Dios, Am¨¦rica y nosotros
La campa?a presidencial de EE UU ha empezado muy pronto y ya se detecta fatiga
Ya sabemos todos que las navidades empiezan m¨¢s pronto cada a?o, pero imagin¨¦monos que empezaran en mayo. Estoy hablando de mayo del a?o anterior. Es lo que est¨¢ ocurriendo con las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Faltan 17 meses para la elecci¨®n propiamente dicha, en noviembre del a?o que viene, pero la campa?a ya est¨¢ en marcha desde hace tiempo. El martes por la noche vi un debate televisado entre 10 aspirantes republicanos, similar a otro que se hab¨ªa celebrado el domingo pasado. A este paso, la fatiga electoral har¨¢ mella incluso antes de que empiece el a?o. Los candidatos no est¨¢n limit¨¢ndose a poner sus banderines en el m¨¢stil; ante las preguntas de los medios, se ven obligados a adoptar posturas concretas que luego les costar¨¢ alterar. Y eso no es bueno para la pol¨ªtica estadounidense.
Los republicanos no lo reconocen, pero el pueblo de EE UU ha decidido que la guerra de Irak se ha terminado y que la misi¨®n no se ha cumplido
En un reciente debate, los candidatos republicanos no tuvieron m¨¢s remedio que condenar a Bush con d¨¦biles elogios o elogiarle con d¨¦biles condenas
Los aspirantes dem¨®cratas Hillary, Edwards y Obama tambi¨¦n rivalizan en dejar claro la importancia que tiene para ellos la fe religiosa
Entre tanto, el ocupante de la Casa Blanca es ya, en varios aspectos importantes, el ex presidente Bush. Un asesor clave del vicepresidente, Lewis Scooter Libby, se va a la c¨¢rcel por perjurio, y el Gobierno de Bush se parece cada vez m¨¢s a un portaviones gravemente da?ado y escorado que intenta llegar a puerto, mientras sobre el puente se ven a¨²n los restos de una pancarta que dice: "Misi¨®n cumplida". Los propios candidatos republicanos del debate del martes no tuvieron m¨¢s remedio que condenar a Bush con d¨¦biles elogios o elogiarle con d¨¦biles condenas. O no tan d¨¦biles. Cuando el periodista de la CNN Wolf Blitzer pregunt¨® al congresista Tom Tancredo, de Colorado, qu¨¦ har¨ªa con el ex presidente Bush si llegara a sucederle, el congresista respondi¨® que el se?or Bush "nunca volver¨ªa a ensombrecer el umbral de la Casa Blanca".
Sin embargo, durante el pr¨®ximo a?o y medio, Bush seguir¨¢ siendo el hombre m¨¢s poderoso del mundo, dotado de todos los poderes necesarios para obstaculizar una inteligente iniciativa del G-8 sobre el cambio clim¨¢tico, imponer un escudo antimisiles irrelevante y conflictivo, y ordenar un ataque t¨¢ctico nuclear contra instalaciones nucleares iran¨ªes. Lo que le resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil es crear coaliciones internacionales cuyos miembros conf¨ªen en los actuales gobernantes estadounidenses. Aparte de los dem¨¢s problemas, todos estar¨¢n ya pensando en sus posibles sucesores. Y ese limbo prolongado no es bueno para el mundo.
El Estados Unidos que surgir¨¢ en 2009, y que puede empezar a atisbarse en estos primeros debates prepresidenciales como a trav¨¦s de una pantalla oscura de plasma, es, por desgracia, un lugar defensivo, resentido y ligeramente truculento. Aunque los principales candidatos republicanos -como John McCain- no lo reconozcan, el pueblo estadounidense ha decidido que la guerra de Irak se ha terminado y que la misi¨®n no se ha cumplido. Lo importante no es cu¨¢ndo, sino c¨®mo se producir¨¢ la retirada militar, aunque dicha retirada consista, al principio, en nada m¨¢s que unos cuantos campamentos fortificados y una Embajada fortaleza en la zona verde de Bagdad, mientras las carnicer¨ªas y la limpieza ¨¦tnica contin¨²an a su alrededor. La lecci¨®n que los estadounidenses parecen haber aprendido, en su mayor¨ªa, es que Estados Unidos, en el futuro, debe meterse en menos l¨ªos en el extranjero y ocuparse m¨¢s de los suyos propios.
En comercio e inmigraci¨®n hay una atm¨®sfera cada vez m¨¢s proteccionista. Los choques m¨¢s en¨¦rgicos en el debate republicano estuvieron relacionados con la inmigraci¨®n. En parte, por pol¨ªtica interna de partido. Como el principal candidato, John McCain, es uno de los propulsores de un proyecto de ley cuya consecuencia podr¨ªa ser la legalizaci¨®n de unos 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en la actualidad en el pa¨ªs, otros candidatos aprovecharon la oportunidad para apuntarse tantos a su costa. Rudy Giuliani dijo que la ley era "el t¨ªpico desbarajuste de Washington". Pero la pol¨¦mica es asimismo s¨ªntoma de algo m¨¢s profundo. Hab¨ªa un trasfondo de p¨¢nico que recordaba, sobre todo, a las angustias de los europeos por los inmigrantes musulmanes, pese a que en Estados Unidos, en general, los inmigrantes proceden de pa¨ªses occidentales y son fundamentalmente de habla espa?ola y religi¨®n cristiana. "Estamos convirti¨¦ndonos en una naci¨®n biling¨¹e", dijo uno de los candidatos, "y eso no es bueno". Un sentimiento que compartir¨ªan por completo la derecha francesa y la alemana.
