?Tenemos un plan?
Que no se alarme el lector, pues nada m¨¢s lejos de mi intenci¨®n que reivindicar a?ejas planificaciones, ni tan siquiera hacer comparecer en estas l¨ªneas la tercera v¨ªa de Anthony Giddens. S¨®lo propongo el interrogante que encabeza el art¨ªculo despu¨¦s de leer en la prensa que el Gobierno gallego ha promovido una Fundaci¨®n para la Sociedad del Conocimiento. Empresas l¨ªderes, universidades -en este caso no parece que haya lideratos- y entidades financieras aut¨®ctonas -¨ªdem de lienzo-, bajo la presidencia del titular de la Xunta, para avanzar por el camino de la creaci¨®n de valor y riqueza para la econom¨ªa gallega. Me arriesgo a sospechar que no se trata de una gota en el oc¨¦ano del grande y dilatado mar de las ocurrencias pol¨ªticas, deudoras urgentes del d¨ªa a d¨ªa. Es m¨¢s, deseo que tal iniciativa est¨¦ inscrita en el imaginario del presidente, cual clave de b¨®veda de su modelo de crecimiento. Podr¨ªa ocurrir que algunos est¨¦n anticipando efectos desmedidos de aquella fundaci¨®n, cual purga de Benito. Pero lo realmente positivo ser¨ªa que las pol¨ªticas de la Xunta estuviesen contagiadas transversalmente de una estrategia al servicio de la econom¨ªa del saber, de la tecnolog¨ªa, del capital humano y de la competitividad del territorio.
Dec¨ªa Bacon que el saber es el poder, pero no hay eldorados gratuitos ni f¨¢ciles de conseguir. Podremos mejorar la investigaci¨®n, se puede copiar m¨¢s eficientemente, pero nada ser¨¢ suficiente si eso no lo acompa?amos por una neta mejor¨ªa en el plano de la organizaci¨®n y por un perfeccionamiento extraordinario en las competencias de los individuos. ?Estamos dispuestos a asumir el coste de volver m¨¢s eficaces nuestras administraciones p¨²blicas? ?Nos atreveremos a financiar prioritariamente los nichos de excelencia de las instituciones universitarias? ?Apostaremos decididamente por los emprendedores y difundiremos en la escuela el valor del esfuerzo y de la iniciativa?
Traigamos en nuestro auxilio la met¨¢fora del motor de explosi¨®n: hay que empezar por la fase de inyecci¨®n, cuidando primorosamente todas las etapas del sistema educativo. Luego, habr¨¢ que administrar con inteligencia la restricci¨®n financiera, pues no debe haber dinero p¨²blico para todo el mundo ni para cualquier cosa, es decir, hay que ser rigurosos en la parte de compresi¨®n. Y esperar entonces a que se vayan produciendo las combinaciones adecuadas, tanto en el mundo empresarial como en el del conocimiento, y entre ambos, o, lo que es lo mismo, aguardar la combusti¨®n. Por ¨²ltimo, la consecuencia l¨®gica debe ser la transmisi¨®n de la energ¨ªa y el movimiento, que podremos llamar el escape o la salida de gases, la aut¨¦ntica din¨¢mica del crecimiento. Es decir, incrementar la creaci¨®n de empleo, la renta y el bienestar, que para eso est¨¢ la econom¨ªa, insertando a Galicia en el c¨ªrculo virtuoso del desarrollo.
Al lado de lo esencial, debe darse un acompa?amiento de todo un conjunto de pol¨ªticas complementarias, que no podemos comentar aqu¨ª, salvo una, y lo har¨¦ desde una cierta heterodoxia. Me refiero a la muy publicitada del reequilibrio territorial, que el entusiasmo preelectoral el partido socialista incorpor¨® a su programa. Otra vez los a?os sesenta y las pol¨ªticas voluntaristas del desarrollo regional. Vayamos presurosos, parecen decir los asesores -creo que a su pesar- a poner puertas al campo del malvado mercado. No es suficiente, seg¨²n su ret¨®rica, la nueva pol¨ªtica europea, que quiere gente en el sector primario para interpretar una relaci¨®n distinta entre el ciudadano y la naturaleza. De ninguna manera; la locomotora del eje costero ha de remolcar la ideolog¨ªa de lo imposible: todos a crecer igual. ?Qu¨¦ pensar¨¢ el conselleiro de Econom¨ªa, t¨¦cnico competente, se?alado a dedo para llevar a cabo el reequilibrio feliz, eso s¨ª, contando con todos los departamentos de la Xunta? Supongo que fue llamado en su d¨ªa para ser un aventajado Clark Kent y no un Superman sin kriptonita. Y seguro que conoce bien el nombre de los errores en econom¨ªa: coste de oportunidad. Coste que suele ser mayor cuando menos rico es un pa¨ªs.
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