"Busco las peque?as historias que cuentan la realidad de un pa¨ªs"
Cuando, hace una d¨¦cada, Diego Bu?uel (Par¨ªs, 1975) comenz¨® a viajar a zonas en conflicto, se desped¨ªa de su jefe con un ¨²ltimo ruego: "No le digas a mi madre que estoy en Irak, dile que me he marchado a San Francisco". Sabe que los estereotipos son inevitables, y m¨¢s si a los informativos de Occidente s¨®lo llegan los ecos de Irak, Afganist¨¢n o Colombia en forma de cr¨®nica de minuto y medio de muerte, destrucci¨®n y caos. El reportero de la agencia Capa, nieto del director Luis Bu?uel, defiende la necesidad de que el periodismo -"que ha perdido un poco de la humanidad necesaria"- "conecte con la gente". Por eso recorre zonas calientes junto a ciudadanos an¨®nimos para dar otra "visi¨®n de la realidad". La serie No le digas a mi madre que estoy en... arranc¨® en mayo en Canal + con Afganist¨¢n. Hoy (23.40), Bu?uel muestra lo que vio en Colombia.
"En Europa hemos olvidado toda la violencia que somos capaces de generar"
Pregunta. ?C¨®mo surge la idea de esta serie?
Respuesta. Trabaj¨¦ un tiempo para el programa de grandes reportajes Envoy¨¦ sp¨¦cial (France 2). Fui a Irak, Afganist¨¢n, Congo... Los peores lugares del mundo. Aprend¨ª mucho. Ve¨ªa la tragedia, pero tambi¨¦n otros aspectos. La gente quiere all¨ª lo mismo que alguien de Par¨ªs o Madrid. Vivir sin guerra, que los ni?os crezcan en paz...
P. Pero de esas zonas s¨®lo nos llegan noticias cuando sobrevienen las grandes crisis. ?Sirve esta serie para acercarse a ese d¨ªa a d¨ªa desconocido?
R. S¨ª. En el periodismo, cuando hay sangre, hay historia. Estoy de acuerdo, de alguna manera. Pero tambi¨¦n hay muchas otras historias importantes sobre c¨®mo se organizan all¨ª. En Europa damos lecciones de democracia a los pa¨ªses pobres, pero eso nunca funciona. Los ¨²nicos que pueden cambiar las cosas -con ayuda, a veces- son ellos mismos. Quer¨ªa entrevistarles, entender lo que est¨¢n haciendo.
P. ?Y qu¨¦ culpa corresponde a Occidente de los males que les aquejan?
R. El mundo est¨¢ interconectado, y las ra¨ªces del mal tambi¨¦n lo est¨¢n. En Europa s¨®lo llevamos 50 a?os de paz y prosperidad, y parece que hemos olvidado toda la violencia que somos capaces de generar. Como le¨ª una vez: "El pueblo m¨¢s civilizado del mundo est¨¢ tan cerca de la barbarie como el metal de la oxidaci¨®n".
P. No le digas... contribuye a desmontar algunos prejuicios sobre esos pa¨ªses. ?Usted tambi¨¦n los ten¨ªa antes de ir?
R. Todo el mundo los tiene. Es la naturaleza humana, y son necesarios tambi¨¦n. As¨ª puedes darles la vuelta. Era muy importante para m¨ª romper con tres estereotipos: la imagen, la m¨²sica y la gente.
P. ?Y ha cambiado su mirada respecto a cuando viajaba como reportero de guerra?
R. S¨ª. En Afganist¨¢n ten¨ªa la posibilidad de ver a uno de los jefes talib¨¢n. Mi jefe en Par¨ªs me dijo que no fuera, que eso ya lo hac¨ªa en Envoy¨¦ sp¨¦cial. Al principio me result¨® dif¨ªcil cambiar la ¨®ptica, la manera en que viv¨ªa el periodismo antes. Viv¨ªa para la exclusiva, la guerra. Ahora busco las peque?as historias que cuentan las grandes historias. Algo que parece sin inter¨¦s, pero que te cuenta la realidad de un pa¨ªs entero.
P. Por respeto al t¨ªtulo de la serie, no le diremos nada a su madre, pero, ?ha pasado miedo?
R. Si tienes miedo es que no has preparado correctamente tu trabajo. Hay peligro, pero controlado al m¨¢ximo. Tambi¨¦n lo hay en Madrid o Londres.
P. ?Cu¨¢les son sus pr¨®ximos destinos?
R. La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo es el siguiente [que Canal + estrena en julio]. Asistimos al primer concurso de belleza de mujeres seropositivas en Kinshasa y a un concierto de autodidactas que interpretan a los cl¨¢sicos. A continuaci¨®n, Corea del Norte, que estamos montando ahora, Israel y Palestina.
P. Respecto a su abuelo, ?nunca se ha planteado dedicarle alg¨²n trabajo?
R. ?l es una influencia muy grande, pero no soy un especialista en su obra. Era mi abuelo. Me sentaba en sus rodillas, desayunaba con ¨¦l, me ense?¨® mucho sobre los insectos y a disparar con una pistola. Mis padres tambi¨¦n son directores y yo quer¨ªa hacer algo completamente diferente. Por eso empec¨¦ en la prensa escrita [el Chicago Tribune y el Sun-Sentinel de Miami]. Aunque he acabado por regresar a la tradici¨®n familiar, que es la c¨¢mara.
![Diego Bu?uel.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/W4UL2TUGYD3IM4JHKXODZRVKU4.jpg?auth=a2d4ae1be1bb2a11dcb4d9b810021cced42977cb66366ab45779bced2d04bc62&width=414)
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