La fuerza del imperio Lucas

El estreno de La guerra de las galaxias (25 de mayo de 1977) fue nuestro Vietnam", afirmaba hace unos a?os el cr¨ªtico norteamericano Chris Gore, responsable de www.filmthreat.com. La pel¨ªcula de George Lucas fue un gran acontecimiento generacional, pero, tambi¨¦n, dio un giro a las promesas (sofisticadas y adultas) de ese nuevo Hollywood encarnado por la generaci¨®n de los setenta.

La guerra de las galaxias recaud¨® m¨¢s de 100 millones de d¨®lares en sus primeros tres meses de exhibici¨®n, logr¨® incrementar en m¨¢s del doble los beneficios anuales de la Fox (que pasaron de 37 a 79 millones de d¨®lares) y convirti¨® al joven cineasta en uno de los hombres m¨¢s poderosos de Hollywood. Antes hab¨ªa tenido que soportar los recelos de sus compa?eros de generaci¨®n, que le consideraban el m¨¢s banal del pelot¨®n, y las humillaciones de Brian de Palma, que, seg¨²n recoge Peter Biskind en Moteros tranquilos, toros salvajes, se ensa?¨® con ¨¦l tras una primera proyecci¨®n de la pel¨ªcula: "Tienes que quitar esa mierda del Jedi Bendu, nadie va a entender de qu¨¦ hablas", le solt¨®, entre otros zarpazos. Steven Spielberg no abrigaba ninguna duda sobre su ¨¦xito, aunque se qued¨® corto en sus previsiones: "Va a hacer 100 millones", aventur¨®. La pel¨ªcula de Lucas ser¨ªa la primera de la historia en rebasar el list¨®n de los 300 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n, que, por entonces, parec¨ªan una cifra de pura ciencia-ficci¨®n. El presupuesto total de la pel¨ªcula hab¨ªa rondado los 13 millones de d¨®lares.

La historia pod¨ªa haber sido completamente distinta: antes de que el proyecto obtuviese luz verde por parte de Alan Ladd Jr. (entonces, capo de la Fox), Coppola estaba empe?ado en que Lucas se encargase de la direcci¨®n de un proyecto que ten¨ªa entre manos, Apocalypse Now. En fases m¨¢s avanzadas del desarrollo se abr¨ªan otras posibilidades que hubiesen desembocado en una mitolog¨ªa muy distinta: William Katt fue candidato para el papel de Luke Skywalker y entre los nombres barajados para dar vida a Han Solo -personaje que, por cierto, fue creado a imagen y semejanza del joven Coppola- se hallaban los de Burt Reynolds, Nick Nolte, James Caan, Kurt Russell y Al Pacino.

Lucas negoci¨® con el estudio la reducci¨®n de su sueldo, a cambio de la posesi¨®n de los derechos de licencia de todos los productos derivados: desde las figuras articuladas hasta los videojuegos. La Fox crey¨® que hab¨ªa hecho el negocio del siglo. No intuy¨® que Lucas estaba viendo el porvenir del negocio del cine: la pel¨ªcula y sus futuras secuelas funcionaron como el megaspot publicitario capaz de convertir el merchandising en el discurso central. La revista Forbes, en el a?o 2005, cifr¨® los beneficios absolutos que pod¨ªa generar la franquicia en 20.000 millones de d¨®lares. El propio George Lucas alcanz¨® la vida eterna (o su suced¨¢neo) en el a?o 2002 al convertirse a s¨ª mismo en figura de acci¨®n articulada de la marca Hasbro, bajo el nombre de Jorg Sacul. George Lucas se transmutaba en un personaje insignificante, perfecto disfraz para el demiurgo de un universo que ha acabado vampirizando a su p¨²blico como consumidor eterno.

Con motivo de este trig¨¦simo aniversario del hist¨®rico estreno, la Star Wars Celebration IV acogi¨® el lanzamiento de una relevante novedad editorial para el aficionado: el libro The Art of Ralph McQuarrie, lujosa recopilaci¨®n de los dise?os del m¨¢ximo responsable del look de la saga. Carrie Fisher (la princesa Leia) y Anthony Daniels (C3PO) asistieron para vender sus aut¨®grafos a 35 d¨®lares la pieza. Lucas planea prolongar la saga en el medio televisivo e impulsar sus dos trilog¨ªas magnificadas con un nuevo sistema de proyecci¨®n tridimensional. Probablemente, no ser¨¢ la ¨²ltima estrategia de Lucas para seguir rentabilizando su mitolog¨ªa.