"Nadal evita la t¨¦cnica porque es el m¨¢s fuerte"
Djokovic, que se entrena con Bruguera, se juega con el 'n¨²mero dos' el pase a la final
"?Macho! ?Mu buena! ?Jo, macho!" Novak Djokovic (Belgrado, 1987) rebuscaba ayer en su espa?ol de turista para expresar su admiraci¨®n por los golpes de Sergi Bruguera, doble campe¨®n de Roland Garros y su compa?ero de entrenamiento. Bruguera andaba por los suelos. Y el serbio, que hoy se enfrenta a Rafael Nadal por un puesto en la gran final de Par¨ªs, celebraba cada punto ganado marcando b¨ªceps. Con el pu?o en alto. Al estilo Nadal. Son las cosas de Djokovic, un tenista que es el sue?o de cualquier publicista. A Djokovic, que vive rodeado por su familia, no le asusta arrancarse la camiseta en un programa de televisi¨®n mientras canta el I will survive de Gloria Gaynor. A Djokovic, que juega de amarillo, no le asusta caricaturizar los m¨²sculos de Nadal cada vez que hay una c¨¢mara cerca. Y a Djokovic, que tiene un tenis agudo, moderno, no se le caen los anillos por coger una botella de agua y limpiar las manos de Bruguera, rebozado en roja arena. Luego se hace fotos. Firma aut¨®grafos. Se ducha. Y atiende a EL PA?S en la exclusiva zona de jugadores del club de Roland Garros, donde se sienta en una solitaria mesa, abrigado con una sudadera con los colores de Serbia.
La familia del serbio mira de reojo a la de Rafa, como quien copia una obra maestra
"Honestamente, no estoy listo al cien por cien para el partido con Rafa", reflexiona. "Ha sido una temporada y un torneo largo. He jugado m¨¢s de 50 partidos en lo que va de a?o y eso, de verdad, es mucho para m¨ª. ?Y no hemos llegado a mitad de temporada!", contin¨²a. "Llevo dos d¨ªas intentando recuperarme, intentando estar en forma, porque el factor f¨ªsico va a ser crucial, probablemente una de los factores decisivos. Rafa es el jugador f¨ªsicamente m¨¢s en forma del mundo. Tiene mucha confianza: en tres a?os, no ha perdido en Roland Garros. S¨¦ que la gente espera que llegue a la final, pero voy a dar lo mejor de m¨ª mismo para pararle. Me he preparado f¨ªsica y mentalmente para Roland Garros. Y lo he hecho bien. Juego contra Rafa, vale. Va a ser mi partido m¨¢s dif¨ªcil esta temporada. Yo creo en m¨ª. Creo que puedo ganarle".
Nole, como le conoce todo el mundo, tiene una confianza ilimitada en s¨ª mismo. Es un chico extravertido. Alegre. Cuando perdi¨® contra Nadal en la final del masters de Indian Wells no dud¨® en lanzarse con el espa?ol al jacuzzi del vestuario, como si ¨¦l tambi¨¦n hubiera ganado. Un torneo despu¨¦s, en cuartos de final de Miami, el vencedor era Djokovic. "T¨¦cnicamente, Rafa tambi¨¦n es bueno", dice. "Lo que pasa es que tiene tanta fuerza, tanta energ¨ªa, corre tanto que....cuando tienes tanta fuerza, simplemente evitas todas las cosas t¨¦cnicas. Juega un tenis de fuerza. Rafa ha ganado muchos partidos dif¨ªciles, duros, porque es m¨¢s fuerte. Tiene un buen rev¨¦s, una buena derecha. Todav¨ªa puede mejorar mucho el servicio. T¨¦cnicamente, no es malo", a?ade.
La familia de Djokovic mira de reojo a la de Nadal, como quien copia una obra maestra. Los Nadal, cuentan quienes conocen bien a las dos partes, ejemplifican para los Djokovic el camino a seguir. Los serbios, que viajan con los ni?os, buscan cortafuegos para las tentaciones de la vida del deportista de elite. Y poca gente ha sido m¨¢s exitosa en esa tarea que las personas que componen el entorno de Nadal. "Si quieres ser el mejor, un profesional, debes aceptar tu vida como es. El tenis requiere mucho tiempo, mucho trabajo. Es un deporte individual", dice Djokovic, el gran c¨®mico del tenis, un jugador que imita por igual la panza del argentino Nalbandian y los gestos de Roger Federer. "Hay veces que te levantas por la ma?ana y no quieres ir a entrenarte", a?ade. "Hay muchos d¨ªas as¨ª. Echas cosas de menos. A veces, no tienes tiempo para nada, pero el tenis te da muchas cosas a cambio. Yo intento divertirme en paralelo".
Djokovic, que se form¨® bajo el estricto mando de Jelena Gencic, una de las primera entrenadoras de M¨®nica Seles, cree que antes o despu¨¦s ser¨¢ el n¨²mero uno. "?S¨ª!", asegura. "Estoy todav¨ªa muy lejos, lo s¨¦. Pero es la meta de mi vida. Lo doy todo. Doy lo mejor de m¨ª para llegar a la victoria. He dedicado mi vida al deporte. Me ha dado mucho y le he dado mucho. Tengo 20 a?os y mucho tiempo para conseguirlo".
A los periodistas anglosajones, tan dados a los juegos de palabras, les gusta decir que "Djokovic is no Djoke". Que Djokovic no es un tenista que tomarse a broma. Hoy le espera Nadal, el jugador que le derrot¨® en su ¨²ltimo enfrentamiento, sobre tierra y en Roma. Al serbio, que ha ganado tres t¨ªtulos esta temporada, no le importa. "No puedo contar lo que aprend¨ª ese d¨ªa", dice. "Lo guardo para m¨ª. Pienso en m¨ª, en mi juego, en mis t¨¢cticas. En hacer todo lo posible para ganar. Simple. No hay m¨¢s". Djokovic se la juega con Nadal. Busca su primera final de Roland Garros. Y con eso no hace bromas.
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