La ciudad donde nunca anochece
La contaminaci¨®n lum¨ªnica en Valencia derrocha el 40% del gasto energ¨¦tico urbano, seg¨²n el Observatori Astron¨°mic
Son las cuatro de la ma?ana de un mi¨¦rcoles en el parque del Parterre. Ni rastro de gente paseando entre los centenarios ficus. Sin embargo, unos potent¨ªsimos focos alumbran directamente al interior de sus inmensas copas. Y tambi¨¦n al cielo. Las estrellas se apagan; al menos para la vista del paseante. Los p¨¢jaros, desorientados, desconocen la diferencia entre la noche y el d¨ªa en Valencia, que lidera la lista de ciudades espa?olas con mayor ¨ªndice de contaminaci¨®n lum¨ªnica. Es decir, con mayor gasto energ¨¦tico por habitante en alumbrado y peor dise?o de sus luminarias. Los 82.000 puntos de luz le cuestan a las arcas municipales 10 millones de euros anuales.
"Es un problema de concienciaci¨®n ciudadana y pol¨ªtica", analiza Fernando Ballester, doctor del Observatori Astron¨°mic de la Universitat de Val¨¨ncia. Ballester cree que los pol¨ªticos no interpretan el derroche de luz como un elemento contaminante tradicional como el humo de los coches. Sin embargo, hay numerosos factores que alertan del exceso de luz artificial como un elemento que favorece el cambio clim¨¢tico.
"Es un problema de concienciaci¨®n ciudadana y pol¨ªtica", analiza Ballester
Hay reguladores de flujo que bajan la intensidad de la luz en horas de menor afluencia
Basta con saber que la energ¨ªa desperdiciada por el alumbrado de Valencia supone el 40% del gasto energ¨¦tico urbano, seg¨²n esta instituci¨®n. La energ¨ªa necesaria es creada por centrales t¨¦rmicas que desprenden di¨®xido de carbono.
Pere Horts, coordinador auton¨®mico de la plataforma contra la contaminaci¨®n lum¨ªnica Celfosc, fecha el inicio del despilfarro a principio de los a?os 90. "Los t¨¦cnicos espa?oles de iluminaci¨®n ironizaban en 1992, coincidiendo con las inversiones de los juegos ol¨ªmpicos de Barcelona, con el 'trauma catal¨¢n' de los valencianos para explicar el furor de Rita Barber¨¢ por la luz artificial", recuerda. El incremento desmesurado del alumbrado oblig¨® al Observatori Astron¨°mic a abandonar en 1995 su sede en la avenida de Vicente Blasco Ib¨¢?ez por un nuevo emplazamiento en Aras de los Olmos, a 100 kil¨®metros de Valencia. En los a?os posteriores, el gobierno municipal incorpor¨® 30.000 nuevas farolas.
El exceso lum¨ªnico de la ciudad ha traspasado las fronteras. Hace dos meses, una cadena de televisi¨®n alemana escogi¨® a Valencia como ejemplo de alumbrado imperfecto. Katrin Stevens, de Els Verds de la Ciutat de Val¨¨ncia, les proporcion¨® las claves del derroche: "Se empe?an en poner las farolas de estilo modernista con el cristal lechoso que obliga a usar m¨¢s potencia". Los ecologistas simplemente exigen que las luces apunten hacia el suelo. "En la avenida del Puerto las farolas son las id¨®neas, pero estropearon la remodelaci¨®n a?adiendo m¨¢s puntos de luz de los necesarios", lamenta Stevens. Para resumir su alarma por el exceso en el gasto, compara los 10 millones de euros anuales que gasta Valencia para cerca de 800.000 habitantes, con los 330.000 euros que presupuesta el Ayuntamiento de Alcal¨¢ de Henares, en Madrid, para m¨¢s de 200.000 habitantes. Barcelona desembolsa 1,5 millones menos para el doble de poblaci¨®n.
En el Consistorio presumen de la buena y segura iluminaci¨®n urbana de Valencia. La seguridad de los peatones es el objetivo a cumplir por todas las actuaciones municipales en alumbrado p¨²blico, seg¨²n la alcaldesa. El ¨²ltimo barrio que ha multiplicado sus luminarias ha sido Malilla. Un mes despu¨¦s de su instalaci¨®n por medio mill¨®n de euros, muchas calles est¨¢n alumbradas con la mitad de las luminarias instaladas. Se ve perfectamente.
El Ayuntamiento ha instalado un sistema de reguladores de flujo que reduce la intensidad de la luz en las horas con menor afluencia de peatones y veh¨ªculos. Stevens propone un sistema que ilumine cuando haya movimiento. "La gente se alertar¨ªa s¨®lo con la luz. Servir¨ªa de control", argumenta.
A pesar de la potente inversi¨®n en alumbrado, la Corporaci¨®n municipal sigue sin crear un plan que elimine los principales enemigos del ahorro lum¨ªnico: los globos. A la ribera del antiguo cauce del Turia, entre el puente de las Flores y el de la Exposici¨®n, la frecuencia de farolas es de tres cada 100 metros. Cada una con tres globos que desprenden una potente luz anaranjada hacia el limbo. Es el color de las bombillas de baja presi¨®n, m¨¢s eficientes y ahorrativas que las luces blancas propias de las luminaras de las autopistas.
En los discursos de los ecologistas y astr¨®nomos, principales enemigos del despilfarro de luz en la ciudad, aparecen siempre las frases de la alcaldesa presumiendo de la luz nocturna de Valencia. "La iluminaci¨®n es tan buena que se puede leer por la noche", o "qu¨¦ bonita luce Valencia por la noche", son frases que atribuyen a Barber¨¢ para explicar que la conciencia medioambiental no ha llegado a sus planes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.