Dise?o inteligente
Lo que sigue siendo totalmente distinto respecto al Viejo Continente es de qu¨¦ forma los pol¨ªticos estadounidenses no s¨®lo son religiosos, sino que hacen gala de ello. Un ejemplo extremo es el del antiguo gobernador de Arkansas Mike Huckabee. Al responder a una pregunta sobre la pol¨¦mica entre evoluci¨®n y el llamado "dise?o inteligente", Huckabee, que fue ministro bautista antes de hacerse pol¨ªtico, dijo simplemente: "En el principio, Dios cre¨® los cielos y la tierra". El, Huckabee, no sab¨ªa exactamente cu¨¢ndo o c¨®mo, pero no ten¨ªa la menor duda de que Dios los cre¨®. Decir que uno no cre¨ªa en eso, a?adi¨®, era como decir que uno no cre¨ªa en Dios. Y cit¨® a Mart¨ªn Lutero: "Aqu¨ª estoy, no puedo obrar de otra manera". Todo lo cual le supuso una ronda de aplausos del p¨²blico presente en St. Anselm College, un centro universitario cat¨®lico especializado en humanidades. Cuando el entrevistador insisti¨®, su respuesta fue: "Si alguien prefiere pensar que desciende de un primate, desde luego es muy libre de hacerlo".
Dios m¨ªo -exclam¨¦ en mi fuero interno yo, que soy un europeo poscristiano-, Dios m¨ªo, ?en qu¨¦ siglo vivimos? Pero otros candidatos se apresuraron a darle la raz¨®n, aunque de forma ligeramente m¨¢s el¨ªptica. John McCain elogi¨® la elocuencia del "pastor Huckabee" y dijo que no ten¨ªa ninguna duda de que Dios hab¨ªa tenido alguna participaci¨®n en "el tiempo anterior al comienzo de los tiempos" (¨¦sta es la contrase?a de la derecha cristiana; significa que el que habla es uno de nosotros, puedes darle tu voto).
La mano de Dios
Pero no crean que esta religiosidad es s¨®lo cosa de los candidatos republicanos. En un debate televisivo anterior, organizado por un grupo evang¨¦lico de izquierdas llamado Sojourners, los tres grandes aspirantes dem¨®cratas, Hillary Clinton, John Edwards y Barack Obama, rivalizaron en dejar claro la importancia que tiene para ellos la fe. Edwards dijo categ¨®ricamente que "cree en la evoluci¨®n", pero se apresur¨® a a?adir que "la mano de Dios est¨¢ en cada paso de lo que nos ocurre a m¨ª y a cada ser humano que existe en el planeta". Ante una dolorosa pregunta sobre c¨®mo se sobrepuso a la infidelidad de su marido, Hillary Clinton dijo que se hab¨ªa sostenido gracias a "mi fe y el apoyo de toda mi familia, personas que yo sab¨ªa que estaban literalmente rezando por m¨ª en cadenas de rezo, que fueron aut¨¦nticos guerreros de la oraci¨®n por m¨ª". Angela Merkel, que preside la cumbre del G-8 que se celebra esta semana, procede de un partido que se llama democristiano y una Iglesia que se llama evang¨¦lica, pero no creo que la veamos nunca hablando de guerreros de la oraci¨®n. Junto a la extensi¨®n f¨ªsica del ac¨¦ano Atl¨¢ntico, ¨¦ste es tal vez el factor que m¨¢s separa a Europa de EE UU. Pens¨¢ndolo mejor, creo que me equivocaba al hablar de las navidades. En la pol¨ªtica norteamericana no es que empiecen en mayo del a?o anterior, es que todos los d¨ªas son Navidad.
La frase m¨¢s famosa de san Anselmo es que "la fe pide entendimiento". Se puede mantener un debate muy razonable -y muchos racionalistas laicos, tanto europeos como estadounidenses, est¨¢n manteni¨¦ndolo- sobre las afirmaciones b¨¢sicas de esa fe. Pero, dado que no parece que la religi¨®n vaya a desaparecer pronto de la pol¨ªtica estadounidense, existe otro ejercicio igual de importante, y no contradictorio, sino paralelo, que consiste en tratar de entender qu¨¦ implica esa religiosidad a la hora de llevar a la pr¨¢ctica las pol¨ªticas de dem¨®cratas y republicanos en el mundo. Y ¨¦sa es una cuesti¨®n muy distinta. Unos pol¨ªticos estadounidenses religiosos que, desde el punto de vista de los europeos laicos, pueden parecer muy irracionales en una faceta de su persona, sin embargo, pueden ser totalmente razonables, racionales e incluso progresistas en sus decisiones pol¨ªticas; a veces, incluso m¨¢s que algunos l¨ªderes laicos europeos. Como prueba, no hay m¨¢s que acordarse de otro Clinton, el ex presidente Bill. Las profesiones de fe de los candidatos s¨®lo sirven para decirnos que son unos pol¨ªticos norteamericanos. Todo lo dem¨¢s depende de qu¨¦ mensajeros de Dios le toquen a cada uno.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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