"Me han mandado de vuelta a casa"

Grupos de ciudadanos entran y salen del c¨¦ntrico ambulatorio de Olaguibel, en Vitoria, como cada d¨ªa. Pero no. "Se nota menos afluencia que otros d¨ªas", apunta un usuario habitual del centro, quien se marcha "un poco enfadado" porque nadie le hab¨ªa avisado de que su m¨¦dico de cabecera iba a hacer huelga. Juli¨¢n Ruiz entiende que los m¨¦dicos convoquen un paro -"tienen el mismo derecho que cualquiera"-, pero le incomoda enterarse de que no le iban a atender en la misma puerta del consultorio. "Es un fastidio. S¨®lo espero es que la pr¨®xima vez me avisen. ?Que si sab¨ªa que hab¨ªa huelga? Pues no, la verdad. He ido al centro de salud como cualquier d¨ªa".

La misma historia se repiti¨® en otros centros de Atenci¨®n Primaria. El reloj pasa de las 11.30 y Pilar sale del ambulatorio donostiarra de Gros acompa?ando a su madre. La anciana ten¨ªa hora con el dermat¨®logo y con el cirujano. El primero le ha atendido, pero el segundo no. Pilar es consciente de que "cada uno tiene que luchar por lo suyo", pero hubiese agradecido mucho una llamada de tel¨¦fono para avisarle de que uno de los facultativos no iba a atender a su madre. "Tiene la movilidad reducida y tener que venir otro d¨ªa me incordia bastante", argumenta.

Pese a la molestia, entiende las reivindicaciones de los facultativos. "Tienen que correr mucho, est¨¢n bastante estresados. Cuando nos atienden parece que lo tenemos que saber todo y no se dedican a darnos explicaciones", se lamenta.

En cambio, I?aki no se ha encontrado con "ning¨²n problema". Ten¨ªa cita para una cura en una mano y le han atendido "bien y a la hora". Al igual que Pilar, comprende "perfectamente" las quejas de los profesionales: "Se nota que cada m¨¦dico tiene gran concentraci¨®n de pacientes en un tiempo limitado".

Lo mismo opina Mar¨ªa Dolores. Ella tambi¨¦n ha sido atendida "con normalidad" por su traumat¨®logo, pero afirma que los m¨¦dicos "necesitan mucho m¨¢s tiempo para atender a los pacientes, porque casi ni te escuchan lo que tienes".

Tambi¨¦n vio frustradas sus intenciones Julia, aunque en este caso no se fue con las manos completamente vac¨ªas. "Cuando he llegado al centro de salud, me han mandado de vuelta a casa. Mi m¨¦dico estaba de guardia, pero ya me han dado cita para la pr¨®xima semana". Ocurri¨® en el centro de salud de San Mart¨ªn, en Vitoria, donde se dejaron notar los efectos del paro, aunque la actividad sali¨® adelante. "Los m¨¦dicos andan con el tiempo justo y para hacerte un buen diagn¨®stico necesitan m¨¢s tiempo".

A las puertas de Urgencias del hospital vitoriano de Santiago espera Ra¨²l Armentia, quien aguarda a un amigo que est¨¢ siendo atendido. "?Qu¨¦ hay huelga? Pues a m¨ª me parece que le han atendido con normalidad, vamos que no ha tenido que esperar m¨¢s de la cuenta ni nada por el estilo", indica.