5.500 a?os de navegaci¨®n a vela
Las Atarazanas de Valencia ofrecen un exhaustivo recorrido por la historia de las embarcaciones impulsadas por el viento
La historiograf¨ªa no acaba de ponerse de acuerdo, pero la mayor¨ªa de estudios apuntan hacia una fecha y un lugar. Fue en el actual Egipto hace unos 5.500 a?os cuando el hombre se apoy¨® por primera vez en las velas para desplazarse sobre el agua. De all¨ª, de las orillas del Nilo, son los primeros dibujos de barcos (cuarto milenio antes de Cristo) y de lo que parece ser una sencilla vela (3.100 a. de C.).
Las condiciones naturales del gran r¨ªo africano tuvieron bastante que ver en el nacimiento de este tipo de navegaci¨®n, sin olvidar el propio nivel de desarrollo alcanzado por esta civilizaci¨®n. La navegaci¨®n que discurr¨ªa hacia la desembocadura era a remo, aprovechando la corriente. El problema estaba cuando hab¨ªa que tomar el sentido contrario. Para remontar el curso fluvial cuando los tripulantes eran incapaces de bogar contra la fuerza del agua los egipcios idearon la vela.
Cinco milenios y medio despu¨¦s, los dise?os tecnol¨®gicamente m¨¢s evolucionados basados en este tipo de navegaci¨®n compiten en las aguas de Valencia por conseguir la Copa del Am¨¦rica. Con motivo de la celebraci¨®n en la ciudad de la 32? edici¨®n de la regata con m¨¢s solera del mundo, la Fundaci¨®n La Caixa y el Museo Ol¨ªmpico de Lausana, con el apoyo de la Federaci¨®n Internacional de Vela, han organizado la exposici¨®n A vela. Navegando en el mundo, un recorrido por el arte de la navegaci¨®n que se podr¨¢ visitar en las Atarazanas hasta el 12 de agosto.
La muestra est¨¢ integrada por embarcaciones, maquetas, alguna reproducci¨®n a escala real e im¨¢genes obtenidas de la colecci¨®n de Allan Villiers del National Maritime Museum de Londres (las referentes a las formas de vida en torno a barcos y velas) o de fotograf¨ªas de archivos valencianos, estadounidenses, del Reino Unido o del Museo Ol¨ªmpico de Lausana.
El recorrido parte de las antiguas naves egipcias, fenicias y griegas y muestra embarcaciones sencillas como las empleadas por las poblaciones inuits, piraguas con vela latina de Madagascar o embarcaciones de junco asi¨¢ticas. Otro de los apartados se reserva para la vela latina, un aparejo especialmente com¨²n en el Mediterr¨¢neo y en las costas y aguas interiores valencianas. Se pueden ver reproducciones de las barcas de bou que inmortaliz¨® Sorolla, fotograf¨ªas de las cl¨¢sicas embarcaciones de quilla plana que surcan a¨²n L'Albufera o incluso una maqueta de una engalanada galera real de doble vela latina del siglo XVI de la colecci¨®n del Museu Mar¨ªtim de Barcelona.
Entre los grandes veleros se ofrece una r¨¦plica reducida de la Santa Mar¨ªa de Col¨®n, as¨ª como galeones que hac¨ªan la ruta de las indias entre los siglos XVI y XVII o la corbeta Descubierta, con la que Alejandro Malaspina emprendi¨® su Viaje pol¨ªtico-cient¨ªfico alrededor del mundo, t¨ªtulo que le dio al informe de su circunnavegaci¨®n. Todos estos nav¨ªos llegaron a su m¨¢ximo desarrollo a finales del siglo XIX y principios del XX, justo cuando el vapor cort¨® tajantemente su evoluci¨®n. De esta ¨¦poca son las im¨¢genes de los briosos clippers (del ingl¨¦s to clip, moverse con rapidez) Carrick Castle o el Cutty Sark, recientemente incendiado en Londres mientras se encontraba en proceso de restauraci¨®n.
El relevo de la marina mercante de propulsi¨®n e¨®lica lo tom¨® la navegaci¨®n deportiva. Su comienzo se fecha a finales del siglo XVI en los Pa¨ªses Bajos desde donde r¨¢pidamente pas¨® al Reino Unido, lugar en el que se extendi¨®. De hecho, el primer club n¨¢utico fundado fuera de las islas fue en Gibraltar en 1829. Varias d¨¦cadas m¨¢s tarde, en 1851, la goleta Am¨¦rica, cuya imagen se expone en la muestra, gan¨® la regata alrededor de la isla de Wight y consigui¨® la Copa de las 100 Guineas, que posteriormente se convertir¨ªa en la Copa del Am¨¦rica. La exposici¨®n llega hasta los actos preliminares de la actual edici¨®n del trofeo en Valencia. Para conocer cual ser¨¢ el pr¨®ximo barco que inscriba su nombre en la lista de los veleros legendarios habr¨¢ que esperar apenas dos semanas. La duda est¨¢ entre dos embarcaciones: al Alinghi o el New Zealand.
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