La motivaci¨®n de Moral

Pepe Moral se present¨® en la Maestranza avalado por su reciente salida por la puerta grande de Madrid y arropado por muchos paisanos de Los Palacios que lo animaron y pidieron los trofeos para su torero. Moral lleg¨® muy motivado y se le not¨® en la plaza, aunque la escasa calidad de sus toros y su todav¨ªa poca experiencia no le permitieron el triunfo.

Quede, no obstante, constancia de sus ganas de ser torero, de su coraz¨®n valiente, de su entrega y de su capacidad para estar en la cara de los novillos. Se esperaba m¨¢s de ¨¦l, pero dio, quiz¨¢, lo que le permiti¨® la enorme responsabilidad de esta plaza, que no es poca a pesar de los partidarios y el p¨²blico de ocasi¨®n.

Manej¨® el capote con soltura en distintos quites, y demostr¨® gusto y torer¨ªa al recibir a su primero con unas ver¨®nicas templadas y hondas, trazadas con elegancia. Recibi¨® al segundo de rodillas en la puerta de toriles y la embestida desabrida del animal le impidi¨® el lucimiento. Fue su primero el ¨²nico novillo, quiz¨¢, que embisti¨® con cierta largura y nobleza; y Moral lo aprovech¨® a medias en una labor de m¨¢s a menos que supo a poco. Lo recibi¨® en los medios con un pase cambiado por la espalda y las dos tandas siguientes con la mano derecho tuvieron entrega, recorrido y ligaz¨®n. Cuando se esperaba lo mejor, tom¨® la zurda, no le cogi¨® el aire a la embestida y los dos, toreros y toro, se desinflaron. Lleg¨® un desarme, un enganch¨®n y toda esperanza se diluy¨®.

Poca clase demostr¨® el quinto, y Pepe Moral se limit¨® a expresar que se puede quedar quieto, muy quieto cuando la ocasi¨®n lo exige. Se dio un arrim¨®n de los de verdad, se dej¨® rozar los pitones en la taleguilla y dej¨® claro que tiene madera para ser alguien en esa dif¨ªcil profesi¨®n. Mat¨® de verdad y volvieron a pedirle la oreja, aunque de forma minoritaria en sus dos novillos.

Volv¨ªa el madrile?o Sand¨ªn a la plaza sevillana y se ha marchado sin poder decir nada. Es torero de porte agitanado, y amigo de componer en demas¨ªa la figura. Ciertamente, tuvo poca suerte con su lote, muy descastado , reserv¨®n y sin clase alguna, por lo que s¨®lo se le pudo ver voluntarioso y suelto con el capote, con el que lleg¨® a lucirse a la ver¨®nica en un par de ocasiones.

Y tambi¨¦n se presentaba el malague?o Ismael Cuevas, muy decidido en todos los tercios. Animoso con el capote, puso banderillas con acierto y movi¨® la muleta con gusto y elegancia. Muy manso y parado fue su primero, a pesar de lo cual le rob¨® tres naturales templad¨ªsimos, abrochados con un lado pase de pecho. Se la jug¨® en el sexto, otro novillo de poca clase, al que le hizo frente con enorme gallard¨ªa y entrega. Utiliz¨® la izquierda con decisi¨®n y super¨® las dificultades de su oponente con quietud y cercan¨ªa. No fue posible faena de lucimiento, pero qued¨® patente que es un torero a tener muy en cuenta.