como enemiga a batir. "No soy rencorosa", aclara Munar, que se autorretrata as¨ª: "Soy atrevida, pero reflexiva".
La l¨ªder de UM es una mujer rica. Con su esposo, Miquel Munar, tiene una compa?¨ªa de transportes que desde los a?os 90 trabaja indirectamente en obras p¨²blicas pero que no concurre a las adjudicaciones. La empresa no ha sido denunciada, pero el PP critica a UM porque sus cargos tienen bufetes privados paralelos a sus despachos oficiales, sin incompatibilidades. En un juzgado se investiga la transparencia de unas ayudas que Munar, desde el Consell, ha dado a grupos y entidades sectoriales afines a UM.
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