Todo est¨¢ en los n¨²meros
Una muestra en CosmoCaixa ilustra el papel fundamental de las cifras en la vida cotidiana
Una tarjeta de cr¨¦dito tiene una forma sencilla y c¨®moda, cabe en la palma de la mano y encaja en la cartera. Es un dise?o funcional cuya clave est¨¢ cifrada en una f¨®rmula matem¨¢tica, conocida como proporci¨®n ¨¢urea, que ha seducido a los artistas desde la Antig¨¹edad, y que explica desde la belleza del templo del Parten¨®n, en Atenas, y la del hombre de Vitrubio de Leonardo hasta la de los elegantes mecheros Dupont.
Los n¨²meros acotan todo lo que nos rodea, tal como se comprueba en la muestra ?N¨²m3eros!, que se puede visitar en el museo CosmoCaixa de Alcobendas, y que cuenta con varias instalaciones que permiten experimentar la aplicaci¨®n de la aritm¨¦tica en la vida cotidiana: desde los sistemas decimales para medir la distancia y la temperatura hasta la encriptaci¨®n del comercio electr¨®nico y el c¨¢lculo del n¨²mero de asistentes a una manifestaci¨®n.
Un veintea?ero se coloca sobre una peque?a plataforma. La m¨¢quina calcula su altura y le proyecta un punto de luz en el vientre. Ah¨ª es donde tendr¨ªa que estar su ombligo para que los miembros de su cuerpo estuviesen proporcionados seg¨²n la cifra dorada de la belleza. Al final, el punto no encaja justo en el ombligo, pero se acerca. "Vaya, al menos no estoy muy mal hecho", r¨ªe el examinado.
Otra m¨¢quina determina el peso en toneladas y kilogramos. Una mujer de unos cuarenta a?os y poco m¨¢s de metro setenta sube al punto de medici¨®n. 71 kilos. "?Uf!", suspira ante la mirada de los que hacen cola. No es un gran consuelo que el medidor de toneladas se?ale un 0 inamovible.
"Hemos buscado ideas que den intuiciones para invitar a que uno se obsesione en aprender", explic¨® en la inauguraci¨®n el divulgador y director de CosmoCaixa Jorge Wagensberg. Y en un instante propuso varios ejemplos: los autom¨®viles registran el trayecto recorrido aplicando el n¨²mero Pi (la raz¨®n entre el per¨ªmetro de la circunferencia y el di¨¢metro) al giro de las ruedas; las hojas de papel DIN A 4 se miden a partir de una ra¨ªz cuadrada y las ramificaciones del sistema nervioso se pueden comprender con un tipo de n¨²mero llamado fractal.
"?Dale, dale! ?Mira!". Un ascensor en miniatura desciende hacia el s¨®tano en la reproducci¨®n en metacrilato de un rascacielos, mientras un ni?o de unos siete a?os aprieta un bot¨®n y le muestra a un compa?ero, quiz¨¢ sin ser consciente de ello, lo necesarios que son los n¨²meros negativos para se?alar las plantas subterr¨¢neas.
"?Uuuuuuaauauauaa!". Una voz electr¨®nica distorsionada r¨ªe a unos metros de los chavales. Es una mujer de poco m¨¢s de treinta a?os que juega con un par de compa?eros ante un micro que enmascara su voz con tonos digitales. El programa Vocaloid, del Grupo de tecnolog¨ªa musical de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, aplica los n¨²meros complejos para variar los matices tonales de la voz. Del tono de Shrek, al de una ni?a o el de un supuesto extraterrestre, el teclado de la instalaci¨®n permite comprobar c¨®mo suena uno con la voz de otros personajes.
De fondo se oye una especie de hilo musical sincopado. Es el sonido del n¨²mero Pi. Un programa inform¨¢tico ha asignado un tono a cada decimal de la serie 3,141592... Es algo as¨ª como la m¨²sica de Pi, un n¨²mero del que se han encontrado 4.294 millones de decimales, seg¨²n la Universidad de Tokio.
Pi, hallado hacia 1650 a.C., es uno de los n¨²meros estrella del sal¨®n de la fama de las cifras, que enmarca la muestra. Otros son el G¨²gol, una cantidad mareante que consiste en un 1 seguido de cien ceros, algo m¨¢s que la cantidad de part¨ªculas elementales que hay en todo el universo (10 elevado a 80). O el 9 elevado a 9 elevado a 9, que es el mayor n¨²mero con notaci¨®n decimal que puede escribirse con tres d¨ªgitos. Su resultado es un mastodonte de 369.693.100 d¨ªgitos.
Uno de los guarismos con el que trabajamos cotidianamente sin saberlo es el RSA. Son las siglas de una cifra enigm¨¢tica a la que debemos la seguridad de las transacciones comerciales en internet. Es un n¨²mero cifrado de 129 d¨ªgitos resultado de multiplicar dos n¨²meros primos (s¨®lo divisibles por s¨ª mismos y por la unidad). Multiplicarlos es f¨¢cil, pero descubrir divisores primos es una tarea muy complicada en la que se basan algunos sistemas de seguridad.
Debe su nombre a los tres matem¨¢ticos que lo encontraron en 1990, Rivest, Shamir y Adelman. Lo consideraban indescifrable hasta que, en 1993, un trabajo en el que participaron 600 personas de manera simult¨¢nea a trav¨¦s de internet averigu¨® que la cifra era el producto de un primo de 64 d¨ªgitos por otro de 65 d¨ªgitos. No lo encontraron pero se acercaron bastante.
Las f¨®rmulas que calculan el encaje de un pol¨ªgono en un c¨ªrculo o la cifra de 10 elevado a 354.918, que es el n¨²mero total de novelas posibles de 200 p¨¢ginas en castellano, pueden marear al ne¨®fito. Wagensberg reconoce que adentrarse en el mundo de los n¨²meros puede asemejarse a "avanzar por un pantano, donde el paso es incierto", pero sostiene que se trata de un reto. Aun as¨ª, advierte: "No hay nadie gen¨¦ticamente negado para las matem¨¢ticas. Esperemos que lo podamos demostrar".
?N¨²m3ros! Utilidad y magia en la vida cotidiana. CosmoCaixa Madrid. Pintor Vel¨¢zquez, s/n. Alcobendas. De martes a domingo y festivos, de 10.00 a 20.00. Entrada: de 1 a 3 euros. www.fundacion.lacaixa.es
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